Capítulo 2

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*Henry Pov.*

Estaba hablando con Evelyn en la cocina, preguntándome como sería esta chica. Hacía bastante que no tenía novia, estaba cansado de los encuentros casuales. Aunque tengo que tener en cuenta que la chica no viene en buenos ánimos y aunque al final no resultara ser amor y terminara tan solo fuera amistad, con eso alcanzaría. Solo tenía curiosidad por conocerla.
Evelyn me mostraba los mensajes que le enviaba su novio desde la casa, preguntando cuando regresaría porque ya la estaba extrañando. Mi hermana se derretía al leer eso y yo me burlaba, tan solo para divertirme. Escuchamos la puerta abrirse y nos levantamos lentamente, asomándonos por la puerta.

Vi a Evelyn sonreír e ir a saludar. Cuando quise ver me quedé helado. La chica era hermosa, de ojos celestes y pelo oscuro. Su sonrisa fue lo que más me impactó, le iluminaba el rostro. A pesar de que este tuviera marcadas unas grandes ojeras que indicaban tristeza. Totalmente confiado, caminé lentamente hacía ella, esperando mi turno. Papá había salido de su estudio y se acercó a saludarla amablemente. Cuando llegó mi turno, me miró sonriente y levantó una ceja. No es por ser egocéntrico pero ya me conozco esa mirada, la hacen las chicas que me encuentran apuesto. Y para comenzar un leve coqueteo que quizás, llevara a una posible cita, me acerqué tomándola de los brazos amablemente y le di un beso en la mejilla. La vi ponerse roja en medio de una sonrisa y los demás rieron. Excepto Amy y mamá que me miraron criticándome pues había prometido ser discreto... no lo puedo evitar.

—Mucho gusto en conocerte Allison, mi nombre es Henry.

Le dije extendiendo mi mano para que la tomara como un saludo y la aceptó un poco nerviosa. Tomé su mano, la giré y le di un delicado beso mientras miraba hacia abajo, levanté la mirada delicadamente y la miré fijo, con una media sonrisa.

—Ahora entiendo porque la bandera de tu país tiene un sol. ¿Es para reflejar esa belleza que encandila no? ¿Cómo puede un hombre apuesto como yo resistirse a eso?

Mis padres y hermanas largaron la carcajada. Sonrió con diversión y algo en eso no me gustaba.

—Me parece que el ego te queda un poquito grande pero me alegra conocerte también. Seguramente seremos grandes amigos.

Me dijo, paralizándome por completo. Ninguna chica me había respondido eso, siempre se avergonzaban y me decían gracias o algo parecido. Liberé su mano y le di un guiño, ella esquivó mi mirada y se fijó en mamá que le comenzó a hablar.

Dejaron sus cosas a un costado y la llevaron a la cocina para merendar todos juntos con ella. Antes de seguirlos, Amy me detuvo y se acercó a mi oído.

—No sé si te diste cuenta, pero te acaban de mandar a la friendzone.

.Se alejó de mí riéndose y la seguí lentamente. Me senté junto a Amy y mientras Evelyn intentaba conversar con ella, noté que Allison miraba disimuladamente a Amy cada vez que podía. Miré detrás de Allison y mamá estaba observando también, levantó la ceja y se encontró con mi mirada. Me hizo un gesto disimulado para que mirara a Amy y esta no le quitaba la mirada. ¡Oh, mierda! Estas dos se gustaban.

Me acerqué a Amy y le hablé aprovechando que Allison se había distraído hablando con Evelyn sobre su trabajo como sonidista.

—¿Necesito recordarte que tienes novia? —Le susurré y me miró frunciendo el entrecejo.

—Vete a la mierda... —Me respondió y negó con la cabeza.

Yo solo me reí pues conocía a mi hermana.

—Tu trabajo es interesante. —Le respondió Allison a Evelyn.

—¿Y a qué te dedicabas en Uruguay? —Le preguntó esta en respuesta.

Sin límites, ni fronteras (Original Story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora