— ¡Abran la maldita puerta! — Gritó una voz masculina afuera de la casa del pálido.
Jimin entró en pánico, el señor llevaba gritando por al menos quince minutos, tiempo en el cual no había prestado real atención, ni siquiera se había asomado por la ventaba haber quien estaba tan enojado.
— ¡Abre la maldita puerta si no quieres que la tire! — Gritaron nuevamente, con el mismo tono de molestia y desesperación.
En cualquier otra ocasión se hubiera refugiado en los brazos de su Alfa y seguramente su lobito se sentiría más tranquilo con el aroma protector de su mayor. Solo que hay un problema, y ese era que YoonGi no estaba.
Eran las tres de la tarde y su novio estaba cubriendo sus horas de trabajo, por lo que no tenia su celular a la mano para responder ya que el Alfa le había explicado a su novio que en ese trabajo les recogían los celulares como niños pequeños para evitar que se distraigan.
Inútil, porque si sucede alguna emergencia no podrían comunicarse.
Exactamente lo que Jimin quería y necesitaba; hablar con su Alfa para que vaya con el y lo salve de las garras de ese hombre que se escuchaba dispuesto a derrumbar la casa con tal de abrir la puerta.
— ¡Se que estás ahí Park Jimin! ¡Abre la puerta! Ahora — Esa voz
El menor se acercó lentamente a la puerta, con cuidado de no tropezar y miró por la mirilla. Su boquita se abrió con sorpresa cuando atraves de ella pudo visualizar a su papá.
Ese hombre del que no había escuchado nada desde aquel día donde se enteró que estaba en cinta. Él no volvió a esa casa y su padre tampoco mostraba intenciones de buscarlo.
Oh no, hasta ese momento
Pero saber la identidad del Alfa, solamente le puso los pelos de punta. Ese hombre quería que abortara a sus cachorritos, ahora toca la puerta como demente posiblemente sabiendo que el omega estaba solo.
Si averiguó donde vivía, seguramente también con quién vivía y en que condiciones.
Su corazón latía acelerado, la adrenalina recorría cada milímetro de su vena para así pasar por todo su cuerpo solamente causándole escalofríos por todos lados.
Necesitaba. No. Exigía a su Alfa.
Una patada resonó por la vieja madera de la puerta, sobresaltando al menor. El señor Park realmente estaba dispuesto a sacar a su hijo de ese lugar. No podía permitir que se arruinará la vida a tan corta edad.
Segundos más tarde el omega de cabello rubio se hallaba tumbado en el piso, en la esquina de la sala cubriendo su pesado vientre de ya cinco meses con una almohada. Tenía miedo, estaba asustado, no, estaba aterrado del tono que estaba usando su progenitor.
Los golpes en la puerta aumentaron su intensidad pues el Alfa detrás de ella comenzó a golpearla con una piedra; eso solo aterro más al pequeño omega embarazado.
Pero hubo un momento, en el que no estaba seguro si fue su mentalidad o si de verdad los golpes se habían dejado de escuchar. Alzó su pequeña cabeza dispuesto a prestar mucha atención, sin embargo, nada se escuchó. Fue hasta que minutos después un grito se escuchó.
Y él reconoció esa voz, era YoonGi, el amor de su vida y padre de sus cachorritos. Sin perder demasiado tiempo, con MUCHO trabajo debido a su pancita, se puso de pie apoyándose de un pequeño mueble que se encontraba a lado. Caminó a pasos apresurados hasta la puerta, la cual abrió sin pensarlo dos veces.
Efectivamente, confirmando su pensamiento, ahí estaba su lindo novio sosteniendo la mano de su padre para que el golpe no llegará a su cuerpo. YoonGi había sentido el lazo bastante agitado y temeroso, por eso pidió salir temprano excusándose de la verdad, solamente tuvo que decir; "Mi omega esta en cinta y el lazo se esta agitando mucho, debo ir a verlo" para que lo dejarán salir.
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Innocent | Omegaverse | YM
FanfictionJimin es un omega con algún tipo de problema mental, detectado en el, un caso peculiar del síndrome de Peter Pan. Una enfermedad que provoca que un adulto o adolescente siga comportándose como un niño, haciendo de su persona inocente, el caso del om...