Capítulo 41

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Envueltos por una atmosfera decaída, Changbin y Yongbok se miraron a los ojos durante un rato.

Yongbok, como solía suceder los últimos meses, yacía recostado en la cama, y Changbin estaba de rodillas a su lado, limpiando el sudor de su frente.

—¿Qué tanto duele hoy? —Seo dijo con preocupación.

—Más que ayer.

Changbin estaba muy afligido, quizás no debió acceder a traer a Choi Yeonjun. Después de la lectura de Ah Ram, la salud de Yongbok se volvió más frágil y no sólo físicamente.

—¿Por qué no dejas que te vea un doctor?

—No, creo que esta vez es más que una gripe, no quiero preocupar a Ah Ram.

Seo tragó con dificultad, sabía a lo que se refería. Los síntomas que Yongbok estaba presentando no eran los de una enfermedad pasajera de temporada.

—Entiendo.

—De todas formas, sería muy feliz si puedo irme junto a Ah Ram cuando llegue el momento.

Changbin asintió, tomó una mano blanquecina y presionó un beso en la palma, haciendo reír a Yongbok entre dientes.

—Atrevido.

Ambos permanecieron en un cómodo silencio por un rato, hasta que Yongbok volvió a hablar en un susurro.

—No te vayas. Si Hyunjin quiere enviarte a la frontera otra vez, no te vayas. Yo... no quiero estar solo.

Viendo como los ojos del más bajo se llenaban de lágrimas, Changbin le acarició el cabello y asintió, reajustando su posición para besarlo en los labios con parsimonia.

—¡Madre!

Generalmente, Ah Ram volvía a casa cuando ya estaba oscureciendo y Yongbok siempre estaba solo, por lo que su llegada temprana fue totalmente inesperada y Changbin no pudo huir a tiempo. Rígidamente se apartó y se quedó de pie en el extremo más alejado de la habitación.

—¡Mad...

Ah Ram detuvo su llamado cuando entró y vio a Changbin.

—Ah Ram-ie. —Yongbok llamó su atención—. ¿Qué ocurre?

El Príncipe estaba muy confundido. ¿Por qué su madre se veía tan desarreglada y enfermiza? ¿Podría ser que...

—Me desperté tarde. —Yongbok mintió anticipándose a los pensamientos de su hijo—. Aún no me he levantado.

—Si te acabas de despertar... ¿por qué está el maest... el Oficial Seo aquí?

—Su Alteza, encontré a un par de criados escabulléndose al pabellón, los atrapé y quise venir a verificar el estado de la Emperatriz, y si había sido molestada.

—Ah... ya veo. —Ah Ram sonrió—. ¿Madre, estás bien?

—Si, el Oficial Seo los atrapó antes de que pudieran entrar.

Changbin hizo una inclinación hacia el Príncipe y dijo con tono de voz juguetón:

—Ah, el Príncipe solía ser tan adorable a mi alrededor. Incluso si ya no soy tu maestro, no deberías ser tan frío y tratarme como un delincuente.

Ah Ram dio un respingo y negó avergonzado.

—¡Maestro, yo no...

—No molestes a Ah Ram. —Yongbok regañó.

—Bien. —Seo se encogió de hombros—. Tengo que patrullar, así que me retiro. Fue un gusto verte, Su Alteza.

Ah Ram se despidió muy agraviado y con una conciencia culpable.

Corona Imperial (ChangLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora