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La selección de casas da inicio, cada alumno pasa y es seleccionado a su respectiva casa, al escuchar el nombre de Harry Potter el lugar parece quedar en silencio,  todos están atentos para escuchar cuál será la casa que tendrá la dicha de tener al niño que vivió. Harry se siente nervioso, camina despacio tratando de no tropezar con sus propios pies, mira alrededor, su mirada se centra por unos segundos en una figura vestida completamente de negro, continúa hasta tomar asiento.

- GRYFFINDOR - Grita el sombrero seleccionador.

Aplausos y vitoreos  resuenan fuertemente en todo el comedor, Harry llega hasta la larga mesa y toma asiento, su mirada busca a esa figura que llamo tanto su atención, Harry ve a un hombre de cabello negro hasta los hombros, ojos color ónix y piel pálida, solo puede pensar que es hermoso, a pesar de que su rostro luce una expresión dura.

Severus olfatea disimuladamente, hay un olor delicioso en el aire, aunque es algo tenue, pero sin duda hace que el interior de Severus se inquiete un poco, con la aparición de la comida el olor parece dispersarse, por lo que se olvida de eso.

La primera clase de pociones de los  primeros años de  Gryffindor y Slytherin no va también para Harry, no entiende porque el profesor está enojado con el, solo estaba tomando apuntes de lo que él decía y consideraba importante.

Severus está frustrado y es que al entrar al salón percibe el olor que sintió hace días en el comedor, huele a limón y menta, ese olor provoca algo en su interior, solo puede lamentar que Potter sea con quién saque su frustración.

- No lo sé -Harry dice con calma - Pero creo que Hermione lo sabe. ¿Por qué no se lo pregunta a ella?

Y esa es la gota que derrama el vaso,  como se atreve ese mocoso a contestar de esa forma, piensa Severus, baja con todo el porte que puede, toma un banco y se sienta bruscamente frente a Potter.

- Para tu información, Potter - lo mira fijamente- asfódelo y ajenjo producen una poción para dormir tan poderosa que es conocida como Filtro de Muertos en Vida. Un bezoar es una piedra sacada del estómago de una cabra y sirve para salvarte de la mayor parte de los venenos. En lo que se refiere a acónito y luparia, es la misma planta.

Ambos no apartan la mirada en ningún momento y es cuando lo golpea a Severus, el delicioso aroma a limón y menta proviene de nada más que Harry Potter, la parte Omega se retuerce ante tan exquisito aroma, el pánico lo invade pero debe controlarse.

- La clase finaliza - dice fuerte mientras se para.

Todos parecen desconcertado pues la clase no lleva ni 30 minutos.

- Que se marchen - gruñe.

Inmediatamente empiezan a guardar sus cosas y salen lo más rápido que pueden, cuando todos se han ido Severus sale de prisa del salón sin importarle si cierra la puerta o no, lo que necesita es llegar lo más rápido que puede a sus aposentos, cuando a llegado pone todos los hechizos de protección que puede, cuando termina cae al suelo, mientras jadea.

Su cuerpo se siente caliente, es como si lava corriera por sus venas en lugar de sangre, esto no le puede estar pasando, con desesperación arranca cada una de las prendas de vestir, quedando solo en bóxers los cuales están empapados gracias al lubricante que sale de su entrada.

Las lágrimas salen de sus ojos, esto no puede estarle ocurriendo, ha vivido ignorando su parte Omega desde que tiene uso de razón, su madre y su padre estaba decepcionados de haber traído al mundo a un hijo Omega, por lo que siempre decían que era un beta, es fácil ocultar el género secundario durante la infancia pues las feromonas que emiten son tan débiles, pero todo cambia cuando pasan por el primer celo que es a los 15 años, para seguir con la farsa de ser un beta ingiere inhibidores y supresores para el celo, por lo que desde los 15 que no tiene uno.

Mi Pequeño AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora