໒❛ 𝐌𝐀𝐋𝐀𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈

Capítulo diez

Kurt estaba muy risueño desde que llegaron al local, Dave no sabía exactamente porqué pero, sin embargo, le había llevado pastel y por eso suponía que tenía que ver con Axl, jugó con su tenedor observando al rubio con detenimiento.

Tenía su codo sobre el mostrador y acunaba una de sus mejillas en la palma de su mano, tenía una sonrisa bastante estúpida en sus labios y columpiaba sus pies dando ligeros golpes con el talón de sus botas a la silla alta donde se encontraba, aparte que parecía estar pensativo incluso cuando tenía que atender a alguien.

Su gesto se deformó cuando la puerta se abrió dejando ver a Krist y Chad, eso sorprendió a Grohl, eso fue el cambio radical más gracioso que había visto en su vida.

—. Olvídame. — El ojizafiro alzó su mano bajandose de la silla de un brinco para irse a esconder al almacén casi corriendo.

—. Quiero arreglar las cosas con él, Dave. Ayúdame. — El más bajo recostó su cabeza en el mostrador con un gesto de súplica hacia el muchacho de orbes oscuros.

—. Bueno, podrías empezar retractandote y luego pidiendo disculpas, pero dudo que quiera salir contigo, desde que llegó anda cara de imbécil enamorado y creo que tiene que ver con el señor Rose. — Explicó dándole otro bocado a su postre, Dave ya parecía estar muy equis con el tema, mientras Kurt fuera feliz.

—. Yo le dije que no tenía oportunidad frente a eso, menos con lo que descubrimos, el tipo es dueño de su propia disquera y está en el mundo musical desde muy joven, quiero que veas esto... — El más alto sacó su celular de su bolsillo con rapidez, lo desbloqueó y se lo pasó a Grohl que casi escupe lo que tenía en la boca.

—. A la bestia, ¿Ese era el señor Rose? — Tomó el aparato sin poder creerse lo que veía, se llevó una mano a la boca exagerando su sorpresa. —. ¡Kurt! ¡Ven a ver esto!

—. ¿Qué? Estoy ocupado. — El rubio salió del almacén acercándose a su mejor amigo con tranquilidad.

Dave extendió su brazo para mostrarle la pantalla del celular, el ojiazul se acercó observando la imagen con confusión, solo tardó cinco segundos en conectar puntos y un intenso rubor cubrió sus mejillas tomando el celular con rapidez.

—. No... ¡No mames! — Parecía estar mucho más sorprendido que su amigo, aunque era bastante obvio.

—. Sí, la foto es vieja y es de las pocas que se pueden encontrar en internet, pero ajá, el señor era bastante agraciado y si estaba con esa mujer era porque está idiota, a día de hoy muchas mujeres quisieran salir con él. Con eso quiero decir que, vaya Kurt, el don codiciado se fijó en ti. — Novoselic soltó una carcajada tras decir eso notando como el rubio seguía con sus mejillas aún ruborizadas, le devolvió el teléfono luego de eso.

—. Yo no pedí enamorarme de Axl, solo tuve suerte. — Alzó sus manos haciendo un gesto bastante gracioso, Dave soltó una carcajada y metió su mano a su mochila para sacar las lentes de sol de pasta blanca de Kurt y se los colocó para al mismo tiempo devolverselos.

—. Así que, ¿Si te gusta? — El rubio se dió cuenta de lo que había dicho hasta que Krist hizo esa pregunta, su rostro tomó un intenso color carmín.

—. Yo- No es lo que quería decir.... Es solo que... — A su cabeza solo llegó el vago recuerdo de la conversación del día anterior, se sentía tan abochornado que no sabía que decir.

Todos voltearon hacia la puerta cuando se abrió dandole paso al tema de conversación, Axl se adentró al local con un gesto bastante tranquilo pero Kurt no estaba tranquilo, estaba al borde de una crisis mientras que Dave y Krist solo le miraron con malicia, el de orbes oscuros le dió un empujón haciendo que se acercara al mostrador.

—. Eh, je, hola. — Se levantó los lentes dejándolos sobre sus cabellos, al mismo tiempo estos ayudaban a que sus mechones no cayeran sobre su rostro.

—. Hola. Oye, quería hacerte una pregunta, ¿Hacen arreglos florales para eventos importantes? — Los dos empleados y amigos se voltearon a ver al mismo tiempo con confusión.

—. Sí, por pedido principalmente. — Llevó sus manos a su espalda columpiándose en su lugar, había ido por cuestiones laborales, por tanto no se pondría a coquetear con él.

—. Unos amigos se casarán este fin de semana y la florería les canceló el pedido, ¿Podrían hacerlo aquí? — El gesto del mayor era de preocupación, tanto Dave como Kurt dudaban de si eran capaces de un pedido tan grande en tan poco tiempo.

—. ¿Cuántos arreglos deben ser, señor Rose? Es decir, Kurt y yo solemos hacer arreglos para bodas pero no con un plazo tan corto. — Explicó Dave, el rubio se sorprendió ante el hecho de que su amigo tratara a Axl con respeto.

—. Son cien arreglos los que faltan más el ramo, ¿Es demasiado? — Los menores se pusieron a hacer cuentas de cuánto tiempo les llevaba hacer un arreglo completo.

—. No es imposible, sin embargo requiere un esfuerzo, ya que, sin contar hoy, solo nos quedan cuatro días y por las mañanas es cuando más trabajamos, ¿A qué hora es la boda? — Esta vez habló el rubio sacando su libreta de debajo del mostrador junto a una pluma.

—. Es a las tres de la tarde, en el gran salón de festivales saliendo de la ciudad. — Axl odiaba tener que hacer ese tipo de favores, pero sus dos amigos estaban demasiado ocupados para ir ellos por su cuenta.

—. ¿Tiene una temática? ¿Flores en específico o al azar? — Al recibir una negativa por parte del pelirrojo el menor siguió apuntando en su libreta.

—. En total son cientoun arreglos, usaremos rosas y camelias, debido a que el lugar del evento está a dos horas de aquí, saldríamos de aquí a las nueve para estar unas horas antes del evento y haríamos entrega de ellos. ¿Algo más? — Grohl fue diciendo todo aquello conforme leía los apuntes deformes del rubio en la página llena de manchones y garabatos.

—. Sí, quiero que Kurt sea mi acompañante.

Los dos amigos se quedaron sorprendidos y alzaron su mirada casi al mismo tiempo hacia Rose, éste parecía seguro de lo que había dicho, Cobain sintió el corazón en la boca y no sabía cómo responder.

—. Él quiere decir que sí, pero está nervioso. — El castaño se alejó unos pasos de su mejor amigo tras decir eso.

—. ¡David! Pero... Tiene razón...