El tiempo pasa en un abrir y cerrar de ojos, han sido meses llenos de altos y bajos, nunca es fácil tratar de sanar heridas del pasado.
Al inicio de las sesiones el terapeuta pasó muchas pruebas y tuvo que ser referido a un psiquiatra, ya que debido a varios de sus síntomas debían dejarle algunos medicamentos, ya que fue diagnosticado con trastorno por estrés postraumático, causado por el incidente durante la guerra.
Durante toda su vida Severus pensó que estaba perfectamente bien guardando en lo más profundo de su ser los sentimientos y convirtiéndose en una persona fría e indiferente ante los demás, no podía estar más equivocado, cuanto dolor se hubiera ahorrado si se apoyaba en las personas que lo han amado, se ha dado cuenta muy tarde que siempre tuvo a alguien, Lily, Regulus, Dumbledore, Lucius y Narcissa.
Lo que más le ha costado es poder perdonarse a si mismo, pedirse perdón por todas esa veces que se obligo a callar sus sentimientos, por todas las malas decisiones tomadas en su vida, por culparse siempre de eventos que eran ajenos a el, por las veces que arriesgo y atento contra su vida. Tocar este punto en terapia fue desgastante, su reciente intento de suicidio no fue el primero, el primero fue cuando descubrío lo que era nacer como Omega dentro de la familia Snape, a penas tenía 9 años cuando la razón entró en su pequeña cabeza, su madre logró encontrarlo a tiempo de que lo peor sucediera. Luego vinieron otros intentos más al ir pasando por diversas situaciones, cada vez que algo lo abrumaba o sentía que no podía controlarlo ni soportarlo más, las ideas suicidas llenaban su cabeza.
Muchas personas piensan que quienes se suicidan son cobardes por no seguir luchando y soportando, pero Severus siempre a pensado que el tomar la decisión y llevarla acabó requiere de mucha valentía, y el , hasta en eso fue un cobarde durante años.
El momento más temido para Severus en terapia por fin llegó, y era hablar sobre el último acontecimiento vivido con Voldemort.
Es demasiado humillante contar en voz alta que fue abusado, por un instante no quería mencionar nada, no quiere que el terapeuta piense que es débil, pero prometió ser sincero en el proceso.
- Ese día, nunca pensé que pasaría, fue inesperado, mi plan era totalmente diferente... No era mi intención entrar en calor delante de todo el mundo, recuerdo que mi mente estaba borrosa y mi Omega intentaba desesperadamente llegar a nuestro alfa. Todo sucedió tan rápido, de un momento ya no estaba en Hogwarts sino frente a voldemort, tenía tanto pánico de lo que sucedería, desde mis 17 años fui testigo de innumerables castigos dirigidos hacia los Omegas y pronto lo estaría experimentado en carne propia.
Severus se detiene, trata de controlar un poco el nudo que se empieza formar en su garganta.
- Cuando sentí el primer hechizo golpearme, mi Omega clamaba desesperado por tener a nuestro alfa, que llegará a salvarnos, el dolor en cada parte de mi cuerpo era insoportable... Luego el tener sus asquerosas partes tocando mi cara o... o ingresando en mi boca - Severus suelta un sollozo- cuando se derraban en mi... Me siento la persona más sucia en este mundo, todo fue mi culpa, debí obedecer a Dumbledore en aquel entonces y retirarme de espiar, o debí tener más cuidado y no dejar que me descubrieran, seguir tomando mi medicación aunque al final mi cuerpo se dañará.
Las lágrimas para este punto ya se derramaban del rostro de Severus, se toma un descanso para beber un poco de agua y tratar de tranquilizarse.
- Luego sentí esos fríos dedos ingresando en mi y sentí que todo mi mundo se iba a derrumbar, pero un gran alboroto comenzó, yo estaba en shock no sabía lo que estaba pasando, todo es una neblina en mi mente... cuando desperté en el hospital me obligue a encerrar todos los eventos que me causaban dolor, funcionó por un tiempo, pero luego la legeremancia ya no era suficiente...