Capítulo 33

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—¡Mamá y Ah Ram están usando conjuntos iguales! ¡Mamá y Ah Ram son muy lindos hoy con estos atuendos! ¡Ah Ram va al entrenamiento con mamá! —El niño cantó alegremente mientras iba de la mano con Yongbok—. ¡Mamá verá lo genial que es Ah Ram!

—¡Vaya! ¿La Emperatriz saldrá de la residencia? —Alguien preguntó en voz baja.

—Eso es inusual, me pregunto qué clase de entrenamiento tendrá el Príncipe Heredero.

—¡Ah! Madre e hijo son tan hermosos. ¿No se ha vuelto la Emperatriz incluso más bella y femenina después del nacimiento del Príncipe?

—Sí, ella solía usar ropas tan simples y aburridas, también se empeñaba en actuar como un joven amo, pero desde que dio a luz, ha actuado como una verdadera madre y esposa. ¿No es muy bueno?

—Supongo que el nacimiento del Príncipe fue una bendición después de todo.

—Sí, el Príncipe es la más grande bendición para Su Majestad, ¿pero es el turno de ustedes para juzgar las actitudes de la Emperatriz? ¿Te pagan para hablar tonterías?

Los sirvientes jadearon y palidecieron al notar la presencia de Beomgyu a sus espaldas.

El joven llevaba prendas elegantes y había crecido para ser un adolescente de buen ver, fácilmente podría hacerse pasar por el hijo soberbio de un terrateniente.

Los criados se apuraron a inclinarse en modo de disculpa. Después de todo, aunque Beomgyu también era un sirviente, estaba bajo la protección de la Emperatriz, quien incluso le había asignado el deber de ejercer los castigos en la residencia.

Todos aquellos que abrieron la boca para mencionar a la Emperatriz, pero que no soltaron alabanzas, fueron castigados severamente por Beomgyu. Así que muchos le temían.

—¡Piérdanse!

Beomgyu bufó al verlos huir torpemente, luego vio hacia la Emperatriz y su rostro estuvo lleno de sonrisas mientras corría hacia ella.

—¡Su Majestad!

Ah Ram se adelantó a presumir.

—¡Ah, Beomgyu-nim! ¡Ah Ram irá a clases con mamá!

—¡¿Eh~?! Su Majestad, ¿lo llevarás fuera?

—El Oficial Jung tuvo asuntos que atender y no puede llevar a Ah Ram a sus lecciones de hoy.

—¿Qué tal si yo...

—No, Beomgyu-nim tiene sus propias lecciones para asistir. —El más pequeño le recordó—. ¡Además quiero ir con mi madre!

—¡Su Alteza, eres tan tacaño! ¿Qué es eso que llevas ahí?

Ah Ram se aferró al bolso en su costado y rio misteriosamente.

—Es un secreto.

Yongbok sonrió levemente por la discusión de ambos menores.

—Beomgyu, ve y perfecciona tus habilidades en sastrería. Al príncipe le gustan mucho estos atuendos que preparaste.

Ah Ram se sonrojó y negó.

—¡No me gusta!

—Pero antes dijiste que éramos muy lindos con nuestros conjuntos.

Beomgyu aplaudió con alegría y se burló del pequeño.

—Eh, si a Ah Ram-ie le gustan tanto, ¡voy a confeccionar 300 sólo para ti!

El Príncipe se escondió detrás de su madre haciendo un puchero avergonzado.

—¡Mami, vámonos!

Corona Imperial (ChangLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora