Capítulo seis

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Kurt se acomodó su abrigo cuando él, Dave y Karen se detuvieron frente a la puerta del local donde los dos muchachos trabajaban, se adentraron cuando el castaño abrió la puerta dejándoles el paso.

—. Oigan, allá vienen Krist y Chad. — Avisó la chica rubia, al ser la última en entrar al local se dió cuenta de eso, el chico se apresuró a irse a meter tras el mostrador llevándose con él la caja que llevaba en sus manos.

—. Ojalá tengan planes para hoy, me urge irme de peda. — Admitió el castaño yendo a sacar los globos del almacén.

Los dos chicos castaños se detuvieron frente a la puerta, hicieron señas y muecas frente al vidrio intentando llamar la atención de todos, Kurt solo hizo un gesto de disgusto que le causó gracia a la chica de orbes azules, el chico de orbes oscuros fue a abrir la puerta dejando entrar a sus dos amigos.

—. Bro, habrá una fiesta en casa de Sid y Nancy, nos acaban de invitar. — Krist le dió un abrazo rápido a Dave adentrandose a la tienda y tras él iba Chad.

—. ¿No quieres ir conmigo, Kurt? — El más bajo se apoyó en el mostrador con una sonrisa coqueta, el mencionado solo alzó una ceja antes de dejar escapar una carcajada bastante sonora.

—. Obvio que no, ni siquiera voy a ir. — Sacó una de las libretas de debajo del mostrador para empezar a revisar si habían pedidos para ese día.

—. ¿Puedes dejar de rechazarme? ¿O es por ese viejo verde que viene todos los días? Por favor, Kurt, el tipo está casado y él quedaría bastante mal si es que le gustas. — El rubio se le quedó viendo con la mandíbula tensa, Karen y Dave hicieron un gesto de preocupación.

—. ¿Celos o reclamos? No tienes derecho a ninguna de las dos porque solo eres mi amigo y si sigues mamando riata ya ni mi amigo serás. — Le advirtió retomando la revisión a la libreta logrando que todos se quedaran en silencio, menos Karen que se rió a carcajadas.

—. Te lo mereces, Chad. — Soltó la chica en cuanto se relajó acomodando sus mechones dorados.

Dave fue a abrir el local en cuanto terminaron de arreglar y se despidieron de sus amigos, la fluencia no era tan alta y eso les animaba a tener arreglos ya listos, el sonido de la campana les hizo alzar la mirada, Kurt se sorprendió de ver a la mujer de la fotografía del día anterior adentrarse al local junto a un hombre que claramente no era Axl.

Ambos se voltearon a ver y Dave sacó su celular de forma disimulada fingiendo que jugaba, el rubio se acercó al mostrador con un gesto amable bastante fingido.

—. Buenos días, ¿En qué puedo ayudarles? — El hombre le dió la pareja a la castaña de orbes color turquesa.

—. Agh, no sé que llevarle. — Cruzó sus brazos sobre su pecho mostrando un gesto de duda, Kurt no pudo evitar mostrarse confundido.

—. Amor, entonces no le lleves nada, no estás obligada. — Ese apodo encendió todos los focos de alerta del ojizafiro.

—. El idiota ha estado llevándome regalos tontos estos días, tal vez llevándole algo deja de molestar. — La mujer volteó a ver hacia los estantes dónde estaban los globos.

Kurt sintió cierta tristeza al escuchar la forma en que la mujer se refirió a los presentes que el pelirrojo le había estado llevando, Dave notó eso pero no se apartaba de su celular, el menor ni siquiera se percataba de eso por estar concentrado en mentarle la madre a la mujer en su cabeza.

—. Con un arreglo de globos estaría bien. — Concluyó la castaña dirigiéndose al rubio que les estaba atendiendo.

El chico asintió yendo a traer uno de los arreglos que se encontraba en los estantes, lo arregló con cuidado antes de pasárselo a la mujer, le entregó el dinero, devolvió el cambio viendo como la, por lo que parecía, pareja salía del local.

