Dulce Venganza 7

Capítulo 15

Gadien

Gadien Doyle no sufría de inseguridad y no tengo como justificar ese comportamiento. Ella no es mi novia real yo se lo dejé claro y en general ella no estaba haciendo algo indebido.

Entonces, ¿Qué sucedió? No soporté verla ser el centro de atención en el personal masculino, que entrara sin ver a mi mesa pese a que sabía estaba allí o que sonriera como lo hizo.

No hay una respuesta coherente a mi comportamiento, por más que busco una respuesta a mi actitud no existe. Solo sé que odié a ese afeminado por sacarle esa sonrisa y a todos los demás que la tenían cerca y yo no.

No la había visto reír de esa manera, ni a su familia, menos a mi.

Aterrizo en la reunión con los jefes de pendencia. Mi grupo de trabajo es diverso y tan colorido no solo en su vestuario. Distraído los escucho a cada uno explicar el comportamiento en cada dependencia. El motivo de la reunión es la presencia de un nuevo whisky y su comportamiento en el mercado comparado con el nuestro. El nuevo licor es más económico, aunque de menos calidad.

—Una reestructuración del Doyle común podría ser la solución. —le escucho decir a uno de ellos. —el Doyle-Turner tiene clientes distinguidos, el Doyle sencillo es distinto.

—¿Un whisky especial, para esfera social más baja?

—Tan popular como su nombre.

—Creo que primero debe ser socializado en Escocia...

— Gadien ¿Qué opinas tu?

Sentada frente a mí, manos cruzadas y un claro enojo reflejado en sus ojos Madison espera... ¿Qué carajos espera? Por mi rostro debe pasar la duda, pues pone los ojos en blanco y alza los informes que sostiene.

El whisky nuevo...

—Pienso que ustedes son de los que mezclan el Doyle-Turner con agua del grifo o coca cola —respondo acomodándome en mi sitio y los veo sonreír —¿Bajar calidad para competir con una marca nueva? ¿Disminuir precios a un público? ¿Se escucharon ustedes decir eso?

La única vez que el Doyle-Turner bajó sus precios fue cuando la abuela Lessie robó la fórmula. Vendía nuestro whisky de manera ilegal a un bajo precio, con el único fin de arruinar a su familia y desprestigiar la marca.

—Esto es solo novedad —les digo alzando la Investigación de Madison del comportamiento del nuevo whisky en el mercado —con esos precios no pueden dar un buen producto por ende, no son una competencia real. Las personas compraran el primero, pero quien haya probado el Doyle, verá la diferencia.

Madison se remueve en su asiento la molestia es evidente. Ella ha hecho un buen trabajo, pero no hay que alarmarse, son solo dos puntos en un solo mes. Es un mercado amplio y no todos tienen para comprar algo exclusivo. Pero, de vez en cuando querrá darse sus gustos.

—¿Entonces...? nos cruzamos de brazos y vemos como entra a nuestro mercado? —pregunta enfadada.

Las venas en el cuello de mi asistente se inflan, su rostro enrojece y sus ojos lanzan fuego. Lo único que falta es que me convierta en piedra. Tiene un comportamiento demoniaco. Siempre les he tenido miedo a ese tipo de mujeres y a lo peligrosa que pueden llegar a ser celosas.

—Podríamos incendiar su bodega, falsificar su whisky y luego venderlo a menos precio —detallo. —secuestrar a su jefe y pedir la formula... ¿No? —sugiero.

Sus rostros muestran sorpresa y un poco de humor, menos el de Madison quien sigue con el parecido a la figura mitología griega.

No nos importa el comportamiento o las equis venta que tenga otro. Nuestro objetivo es mantener el prestigio de siempre, la calidad que nos hizo un puesto en el mercado y el resto lo hará el público.