Un mes había pasado como si nada.
La presencia de Kyungsoo en aquella casa ya era costumbre para todos los integrantes de la familia Kim.
El padre de Jongin había conseguido espacio en un albergue, en el cual Kyungsoo podría vivir hasta su completa recuperación, sin embargo, su esposa e hijo se negaron por completo, argumentando que el joven era una buena persona, que demostraba interés por mejorar y recuperar la memoria pronto, además, que ayudaba muchísimo a la señora Kim en todo lo que se refería a las compras, la limpieza y la cocina del hogar.El señor Kim no pudo negarse ante tal insistencia, así que accedió a que Kyungsoo se quedara.
La casa ahora se sentía un poco más llena con Kyungsoo en ella, la inocencia y la torpeza del joven eran causantes de risas a las que solo respondía con una ligera risita y un sonrojo.Jongin era muy unido a sus padres y a pesar de que habían pasado muchos años ya, no podía evitar sentir el vació en su pecho al recordar a sus hermanas mayores.
<<A pesar del tiempo, hay algunas cosas que nunca dejan de doler>>, pensó Jongin mientras tenía la vista clavada en el techo.
Aquella noche tenía serios problemas para quedarse dormido, muchos pensamientos y recuerdos lo agobiaban, dio vueltas y vueltas en su cama hasta enredarse en las sábanas, así que finalmente se destapó por completo, se sentía fatigado, se quedó ahí en silencio admirando el techo, mientras veía pasar sus memorias como una película.
Giró su cabeza en dirección a la mesita de noche.
4:50 a.m.
Sin más decidió levantarse de la cama para bajar a comer algo, pero al pasar por la que ahora era habitación de Kyungsoo, vio que la luz estaba encendida. Se acercó despacio, con mucha curiosidad giró el pomo de la puerta y metió su cabeza.
Kyungsoo se hallaba parado frente al espejo levantándose la camiseta, con su abdomen al descubierto, Jongin pudo apreciar su silueta delgada, las costillas que sobresalían ligeramente y piel blanca como la nieve.
Podría decirse que el cuerpo de Kyungsoo era casi perfecto, de no ser por todas las cicatrices que se marcaban en su torso, algunas en forma de línea y otra en formas de circulo.
El más bajo empezó a repasarlas una a una con la yema de sus dedos."Te amo a ti y a todas tus heridas".
Kyungsoo se sobresaltó y dio un paso atrás, mientras Jongin observaba todo expectante.
Continuó con el recorrido por su piel.
"Jamás te juzgaría por ellas".
La voz de un hombre que no podía reconocer retumbó en su cabeza y lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas a medida que se desvanecía en el piso.
—Kyungsoo —corrió Jongin a sostenerlo.
El chico empezó a llorar desconsolado.
—¿Qué sucede? —cuestionó mientras lo acurrucaba entre sus brazos intentando calmarlo.
—¿Por qué no puedo recordar nada? —dijo mientras clavaba sus llorosos ojos en los de Jongin—. Ya pasaron muchos días y sigo sin recordar nada, ¿Por qué tengo estas cosas? —preguntó mientras tocaba su abdomen—. ¿Dónde está mi familia? —lloró aferrándose a los brazos del menor que le daban una sensación reconfortante.El moreno se quedó en silencio tratando de asimilar todas las preguntas y buscar respuestas que no lastimaran al más pequeño.
—Kyungsoo... —susurró mientras acariciaba el sedoso pelo del contrario—. Me gustaría poder tener respuestas para todas tus preguntas, pero necesito que seas un poco más paciente, estas cosas llevan algo de tiempo.
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MEMORIA ENREDADA
FanfictionJongin es un oficial de policía superior, reconocido por su brillante actitud, carisma, simpatía y sus ganas de luchar porque su sociedad sea mejor cada día. Su vida tranquila, cambió aquella noche cuando lo llamaron a la biblioteca para atender un...