Capítulo 32

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Micaela Williams

Día antes de Walloween

Esteff pasó por mí luego del trabajo, decidí quedarme en su casa por esta noche para estar ha su lado en el inicio de su cumpleaños.

—Tenía mucha hambre.—Dice con la boca llena de pizza

—X2.

—Ya quiero que sea mañana.—Asiento—Estás muy rara Mica.

—Ah sí, lo siento, es que estoy cansada.

—Bueno, terminamos de comer y nos vamos a dormir.—Entrecierra los ojos

Al terminar de comer nos cepillamos los dientes y lavamos las manos. Mientras Esteff arregla la cama me percato haber traído su regalo.

—Listo.—Se acuesta del lado de la pared, sonrío y me acuesto a su lado—Buenas noches, princesa.

—Buenas noches, mi bebé.

Me quedo dormida inmediatamente.

[...]

Tomo mi teléfono para ver la hora, 11:30 pm. Me levanto cuidadosamente, me dirijo al baño para hacer pis, me lavo las manos, saco el regalo de mi bolso y unas cositas para decorar, salgo de la habitación. Al bajar las escaleras veo a los padres de Esteff inflando unos globos.

—Ay Mica, me asustaste.—Dice la señora Elizabeth con una mano en el pecho

El señor James ríe negando con la cabeza.

—Puedes colocar esas cosas allí en el arreglo.—Asiento, comienzo a pegar las decoraciones en los alrededores de la caja y dejo el regalo dentro junto a los demás. Ellos colocan los globos en el arreglo—Son las 11:55 vamos subiendo.

—El pastel.—Susurra la señora y sale corriendo hacia la cocina—Listo, vamos.

Subimos, abro con cuidado la puerta y pasamos. Colocamos el arreglo en una silla frente a la cama. Miro la hora 12:00 am.

—Estefany—La despierta su padre, se sienta en la cama frotándose los ojos—¡Feliz cumpleaños!—Gritamos en coro, la abrazamos y besamos

Cantamos cumpleaños. Su madre le acerca el pastel—Pide un deseo.—Esteff cierra los ojos y sopla la vela. Se levanta y se acerca al arreglo, comienza a sacar las cosas.

—¡Oh por dios! ¡Gracias Mica!—Me abraza y le doy un beso en la mejilla—¡Gracias!—Abraza a sus padres—Los amo.

—Bueno, ha comer pastel.—Dice su padre frotándose las manos y lamiéndose los labios

—En la cocina, aquí no porque llegan las hormigas.—Dice la madre de mi amiga, ella y el señor salen de la habitación

Entrelazo mi brazo con el de Esteff y bajamos las escaleras.

—Que delicia.—Decimos Esteff y yo al mismo tiempo

Suena su teléfono, lo toma y sonríe. Me muestra que es una llamada de Adam.

—Gracias bebé. Sí, ya estamos comiendo pastel, claro que te vamos a guardar.

—No, dile que como no vino no hay pastel para él.—Dice su padre

—Ya escuchaste no hay pastel.—Esteff ríe—Bueno, adiós. Gracias, descansa.—Deja el teléfono en la mesa

—Qué raro que no ha llamado Die...—Me interrumpe el sonido de su teléfono

¿El destino lo quiso así?  #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora