Tras perder a su madre en un accidente, Allison sigue la recomendación de su padre de viajar a Inglaterra y conocer la tierra natal de su madre luego de recibir la invitación de Emma, la mejor amiga y hermana de corazón de su madre. Al llegar, hará...
Las cervezas continuaron y cuando el cielo se nublo para dar pie a la lluvia, entramos a la casa y cada uno decidió ir a dormir. Mientras Henry subió la escalera con Bill, Evelyn se encargó de cerrar la puerta y luego fue a la habitación que compartía con nosotras, dejándonos solas en la sala. En medio del mareo causado por el alcohol llegamos hasta el sillón y una vez ahí, intercambiamos unas miradas en completo silencio. No dije nada, solo me limité a estirar mi mano y acomodar su pelo detrás de la oreja, dándole una caricia en la mejilla en el proceso. Una idea se cruzó por mi cabeza y dejé de acariciar su mejilla para sacar una de mis pulseras. Tomé su mano y la puse en su muñeca torpemente.
—Para que no te olvides de tu primer beso conmigo... —Le dije y ella sonrió, acercándose para darme un abrazo.
Me recosté en el sillón y la atraje a mí, por lo que ella se acomodó para estar encima, la dejé abrazarme y apoyarse en mi pecho, donde poco a poco se fue quedando dormida mientras yo acaricié su pelo, como si quisiera cuidarla.
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Se sintió sanador, me sentí en paz y mi alma apreció el gesto de tenerla en mis brazos. Me di cuenta al despertar que ninguna de las dos tenía mucha tolerancia con el alcohol ya que ambas nos quedamos dormidas rápido, solo bastó despertar para recordar por qué nunca bebo.
—Buen día, tórtolas. —Dijo la voz de mamá y me quejé.
—Hablas muy fuerte... —Le dije y no pude abrir los ojos aunque quise.
—Mmm... Un poco más... Un poco más y me levanto, lo prometo...
Dijo la voz de Allison y fue ahí donde recordé lo que sucedió anoche. Abrí los ojos para ver a Allison en mis brazos y me di cuenta que estábamos en la sala. Miré a mi lado y mamá estaba con dos tazas y se reía.
—¿Ya? Siéntense, tengo café.
Asentí y miré hacia Allison, comenzando a moverla.
—Allison... Despierta..
Se quejó un tanto confundida y cuando abrió los ojos me notó y me observó. Levanté mis cejas al tiempo que la veía claramente, recordar lo que pasó ayer. Abrió los ojos, quedó roja y se salió de encima. Sonreí mientras me sentaba en el sillón y el movimiento me hizo notar la mala postura en la que dormí, con ella encima limitando mis movimientos. Mamá nos dio el café y fue recibido por mis papilas gustativas como algo mágico y maravilloso.
—¿Se divirtieron anoche? —Preguntó mamá y levanté la mirada.
Mi corazón se detuvo en ese momento, dándome la sensación de mini infarto. Ella se veía divertida y con Allison intercambiamos una mirada. ¿Estaría sugiriendo que nosotras...? Pareció captar lo mismo ya que ambas estiramos una mano, negando ante la clara sugerencia de mamá.
—No, no, no. ¡No pasó nada! —Dijimos al mismo tiempo.
—Solo nos quedamos dormidas. —Dijo Allison y mamá asintió.