—. Revisa tu teléfono. — Avisó Dave guardando su celular en el bolsillo de su pantalón.

Cobain obedeció sacando ahora el suyo, entró al chat que tenía con Dave donde habían dos mensajes, primero una fotografía de la mujer junto a aquel hombre y un audio, al darle play se escuchaba la pequeña conversación que habían tenido.

Observó de reojo a su amigo que tenía una sonrisa satisfecha, guardó de nuevo su celular en su bolsillo, retomando su trabajo cuando más personas empezaron a llegar por arreglos y demás cosas.

Fue al almacén para ir a traer más materiales, cuando salió justo iba entrando Axl al local, no sabía si decirle lo que había sucedido por la mañana o no, no era su responsabilidad pero él era una buena persona, al menos a simple vista eso aparentaba. Se acercó al mostrador dándole un vistazo rápido a la caja que había llevado, era una tarta de naranja que había preparado para que, supuestamente, el pelirrojo la llevara ese día como un presente, pero teniendo en cuenta lo sucedido, no quería que se lo diera a esa mujer.

—. Eh, bienvenido, señor Axl. — Él y Dave intercambiaron miradas sin saber qué hacer, ambos estaban en contra de las infidelidades.

—. Te puedo asegurar que hoy no tengo idea de que llevar. — Aseguró el ojiverde soltando una risita, Cobain no pudo evitar soltar también una aunque muy leve.

—. Um... Señor Axl, yo... Creo que hay algo que debe saber, pero no es el lugar correcto para hablar. — Al pelirrojo le extrañó un poco lo que el menor dijo, sin embargo parecía estar un tanto preocupado. —. Es mejor hablar afuera.

—. De acuerdo. — El chico sacó la caja del mostrador y salió yendo junto al hombre de mayor edad, Dave entendió que sería una conversación larga así que se aseguró de tener arreglos listos.

Axl llevó al rubio a su auto y abrió la puerta de copiloto, el menor un tanto apenado y murmurando un «Con permiso» se subió dejando la caja sobre sus muslos, el pelirrojo subió al piloto viendo como el menor sacaba su celular de su bolsillo.

Abrió la imagen que el castaño le había sacado a la mujer y le pasó el aparato al mayor, éste al principio pareció confundido hasta que el rubio se inclinó hacia el celular para poder buscar el audio, Axl observó con atención el rostro del ojizafiro hasta que se apartó dejando que el audio se reprodujera.

El ojiverde se quedó en silencio incluso cuando el audio se cortó, Kurt en verdad se sentía muy apenado de ser él quién le mostrara esa situación. Mordisqueaba su labio jugando con sus dedos de forma nerviosa, volteó a ver al mayor de reojo al no escuchar ni una palabra.

—. ¿Y eso? — Señaló la caja mientras le devolvía el celular, el rubio lo tomó metiendo el aparato a su bolsillo.

—. Ah, yo... Lo hice para usted. — Confesó con un rubor en sus mejillas pasándole la caja con rapidez.

—. Muchas gracias, y gracias por decirme sobre eso, yo lo solucionaré. — Dejó escapar un suspiro tomando la caja, levantó un poco la tapa y una sonrisa curvó sus labios al ver el postre dentro.

—. De acuerdo, volveré al trabajo. — Estuvo a punto de bajarse del auto pero el mayor le tomó por el brazo para evitar que se fuera tan rápido.

—. ¿A qué hora sales? — El rubio se quedó sorprendido por unos segundos, volteó a ver al pelirrojo notando que estaba bastante sereno.

—. A las cuatro, bueno, cerramos a las tres y treinta pero debo organizar antes de irme. — Explicó soltando una risita un tanto nerviosa.

—. Te vendré a buscar.

໒❛ 𝐌𝐀𝐋𝐀𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora