Capítulo 30

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Pensé que sonreír ocultaría las arrugas entre mis cejas.

Ambos hombres siguieron observando la escena.

—¿Ella lo sabe? —Seo preguntó entre dientes.

—No, ella piensa que fui yo. —Hyunjin bufó.

Changbin miró a Hwang, en sus ojos se reflejaban muchas amenazas y promesas de tortura.

—Oh, Seochang. ¿Por qué estás viéndome así? Tanto tiempo en el exterior te hizo rebelde, ¿se te olvidó que no puedes hacer nada en mi contra? Si el Emperador muere, su Emperatriz se va con él. Si quieres hacerme algo, primero tendrás que destruir todo este palacio.

Seo se mordió el labio, ya llegaría el día.

—Oye, ¿le ocurrió algo a tu cuerpo? Te ves diferente.

Por supuesto, Changbin había reducido mucho su esperanza de vida después de atravesar una espada en su cuerpo. Se había debilitado significativamente, ya no podría realizar grandes e imposibles hazañas como escapar de una mazmorra.

Ignoró a Hwang y volvió su mirada al Príncipe. Justo como sospechaba, tan pronto como Jiancheng se dio la vuelta, la expresión sonriente de Yongbok se marchitó.

Yongbok observó su propia mano, estaba muy lejos para distinguir qué tipo de expresión tendría, pero fue evidente que se lo estaba pasando mal cuando se cubrió el rostro y se encogió de hombros.

La voz venenosa de Hwang le habló al oído.

—¿Quieres saber cómo lo conseguí? No hay nada que un buen afrodisíaco no sea capaz de arreglar, claro, Bokkie también estaba desesperado por salvar la vida de su amiga, incluso si eso significaba mentirle y deshonrar a una doncella. Tú lo conoces mejor que nadie, ¿qué crees que está pensando justo ahora? ¿Cómo crees que se siente hacia ese niño? ¿Qué debe sentir al ver el rostro ignorante de Jiancheng? Ella le sonríe tan sinceramente... no sabe lo que le hizo. —Rio— ¿Sabes qué es lo más increíble? Yongbok lo está soportando porque le prometí que luego del embarazo, le daría la libertad, pero Changbin... investigué los antecedentes de la familia Liu en la frontera. Ninguna mujer de su familia ha sobrevivido al parto. Jiancheng lo sabe, pero no se lo ha dicho a Yongbok.

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—Su Majestad, lo siento mucho. —Jiancheng se lamentó recostada en la cama—. Cada día es más difícil tener energías, voy a descansar un poco.

Yongbok apretó los labios, sus uñas se clavaron a las palmas de sus manos a la vez que forzaba una sonrisa.

—Jiancheng, no tienes que disculparte. Acabaste en esta situación por mi incapacidad, de otra forma el Emperador no se habría encaprichado contigo.

Jiancheng apartó la mirada y no respondió. La culpa invadió los sentidos del Príncipe, que permaneció a un lado de la cama, cuidando del sueño de la chica. Ella se quedó dormida después de un rato.

Conforme pasaba el tiempo, el embarazo de Jiancheng se veía cada vez más difícil. Se cansaba fácilmente, pero era casi incapaz de descansar, sufría de muchos dolores de espalda y de cabeza, se despertaba a todas horas llorando y empapada de sudor.

Yongbok apenas podía mantener la razón viéndola en este estado.

Justo cuando estaba aliviado de que al parecer esta era una de las pocas veces en que Jiancheng dormía tranquila, ella empezó a quejarse.

—N-ng, no.

Sus cejas se fruncieron fuertemente, el sudor cubrió su frente, los dedos de sus manos y pies se encogieron por la incomodidad.

Corona Imperial (ChangLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora