Capítulo 15

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Yongbok era todo sonrisas y buen humor cuando se dirigió al cuarto de baño.

—¡Seochang!

Changbin tenía el ceño fruncido mientras conversaba con los sirvientes que traían el agua caliente y lo necesario para el baño. Al ver al Príncipe corriendo en su dirección, hizo un gesto con la mano para echar fuera a los sirvientes y luego sonrió con cariño justo cuando Yongbok se estrelló contra su pecho.

—Su Alteza, hace unas horas estabas tan enfermo que no podías despertar, ¿cómo puedes correr tan rápido ahora?

Yongbok se rio y alzó la cabeza para mirar a Seo.

—¡Estoy bien ahora! ¿Sabes? Hyunjin me hizo una promesa en nombre de los dioses y el cielo, así que ya no tengo miedo.

—¿Mm? ¿Qué tipo de promesa?

—¡No puedo decirte!

—Hey, eso es cruel.

—¡Quiero tomar un baño!

—Si, todo está listo, puedes entrar.

—¡Y quiero que vengas conmigo!

Changbin se sonrojó ligeramente. Ya que Yongbok era tan tímido y reacio a dejar que alguien viera su piel desnuda, jamás dejaba que los sirvientes lo acompañaran, y aunque Changbin lo había acompañado un par de veces, jamás lo había visto tampoco.

Viendo que Seo no se movía, Yongbok rodó los ojos y lo empujó dentro.

Tan pronto como el castaño empezó a sacarse sus prendas, Changbin se giró dándole la espalda y no se relajó hasta que no escuchó el sonido de chapoteo de la enorme bañera de madera.

Después de un rato, los chapoteos y parloteos del Príncipe se detuvieron y no podía oírse un solo ruido.

—¿Yongbok?

Silencio...

Nervioso e incómodo, Changbin volvió a girarse en dirección a la bañera y sus ojos se abrieron con sorpresa, pues el Joven Príncipe había desaparecido.

—¡¿Yongbok?!

Seo volvió a llamar el nombre del más bajo con preocupación, pero no estaba en ninguna parte, la superficie del agua estaba cubierta de fragantes pétalos de rosas y no podía verse ni un poco del fondo, así que Changbin se acercó para ver con más claridad cuando de repente una figura resurgió del agua y lo asustó hasta casi hacerlo caer sobre su trasero, salpicando su rostro en el proceso.

Yongbok se carcajeó por la expresión de Changbin, tenía enredados algunos pétalos rojos en su cabello largo, lo que hacía resaltar sus mejillas y hombros que se habían vuelto levemente rosados por la temperatura del agua.

Changbin quiso volver a girarse, pero con voz dulce, el Príncipe lo llamó.

—Seochang, olvidé tomar el jabón.

El pelinegro bufó, abochornado por la broma de antes y le extendió la caja de jabones sin siquiera verlo, pero como Yongbok no estaba tomando nada de la caja, alzó el mentón y le echó una pequeña mirada.

Yongbok lo veía con una expresión ladina que era demasiado adorable para resistir, sus ojos eran perezosos y su boca estaba ligeramente abierta, las gotas de agua cristalina recorrieron su delicada mandíbula y el vapor a su alrededor había sonrojado por completo la poca piel descubierta que se podía ver. Era una imagen que podría acelerar el corazón de cualquiera, especialmente el de Seo Changbin.

Changbin lanzó la caja de jabones a un lado y se inclinó para atrapar los labios del Príncipe, quien suspiró complacido y alzó una mano delgada para acariciar las mejillas de su pareja.

Corona Imperial (ChangLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora