CAPÍTULO 11 - MOMENTO DE DISFRUTAR

2.4K 149 2
                                    

No olvidéis votar y comentar si os gusta el capítulo, por favor. De esta forma me hacéis saber que os gusta la historia <3

El viernes llegó después de días eternos de clases, horas de biblioteca con Jace y peleas en casa.

Salimos del instituto y había acordado con Jace que los viernes eran sagrados y que no se iba a la biblioteca.

– Tengo que pasar por casa, pero en cuanto termine voy y te ayudo con la casa Kat – dije poniéndome uno de los auriculares.

– Vale, te espero. Las bebidas llegarán sobre las cinco y necesito ayuda para colocarlo todo.

Seline no podía ir hasta las ocho y para entonces ya estaría la gente entrando por la puerta, así que me tocaba a mi sola ayudar a Kat.

El miércoles le dije a mis padres que tenía pijamada con las chicas en casa de Kat. Mi madre me dejó ir, pero mi padre no me creía. Se pensaba que era una excusa para quedar con algún chico por lo que llamó el jueves al padre de Kat para asegurarse de que de verdad iba a quedarme a dormir allí. Los padres de Kat sabían que Seline y yo iríamos a hacer una pijamada, pero nada de la fiesta y por supuesto que mi padre tampoco.

Cuando llegué a casa guardé en una mochila un pijama, la ropa que me pondría para la fiesta y cosas de aseo. Me dirigí a la cocina a por algo de comida, pero no había nada y mamá no estaba.

De hecho, pasaba poco tiempo en casa. Era enfermera y de por si tenía poco tiempo, pero últimamente cuando yo despertaba no estaba en casa y había días que no había comida.

– ¿Qué hay de comer? – preguntó mi padre a mis espaldas.

– Hay que ir a comprar, no queda nada en el frigorífico. Pide una pizza para hoy.

– Ve a comprar ahora, no sé dónde está tu madre.

– Yo tengo que irme, he quedado. Ve tú.

– He dicho que vayas a comprar ahora, Chanel. No me hagas repetírtelo.

No le apetecía salir de casa y me tocaba a mí, que ya tenía planes, hacerlo por él. Estaba cansada ya, pero sabía que si seguía presionando me castigaría en casa sin ir a la pijamada y encima me tocaría ir a comprar sí o sí.

Tomé algo de dinero y salí de casa yendo a comprar. Avisé a Kat de que me había surgido una cosa, que no me daba tiempo ni a comer, pero que iba a llegar a tiempo.

Llegué a casa coloqué la comida y fui a tomar el bus para ir a casa de Kat. Pillaba más lejos así que no era opción ir andando y no podía permitirme un taxi.

Cuando llegué me crucé con los que traían el alcohol. Los había contratado Kat para no tener que ir ella.

– Hey, hola...siento haber tardado.

– Nada, tranquila llegaste a tiempo. Si quieres comer algo ya sabes dónde encontrarlo, sírvete.

La agradecí y fui por algo de comer.

Kat avisó de que sería una fiesta ibicenca, es decir, todos vestidos de blanco. Así que estaba encargándose de que la decoración de la casa quedara lo más acorde posible.

Sobre las seis subimos a su cuarto y nos empezamos a preparar.

Yo opté por un top blanco de tirantes y un pantalón blanco ajustado. No me apetecía mucho esa noche usar tacones así que me puse unas converse blancas con algo de plataforma.

Sin embargo, Kat se puso un vestido blanco corto con un escote en V que combinó con unos tacones beige. Estaba preciosa.

Yo dejé mi cabello suelto y ella se hizo una coleta alta en el momento en que llamaron a la puerta.

Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora