Capítulo tres

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Axl salió de su oficina con una mueca de disgusto, había tenido un pésimo día por el estrés que empezaba a hacer estragos en su cabeza, sentía una ligera punzada y necesitaba pensar con claridad para ver si le hacía otro presente a Stephanie o no.

No es que los haya visto como la octava maravilla del mundo, sin embargo ya no estaba tan distante y solía ir a conversar con él más seguido, quizás estaban funcionando.

Aparcó de nuevo frente a la tienda de regalos y se bajó con rapidez del auto, pudo notar que el chico rubio, ¿Cómo era que se llamaba? ¿Kurt? Sí, bueno, Kurt estaba haciendo un ramo de flores para una chica de cabellos negros que esperaba frente al mostrador, tal vez no podría ayudarle, pero necesitaba el presente.

Se adentró al local, la campana hizo ruido llamando la atención de los dos trabajadores y de la clienta, el ojizafiro dejó el arreglo que estaba haciendo para sacudir sus manos y hacerle una seña al castaño para que fuera con él.

—. Termina tu el arreglo. — Le dejó el espacio al más alto que solo alcanzo a hacer una mueca.

—. ¿Qué? ¿Por qué? — Tomó a su amigo por el antebrazo evitando que se alejara de donde se encontraban.

—. Porque tú vas a ser grosero con él, ni deberías de preguntar. — Se zafó del agarre yendo hacia el pelirrojo, se apoyó en el mostrador dejando ver una sonrisa amable. —. Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarle hoy, señor Axl?

—. En realidad, tengo una idea un poco clara, no quiero algo muy grande... Quizás una caja de postres y una rosa estaría bien. — Rascó su nuca mientras hablaba, el menor dió un pequeño asentimiento.

—. Claro, el asunto es que debido a los postres le saldrá un costo adicional, hacemos las órdenes a la repostería de enfrente y quizás deba esperar un poco, puede regresar dentro de treinta minutos si desea, solo dígame qué postres desea. — Sacó una libreta y una pluma de debajo del mostrador para colocarlos sobre la superficie.

—. Mini red velvet, le gustan muchísimo y los esperaré. — Observó con atención como el rubio apuntaba mirándole de reojo.

—. ¿Está seguro? No tenemos sillas de espera, quizás no sea muy cómodo. — Hizo un gesto de desconcierto dejando la pluma en su lugar correspondiente.

—. No hay problema por eso. — Kurt asintió alejándose del mostrador para ir hacia el teléfono en la pared que estaba cerca de la caja registradora.

Llamó a la repostería haciendo el pedido de los postres, Dave terminó el arreglo yendo a la caja registradora junto a la chica de cabellos oscuros.

—. Oye, amigo, ella quiere tu número. — Soltó aquello con emoción en un murmuro, Kurt le observó de reojo sin soltar el teléfono.

—. Que lo siga queriendo. — Su tono fue serio y firme, sorprendiendo bastante a su amigo.

Dejó el teléfono de nuevo en su lugar yendo con el pelirrojo, se apoyó de vuelta en el mostrador con un gesto bastante tranquilo y dulce.

—. Tiene suerte, la orden vendrá en quince minutos, prepararé la caja y la rosa. — Se retiró yendo hacia el almacén y dejando a Dave junto a los dos clientes.

El castaño despidió a la chica que se fue un tanto molesta al no conseguir el número del rubio, pero es que cuando Kurt se negaba a algo solía ser bastante firme, no quería tampoco pasar sus palabras por alto.

Cuando el ojizafiro regresó colocó los materiales sobre la superficie, se sentó empezando a armar la caja con delicadeza, Axl observaba todo lo que hacía con atención.

Kurt era un joven bastante atractivo, rubio, orbes azules, tenía una sonrisa bastante encantadora y una personalidad bastante dulce, quizás por eso prefería que le ayudara él antes que el otro chico de cabellos castaños, éste parecía ser un tanto más grosero y Axl era una persona explosiva y agresiva, no saldría bien.

—. No quiero sonar entrometido pero, ¿Cuánto tiempo tiene junto a su esposa? — El rubio observó al hombre de reojo terminando de armar la caja.

—. Veinte años de matrimonio y veintidós de estar juntos, aunque hace unos años casi nos separamos. — Hizo una mueca que llamó la atención del menor, éste pareció interesado.

—. Mmh, supongo que tienen una relación bastante fuerte. — Tomó la caja donde iría la flor para quitarle las cubiertas de papel.

—. A veces lo dudo, pero eres joven, tú algún día también verás que no necesariamente deben pasar cosas difíciles para tener una relación fuerte. — Por primera vez se vio al ojiverde sonreír en lo que llevaba de estar llegando al local.

—. No soy taaaan joven, tengo veintisiete años. — Dejó la rosa dentro de la caja sin quitarle el papel que protegía de las espinas.

—. Tengo cincuenta y cinco años, eres un mocoso todavía. — Soltó una risita al ver el gesto de indignación del rubio.

—. Una disculpa, yo ni siquiera quería nacer. — Bromeó logrando escuchar de nuevo las risas del mayor.

La puerta se abrió dando paso a una mujer que llevaba el pedido de los postres, Kurt lo recibió mientras que Dave le dió el pago, el ojizafiro terminó de preparar el presente del pelirrojo y se lo entregó.

—. Los cambios son para ti, deja de meterlos a la caja. — Advirtió dándole el dinero y salió del local bajo la atenta mirada del rubio.

Bajó su mirada hacia el dinero y luego volteó a ver a Dave, ambos no pudieron evitar darse cuenta que estaban tardando en reaccionar, Cobain se ruborizó mientras que Grohl tuvo que retener una carcajada.

໒❛ 𝐌𝐀𝐋𝐀𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora