—Es raro verte sola, últimamente tienes apéndice. —comenta Emma al verme bajar por las escaleras con el morral en mis hombros y el más pequeño en mis manos —creí que vivirías en el penhouse —continua.
—Al regresar y cuando Gadien este —respondo cortes —papá no quiso que lo hiciera sola.
—Espero entiendas que no saldrás en las fotos de bodas, tu rostro al volver estará ... horrible.
—Soy consciente que no me quieres en la boda Emma—aclaro — estaremos aquí solo por mis padres, Gadien y yo somos las últimas personas que quieres ver.
—Supe del escándalo...
—Adiós Emma —me despido sin esperar respuestas.
—¿Sabes si vendrá a mi boda? Lo pregunto por qué ese puesto podría darlo a otro... no se me ocurre ¿Ethan? —la risa que escucho luego me hace detener y giro a verla.
—Seria divertido ver el rostro de Alexis —replico y mi sonrisa se amplia al ver que el enojo cubre todo su rostro —no me jodas... porque se jugar este juego y mejor que tu —le reto entrando al auto.
¿En que momento me convertí en su enemiga? ¿Cuándo dejé de ser su compañera de juegos y me volví la villana? Apoyo la cabeza en el sillón del auto y miro por ultima vez el móvil antes de apagarlo del todo. Mis dedos me pican por volver a llamarlo y querer saber de él, en este punto solo deseo eso.
El escándalo esta en su punto más alto casi que al mismo nivel del enojo de mi padre al saber que el tío Alex metió narices y oculto cosas. Papá a logrado de apoco hacer que varios medios dejaran de hablar del tema y otros estaban en diálogos. Sin embargo, callar el cotilleo en las redes es casi imposible.
La señora Megan me llama cada hora para ver si su hijo me ha llamado, su padre, hermanos y Bellis igual. Cada que les niego siento que una parte de mi se destruye. No debería ir a esa excursión, pero siendo una cita que teníamos y conociendo lo puntual que es conmigo ... guardo la esperanza que vaya.
Su familia igual, por lo que me han pedido ir. Lo único que desean es que le envié un mensaje diciéndoles que está conmigo. Con la esperanza de enviar ese mensaje o de recibir uno suyo, decido no apagarlo hasta que la señal se pierda.
Abro los ojos y observo el trafico de las seis de la mañana, me veo buscando su rostro en los taxis a medida que nos vamos acercando al punto de encuentro. El vehículo se adentra por un sendero que conduce al punto de encuentro. Cada que mis ojos ven un rostro trigueño, moreno, latino, mi esperanza empieza a caer.
El no vendrá y de ser así debería regresar a casa e ir a Londres si es posible a Edimburgo e irme a los golpes con el tal Custodio.
—Llegamos señorita —la voz de Henry, mi chofer me hace volver a la realidad y miro frente a mi —creo que tarde —comenta al ver la reunión ante nosotros.
—El tráfico Henry, todos le achacamos en New York a éste nuestras llegadas tardes —sonríe al salir y ayudarme a mi hacerlo, saca del maletero mi morral y me lo entrega con una media sonrisa en los labios.
—Diez días a partir de este instante —me dice y asiento —la estaré esperando, regrese completa por favor.
—¿Podrías esperar que salga? —le pregunto y asiente algo confundido por lo que me apresuro a decir —puedo arrepentirme y si es así ¿Cómo me devuelvo?
—Su padre la extraerá en helicóptero... —ambos reímos al tener la certeza de eso, le doy un beso en ambas mejillas, él a mí la bendición, me calzo el morral y me integro a la reunión.
En lo alto de una colina en cuyo valle puedo observar varias lanchas es el sitio indicado. La salida será en lancha, seis horas de viaje en rio y ocho en jeeps hasta llegar al sitio acordado. Ya en ese lugar cada quien deberá hacerse responsable de sus cosas y vida. Inspiro el verde del lugar y el cielo despejado, me encantaría que Gadien esté conmigo, estoy segura es lo que necesita para despejar su mente. "—Nada mejor que mosquitos y gusanos en tu pene para despejar mi mente Bella" me parecer escucharle decir y rio divertida ante la mirada curiosa de varios que observan mi comportamiento intrigado.
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Dulce Venganza 7
Lãng mạnUn paseo por la campiña inglesa se convierte en toda una aventura para Gadien Doyle. Las mujeres con la que ha compartido cama, han llegado a su vida de una manera un tanto extraña, ninguna de ellas ha caído en paracaídas del cielo como Isabella Fr...