MEMORIA ENREDADA

GHOSTIN

Era sábado en la madrugada y Jongin no había pegado un ojo en toda la noche, sus oscuras ojeras eran prueba de que las últimas tres noches habían sido una tortura y con aquella ya serían cuatro.
La semana había empezado bien, el lunes como de costumbre se fue temprano y al ver al mayor durmiendo plácidamente, prefirió no despertarlo y solo dejar un beso su frente y una nota en el refrigerador para despedirse, cuando estuvo de retorno, Kyungsoo estuvo ahí para contarle lo que había hecho en su ausencia, por ejemplo, que Yixing fue a la casa para devolver su chaqueta y de paso almorzó con él, descubrió la biblioteca de su padre y encontró varios libros interesantes, regó las flores del jardín que le había encargado la señora Kim, su sueño con aquella sombra que parecía tan real... y fue ahí donde Jongin se preocupó, tanto que ese mismo instante subió a la habitación de Kyungsoo para revisar que los seguros de las ventanas estuviesen cerrados y así fue, incluso revisó las cámaras de seguridad que habían fuera de la puerta de la casa pensando que alguien podía haberse metido, pero no había nada. Entonces llamó al Doctor para que adelantara su terapia para el martes, necesitaba saber quién era esa persona para estar completamente seguro de que solo había sido un sueño.

 
Pero lo peor estaba por venir, pues en aquella sesión Kyungsoo recordó a quien había sido su ex pareja y la manera tan trágica en la que había perdido la vida. Desde aquella noche no dejaba de tener pesadillas, Jongin corría a despertarlo y consolarlo, pero era así cada una o dos horas, por lo que prefirió llevarlo a dormir con él a su habitación, donde a pesar de estar acompañado y calmar un poco sus pesadillas, mantenía su llanto en silencio, Jongin lo abrazaba por la espalda, hasta que se quedaba dormido y cuando volvía a moverse inquieto, debía despertarlo para evitar sus gritos desesperados.

 
Kyungsoo no decía nada, pero Jongin sabía que la causa de todo este sufrimiento, era el fantasma de Chanyeol.

 
Cada lágrima que lo veía derramar por él, era una daga atravesando su corazón.

 
No soportaba verlo en aquel estado, ojos hinchados, mirada triste y vacía, desganado y callado, parecía que al recordar la trágica muerte de Park, recordó también que algo dentro de él murió a su lado. 

Giró su cabeza y el reloj daba las cuatro de la mañana.

Kyungsoo se giró y se abrazó al pecho de Jongin, quien lo rodeó con su brazo y frotó su espalda.

 
—¿Aún estas despierto? —susurró el mayor.

—Ujum...—musitó. 

—Lo siento...—dijo apoyándose sobre él para mirarlo.

—Kyungsoo no debes disculparte por nada.

—Claro que si, solo estoy siendo una molestia —sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Kyung —acarició sus cabellos—. Estoy aquí para apoyarte, no sientas que eres una carga, entiendo que esta situación es difícil para ti, aún lo estás asimilando, necesitas tiempo.

El mayor se conmovió con sus palabras y con la sensibilidad que emanaba, nuevamente se puso a llorar, Jongin lo apegó a su cuerpo y lo abrazó.

—Cariño... —susurró acariciándolo—. Todo va a estar bien, sé que ahora te sientes triste por no poder cambiar el pasado, pero tienes el presente y el futuro, aún hay muchas cosas por vivir y conocer...

—Me siento tan mal por no haber hecho nada por él —empezó a hipar, era la primera vez que se sinceraba sobre Chanyeol con él.

—Kyung, no fue tu culpa, los tomaron por sorpresa, te retuvieron a la fuerza, fue una situación complicada de la que es difícil escapar —explicó.