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Severus Snape estaba desesperado, tenía cuatro malditos meses luchando con las runas antiguas, los cálculos casi imposibles de Aritmancia, y la cantidad excesiva de patrones — florituras — que debía realizar simultáneamente para poder, abrir una b...

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Severus Snape estaba desesperado, tenía cuatro malditos meses luchando con las runas antiguas, los cálculos casi imposibles de Aritmancia, y la cantidad excesiva de patrones — florituras — que debía realizar simultáneamente para poder, abrir una brisna de él maldito manto que separaba los dos mundos.

En esos cuatro meses había pasado de todo, desde una Hermione Granger comprometida con Kingsley hasta una Hermione Granger envuelta en un escándalo con su "mejor amigo" Harry Potter, ambos salían tomados de la mano saliendo de un hotel que pertenecía a la familia Black.

Oh, Draco había estado jugando con ellos, ciertamente Sirius había dejado como heredero universal a Potter pero por derecho, Draco tenía más legitimidad, aunque ambas familias estaban arruinadas — Malfoy y Black — por lo que en algunos negocios se vieron obligados a compartir acciones.

De ahí como Draco sabía donde iban a revolcarse ambos Gryffindor.

Kingsley se había quejado con Hermione pero ella sabía muy bien como engatusarlo, sus métodos dejarían avergonzados a muchos Slytherin.

Ella obtenía lo que quería y nadie metía las manos, era altiva, orgullosa, vanidosa, manipuladora y, la fibra más sensible de Snape se preguntó si de tenerla por alumna a ella, se habría sentido orgulloso de su Slytherin.

Pero honestamente, le irritaba.

— Padrino, algo no está bien con todo esto — Draco se quejó dejando caer su trasero sobre el mullido sofá de la casa de su padrino.

Severus solo lo miró con molestia, aquello era algo obvio, había una parte del libro que estaba dañado y no era posible traducirlo completamente.

— Dime algo que no sepa — Severus le gruñó.

Draco palmeo su cara tratando de pensar en algo que su padrino no supiera solo por el simple placer de joderle la vida.

— Weasley esta embarazada de Dean Thomas, no de Potter — Draco declaró con una sonrisa engreída mirando a su padrino por tener la versión oficial.

Severus rodo los ojos, exasperado — Eso lo sé hace meses, Draco — bufo.

Draco se cruzó de brazos — Entonces... — ladeo la cabeza y frunció el ceño pensando en algo más — A Dean Thomas y Seamus Finnigan les gusta jugar con sus varitas — alzo las rubias cejas de manera sugerente provocando que su padrino se riera por primera vez en meses.

— No juegues con eso — Severus se rió entre dientes.

— ¡No lo hago! — Draco aseguro con vehemencia — Blaize los vio entrando a un motel muggle, según Zabini ni siquiera esperaron entrar a la habitación — Draco se rió.

— ¿La señorita Weasley esta enterada? — Severus preguntó ladeando la cabeza

— Si — Draco se rió — por eso no dejo a Harry, porque sabía que Thomas se acostaba con Finnigan — se burló.

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