*Emma Pov.*
Sabía que no podía estirar el asunto por mucho tiempo. En unos días nos iríamos de vacaciones y tenía que hacerle saber a William de lo que estaba sucediendo. Busqué su número en mi agenda y agradecí que no lo haya cambiado. Robert me pasó a buscar al trabajo y me llevó hasta el pun dónde lo vería para tomar café. Antes de bajarme del auto, miré a Robert y él estiró su mano para tomar la mía.
—Todo estará bien, ya verás. —Me dijo y suspiré—. Recuerdo que él estaba loco de amor por Helen, seguro le alegrará saber que Allison es su hija.
—¿Tú crees? —Pregunté esperanzada.
Me asintió, dándome ánimo. Sonreí y me junté de valor para salir del auto. Me acerque al local y abrí la puerta, buscando con la mirada a William. Estaba sentado en una mesa, leyendo un diario con una taza humeante a su lado. Respiré hondo y me acerqué, al verme dibujó una sonrisa y dobló el diario en dos partes, dejándolo sobre la mesa y quedando de pie al verme.
—Emma... Tanto tiempo... —Dijo y me dio un amistoso apretón de manos—. ¿Cómo has estado?
—Con mucho trabajo estos días. —Le dije y me señaló la mesa—. ¿Te hice esperar mucho?
—No, recién llegué.
Cada uno se sentó en su silla y un mesero de acercó, le pedí un capuchino y cuando quedamos solos, lo miré.
—¿Cómo has estado tú? —Le pregunté y dibujó una leve sonrisa—. Veo que tienes unas canas.
—Sí, bueno... los años me están llevando factura. Con trabajo, recién regresé de un viaje a Estados Unidos y antes estuve en chile y Argentina. —Se detuvo un momento y borró la sonrisa—. Estuve en Uruguay hace poco...
No dijo más y supe que no era necesario darle la mala noticia. Nos quedamos un momento en silencio y él continuó.
—¿Tienes idea de cómo está su familia? Helen me había mencionado que tenía una hija, debe estar devastada.
Este era el momento que tenía que tomarme las cosas con calma para decirle todo con delicadeza.
—Bueno, verás... Allison está viviendo conmigo.
Frunció el entrecejo y me miró pensativo.
—¿La hija de Helen?
Le asentí y justo en ese momento apareció el mesero con mi cappuccino. Se lo agradecí y cada uno se dedicó a beber lo suyo un instante.
—Soy la tutora de Allison durante estos meses que faltan para que cumpla 21 y sea mayor de edad. Y Robert está haciendo los papeleos de su ciudadanía... Además de un cambio de apellido.
—¿Y eso? —Preguntó, dejando su café a un lado—. ¿Sucedió algo malo? ¿Por qué no está con su padre?
—José... No es el padre de Allison... Por eso.
Lo quedé mirando en tanto dije eso y él trago saliva. Le di un momento para que analizará la situación y procesara lo que le estaba diciendo. Miró su café un momento y levantó la mirada, mostrando gran dolor.
—¿Por qué nunca me lo dijo? ¿Por qué me ocultó esto?
—Ustedes habían discutido y Helen había quedado devastada luego de que terminara. Estaba en su hogar cuándo su madre la encontró haciéndose una prueba de embarazo. —Le conté—. Su familia la reto por estar con un hombre diez años mayor que ella y dejar que se embarazara. Amenazaron con mandarla a un convento, así que Helen tomó su dinero del banco, su pasaporte y me pidió ayuda para escapar.
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Sin límites, ni fronteras (Original Story)
RomanceTras perder a su madre en un accidente, Allison sigue la recomendación de su padre de viajar a Inglaterra y conocer la tierra natal de su madre luego de recibir la invitación de Emma, la mejor amiga y hermana de corazón de su madre. Al llegar, hará...