VUELVE A CASA

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Era lunes por la noche y Kyungsoo se preparaba para dormir, su semblante mostraba tristeza, pues aquella noche Jongin no dormiría en casa, uno de sus compañeros que estaba encargado de hacer rondas nocturnas había ingresado al hospital de emergencia y el menor se ofreció cubrirlo. Así que no alcanzó a verlo en todo el día, sin embargo, se mantuvo entretenido conversando con los señores Kim, quienes relataban la belleza de Jeju, le contaron las actividades que realizaron, lo lugares que visitaron mostrándole fotos y tampoco faltaron las quejas de la mujer acerca de su marido y lo gruñón que solía ser, pero aparte de ello, habían gozado mucho del viaje y eso era lo más importante.

Retomaron su rutina habitual, regar el jardín, hacer las compras y cocinar, ahora Kyungsoo ya no podía merodear por la biblioteca del señor Kim pues podría molestarse, lo extraño era que ahora la puerta estaba cerrada con llave, pero ¿por qué? Si antes solía estar siempre abierta...

Dos golpecitos sonaron en la puerta.

—Pase —contestó Kyungsoo sentado en su cama.

—Hola Kyung —dijo la señora Kim vistiendo una linda pijama rosada—. ¿Ya vas a dormir?

—Si, estaba por acostarme —dijo sonriente.

—Venía para agradecerte por cuidar de mi hijo y hacerle compañía durante nuestra ausencia, veo que su amistad es muy buena y él te aprecia mucho.

—Y yo a él —sonrió nervioso, recordando lo que había pasado entre Jongin y él.

—Bueno, Kyung te dejo descansar, nos vemos mañana, que descanses —la señora cerró la puerta.

Kyungsoo se metió a la cama y empezó a pensar, en su vida, sus padres, el orfanato, sus amigos del orfanato, los niños del vecindario y sus familias, la navidad estaba cerca y debía pensar en que podría regalarles, Jongin le prometió que aquel año cubriría todos los gastos de los obsequios, recordó que el moreno no había llevado su chaqueta, quizá ahora tendría mucho frío.

Se giró hacia la derecha, el reloj señalaba las once con treinta minutos, no se sentía cansado, solo preocupado, no quería dormir para no tener pesadillas, no tenía a Jongin a su lado para que lo calmara, extrañaba su olor y su calor junto a él.

La puerta se abrió de golpe y una enorme silueta negra entró corriendo y la cerró con seguro.

Kyungsoo dio un brinco y se paró de la cama, estuvo a punto de gritar del pánico, pero...

—Chanyeol —susurró pasmado.

—Sshhh —se acercó y tapó su boca—. Kyungsoo... —tenía los ojos bien abiertos—, ya sabes quién soy, me recuerdas...

El más bajo empezó a llorar.

—No no, solo... —giró a la puerta temeroso de que alguien entrara a pesar de haber puesto el seguro—. Ssshhh...

—Chanyeol tú... tú estás muerto... —dijo a duras penas, pero eso no evitaba la vista de su rostro totalmente aterrado.

Aún con la boca tapada lo hizo sentar en la cama.

—Kyungsoo, voy a soltarte, pero prométeme que no vas a gritar y vas mantener la voz baja —asintió y poco a poco fue soltando su agarre—.Cálmate

El más bajo lo miraba como si no pudiera creer lo que veía.

Subió sus manos hasta tocar el rostro de Chanyeol que trataba de descifrar lo que pensaba.

Kyungsoo posó sus manos en el rostro de Chanyeol, sus dedos navegaron por los ojos, labios, orejas y la nariz, donde estaba un pequeño lunar.

*Flashback*

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