Capítulo 3

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*Emma Pov.*

Evelyn se tomó la molestia de invitar a Allison a conocer su trabajo mientras yo iba a trabajar. No quería dejarla sola en la casa y aproveché que estaba en la oficina. Hace años atrás, comencé trabajando como traductora y ahora me encargo de establecer contacto con las aerolíneas que llegan a Londres. Estaba esperando una confirmación de una aerolínea que llegaría de un país que no había llegado antes cuando recordé la situación de Allison. Sabía que tenía que hablar con José para saber qué le había dicho a su hija sobre el pasado de su madre.

Tomé el celular y busqué el contacto de José, lo miré un instante y luego de dudar, le di a llamar. Llevé el celular a la oreja y escuché como sonaban los tonos hasta que en el tercero, atendió.

—¿Hola? —Dijo y aclaré la garganta.

—Hola, José. Habla Emma.

En tanto dije eso, escuché un suspiro.

—Hola, Emma... ¿Cómo va Allison?

—Está sensible y poco a poco le fui contando de la niñez de Helen. —Escuché un silencio y un bufido, por lo que continué—. José... necesito saber qué es lo que Allison sabe porque está curiosa de conocer a su familia materna y sabes lo que puede pasar si eso sucede.

Escuché un suspiro y me dispuse a hacer garabatos sobre mi libreta con mi lapicera mientras escuchaba.

—Solo sabe que su madre se mudó de Londres a Argentina, me conoció en Buenos Aires, se mudó a Uruguay conmigo y eso es todo. —Dijo y me maldije por dentro—. Asumí que te tomarías el trabajo de decirle la verdad.

—¿Helen nunca le dijo? —Me animé a preguntar.

—Helen y yo nos estábamos por divorciar, ella se iba a mudar a Montevideo y se iba a llevar a Allison con ella. Ahí es cuando le iba a decir de nuestro divorcio y lo otro.

Suspiré y negué con la cabeza.

—Necesitas hablar con ella José, ella necesita su padre.

—No, yo no voy a hablar con ella. Ese es tu trabajo. No quiero saber más nada.

—¿Realmente quieres alejarla de ti? ¿Vas a hacer que te pierda a ti también?

—La quiero muchísimo pero... no puedo ser su padre. —Bufé y me maldije por el lío en el que me estaba metiendo—. Voy a ir a la universidad mañana y enviaré por correo toda su escolaridad y documentos necesarios. ¿Recibiste los papeles de mi abogado?

—Sí, Allison es menor en Inglaterra hasta dentro de seis meses, mientras tanto seré su tutora. —Expresé y dejé la lapicera para recostarme en el respaldo de la silla con pesadez—. Es mi sobrina y sé que Helen hubiera querido que me encargara de ella pero José... no estoy de acuerdo con lo que estás haciendo. Vas a destrozarla y ha tenido demasiado.

—Dijiste que eres su familia... pues confío en que la apoyarás. —No podía creer lo que escuchaba—. No puedo seguir jugando a ser el padre feliz, ya no. Tienes que decirle la verdad, Emma.

—No me agrada saber que la destrozaré con la noticia. Pero sí, le diré la verdad. Gracias por contestar. —Mencioné y suspiré.

No supe que más decirle y le corté la llamada. Golpearon la puerta y sacudí la cabeza al ver que era mi jefe. Me acomodé y lo miré con una sonrisa.

—¿Estás bien, Emma? —Me preguntó—. Estaba pasando por aquí y vi tu rostro durante esa llamada que hacías. ¿Sucedió algo con algún cliente?

—No, tranquilo. No es nada de trabajo, es algo personal. —Le dije y suspiré—. Tengo a una sobrina en casa, amiga de una vieja amiga que acaba de fallecer y tengo que darle una noticia que cambiará su vida para siempre.

Sin límites, ni fronteras (Original Story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora