"Mi Vecino, Toji Fushiguro" || [JUJUTSU KAISEN X TOKYO REVENGERS]

012: "𝙏𝙊𝙍𝙈𝙀𝙉𝙏𝘼 𝙔 𝘾𝘼𝙇𝙈𝘼"

"El sonido del tic-tac del reloj no se detiene"

(* * *)

Sentí una mano sostener mi cabeza desde mi cara, abrí los ojos rápidamente para ver el frente de aquel salón de clases de lado, me sostuve de la silla mientras me erguía con ayuda de la mano que aún me sostenía.

—Mierda Ikki, despierta, esta es la segunda vez que te quedas dormida, casi te caes de la silla— la voz en susurró de Baji me ayudó a despertar.

—Joder, lo siento, no he dormido bien últimamente— contesté tallando mis ojos.

—¡Yagami!— el grito del profesor llamó mi atención, —Es la segunda vez que la veo dormirse.

—Lo siento prof— me interrumpió.

—Voy a pedirle que se retire del salón— dijo molesto totalmente serio.

—Pero yo no—

—Eso o una detención, elija— se cruzó de brazos sosteniéndome la mirada.

Resoplé resignada, tomé mi mochila y salí del salón, cerré la puerta y por la pequeña ventana de esta mire a Baji quien me sacó la lengua burlándose por lo que pasó, fingí indignación y le mostré mi dedo medio, vi como ahogó una risa por la manera en la que sus mejillas se inflaron.

—Idiota— pronuncié entre risas y me dirigí a la cafetería, caminaba lento con las manos en los bolsillos delanteros de mi pantalón holgado, el frío de la mañana entraba por mi torso, llevaba puesto un top negro que dejaba ver mi definido abdomen, una chamarra negra que usaba abierta y unos Jordán blancos con morado.

Estaba comprando un café negro cuando alguien se paró junto a mi.

—Ikki, buen día— miré al chico castaño a un lado mío.

—Buenos días Eren— respondí el saludo con una media sonrisa. La mujer de la barra le entregó un vaso con café al chico y luego me dio el mío.

—¿Qué haces aquí?— preguntó para luego darle un sorbo a su vaso.

—Me sacaron del salón— respondí haciendo una mueca, —momento, ¿y qué haces tú aquí si ambos vamos en la misma clase?— levanté una ceja.

—No puedes tener clase si no entras— sonrió sarcástico, solté una risa.

Comencé a caminar hacía una de las mesas, le hice una seña con la cabeza para que me siguiera y ambos nos sentamos.

—¿Y por qué te sacaron?— preguntó poniendo su mochila en la silla de al lado.

—Me dormí dos veces— gruñí y le di un trago grande a mi café, saco el celular de mi mochila y envio un mensaje a Baji, "Estoy en la cafetería, vengan aquí cuando la estúpida clase acabe".