Wally guió a Rachel hasta su nuevo departamento. El edificio estaba bien cuidado y parecía ser un lugar tranquilo. Juntos subieron las escaleras hasta el segundo piso adonde se encontraba la puerta de su departamento, el nunero 203
-quieres probar tus nuevas llaves?- preguntó Wally dandole paso para que abriera la puerta.
La chica sacó sus llaves y abrio la puerta algo emocionada. Apenas entró le sorprendió que todo estuviera tan ordenado con todas las cajas de carton vacías en un rincon de la sala
-con que recién te mudaste?- preguntó divertita al ver que todo estaba ordenado
-hey, hombre más veloz del mundo, recuerdas?- dijo orgulloso pues toda la mudancia la había hecho él.
Desde Keyston City hasta Blüdhaven llevó las cajas y apenas terminó ordenó todo. Se metió un par de horas entre las dos cosas e incluso le sobró tiempo para sus descansos para comer uno que otro bocadillo
-lo siento, casi se me olvida, Flash- Rachel abrazó el cuello del chico y lo acercó para darle un rapido y delicado beso en los labios pero esa vez hubo algo diferente.
No fue un solo beso y cada uno era diferente al anterior hasta llegar a un beso que no era el usual beso puramente romántico y tierno, no era un beso inocente y eso al chico no le molestó para nada y devolvió ese gesto con la misma intensidad. Con la misma pasión. Pero esa posición resultaba incomoda para ambos ya que uno estaba encorvado y la otra de puntillas. El chico recorrió con sus manos ambos costados del cuerpo de la chica sin dejar de besarle. Ella sintió unos ligeros escalofrios por esas caricias. Era la primera vez que sentía algo así. Al llegar a sus muslos, en un rápido movimiento, el chico la cargó quedando en medio de sus piernas y estando más o menos a la misma altura. En ese mismo momento el beso se rompió y los dos se miraron a los ojos con una intensidad sin antecedentes. Ambos recuperaban el aliento con algo de dificultad, los labios ligeramente entreabiertos estaban rojos y sus rostros sonrojados
-Rachel...no hay prisa...no hay porque acelerar las cosas- dijo forzandose un poco a si mismo
-quieres que nos detengamos?- preguntó ella alejandose un poco más del rostro del chico.
Estaba dispuesta a parar si se lo pedía aunque en el fondo deseaba que no se lo pidiera
-...no- respondió antes de volver a besarla acariciando su espalda hasta que sus manos se colaron debajo del vestido de la chica hasta sacarselo y botarlo al piso de la sala solo para descubrir que la chica llevaba puesto un short debajo del vestido.
Luego de un rato así Wally la llevó a la habitación y se acostaron en la cama. Él estaba encima y los dos se miraban fijamente. Rachel tomó el rostro del chico con ambas manos comenzando otro beso. Con sus manos recorrió la espalda del velocista agarrando y tirando de su camiseta para sacarsela tambien y tirarla al piso. Entre caricias y besos pasaban los minutos ya que ninguno de los dos se atrevía a dar el siguiente paso hasta que la chica sintió las manos del contrario en sus caderas tocando el borde de sus shorts para luego bajarlos.
El chico bajó su boca desde los labios de su pareja hasta su cuello besando, mordiendo y lamiendo para luego de un rato volver a sus labios. La chica también bajó las manos para desabrochar los jeans del chico y bajarlos completamente.
El pelirrojo comenzó a acariciarla. Acariciaba sus piernas, desde sus rodillas hasta los muslos como si se tratara del pelaje de un gato pues su piel era bastante suave y Wally amaba las discontinuidad de la misma piel cuando se encontraba con cicatrices. Recordatorios de numerosas batallas vencidas o perdidas pero siempre luchando al máximo para proteger a los demás.Esa noche fue una nueva...y un poco torpe, experiencia pero de cualquier forma lo disfrutaron ambos.
En la mañana la primera en despertarse fue Rachel que volteó a ver el rostro tranquilo de su novio al dormir. La chica le dejó un ligero beso en los labios del pelirrojo antes de levantarse. Recogió su ropa interior poniendosela de vuelta y la camisa de Wally aunque no cerró los botones ya que le dió pereza hacerlo, de todos modos ya no tendría sentido avergonzarse al hacerse ver de esa forma.
Rachel fue a la cocina para preparar algo para comer. Puso cuatro huevos en un sarten junto a dos pedazos de pan para tostarlos y tambien puso a calentar el agua para hacerse un té o cualquier otra cosa.
Estaba moviendo los huevos en el sarten para que no se pegaran cuando dos brazos rodearon su cintura y una cabeza se apoyó en su hombro-como amaneciste?- preguntó él
-un poco adolorida pero estoy bien. Y tu?-
-hambriento...solo eso?-
-no es que tubieras muchas cosas en tu refri-
-lo siento- los dos se rieron antes de darse un beso rapido
-anda vistete. Ya casi está listo-
-como quieras pajarito- el chico salió de la cocina para ir hacia su habitación pero en eso escuchó la ventana abrirse.
Volteó hacía ella solo para ver una figura bien conocida entrando de ella
-Jason? Porqué estás aqui?- el de mechon blanco tenía una expresión neutra mientras se acercaba al chico
-Wallace...porqué solo traes...eso?-
-es que me acabo de levantar y...- se detuvo en seco al entender una cosa
~estoy bien muerto~
-Wally con quien hablas?- Rachel salió de la cocina encontrandose con un velocista paralizado por el miedo y un mercenario temblante de rabia.
Fue un segunto pero pareció una eternidad el momento en el que el mayor hizo puño su mano solo para golpear al pelirrojo justo en la cara. Fue demasiado rapido incluso para el velocista aterrorizado quien solo pudo recibir el golpe sin moverse ni un milímetro.
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Robin-una historia que continua
Fiksi PenggemarRachel Wayne es la hija de Bruce Wayne y segunda Robin. Luego de dejar el equipo de Young Justice y el manto de Robin irá a la universidad en una ciudad tranquila en comparación a la en que había crecido. Se aleja de Gotham para empezar con su vida...