Capítulo 6

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-¡Vaya, pero que día más agradable!

JiMin y el hombre llamado TaeHyung continuaron caminando largo hasta que el sol salió por completo de su escondite y sin duda, él estaba agotado.

-No puedo creer que caminé toda la noche... -JiMin estaba sin aliento, Transpiraba por cada poro y sentía que respirar le era más difícil con el pasar del tiempo.

Mirando a TaeHyung, que estaba fresco como una lechuga y radiante como el mismo sol, maldecía internamente haberle seguido,

Estando él solo habría dormido en algún lugar cerca de la carretera y listo. Al menos el ejercicio le mantenía caliente en el frío extremo que estaba haciendo a esas horas.

-iVamos, amigo! Tampoco te he hecho caminar tanto.

JiMin le miró con cara de incredulidad y molestia.

-Apuesto a que llevamos más de 50 kilómetros, Ya no puedo moverme más...

Incluso si todavía fuese Alfa, JiMin no habría soportado.

Los linces tendían a ser pequeños y de cuerpos generalmente delicados, El mayor esfuerzo que hacían era correr para mantener su salud cardíaca estable, Y JiMin era un príncipe, se ejercitaba constantemente pero no lo suficiente para una ocasión como esa. Ni siquiera la vez que había ido a escalar una montaña tuvo que esforzarse tanto. Además, se sentía extraño.

Sentía cierta pesadez en su pelvis que le molestaba, como si quisiese desocuparse, usar un baño. Pero cuando lo intentaba se encontraba con que en mejor caso él necesitaba beber algún líquido o quedaría seco. Independientemente de aquello, sentía el cuerpo ligero, ligero como una pluma. O al menos se había sentido así las 3 primeras horas de caminata sin descanso. Ahora le pesaban hasta las pestañas.

Se detuvo y tomó asiento allí mismo sobre un montículo de pasto, perfectamente suavecito para su sobre esforzados músculos traseros. Inhaló largo atascándose de oxígeno.

-No pienso dar un paso más. Siento que se me van a caerlas piernas.

TaeHyung giró para verlo y también suspiró rendido, Sonriendo y negando con la cabeza se acercó a JiMin.

-Solo un poco más, alteza. Estamos a unos cuantos minutos -le prometió -. Además, debería darme las gracias.

-¿Las gracias? -repitió JiMin molesto- No voy a darte nada. Joder, me siento exhausto.

-Oh, claro que debe --reiteró TaeHyung-. La actividad física que le he obligado a hacer evitará que la masa muscular de su cuerpo siga disminuyendo. Ya he visto como se ha puesto al verse por primera vez en su nuevo recipiente. Esto es más bien una ayuda,

-¿Qué? -preguntó JiMin incrédulo,

-La masa corporal de los que sufren esta clase de cambio tiende a disminuir espasmódicamente en las primeras 12 horas. No importa a qué clase se ha dado el cambio, siempre es así.

TaeHyung explicaba cada cosa con tanta ligereza. Parecía saber bastante y además, JiMin tuvo el presentimiento de que él no era el primero que ese hombre asesorarla. Tenía muchas cosas que decir, muchas qué preguntar, pero no quería hacer incómoda la situación, apenas acababan de conocerse. No quería ser grosero ni forjar una mala relación, como el Tigre había dicho, así que se contuvo con todo para no preguntar lo que quería. En cambio, se limitó a tomar aliento y regularizar su respiración.

-Está bien -dijo finalmente--, ¿Cuánto calculas que falta?

-Mmm... Yo diría que unos 15 minutos -TaeHyung se sobó la barbilla para luego mirar a JiMin y ofrecerle la mano-, Ya puedes ver las fachadas de las casas desde aquí, fíjate.

Athélita | YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora