𝔩𝔦𝔱𝔱𝔩𝔢 𝔰𝔱𝔬𝔯𝔦𝔢𝔰

La leyenda de la melodía del piano

|Leyenda al estilo de Bécquer (o quizá un intento)|

Me dijeron que no debía seguir la melodía del piano a medianoche, ya que era una maldición según la gente del pueblo, pero la preciosa música que salía de aquel instrumento me había arrastrado hasta aquí, una casa al parecer abandonada en la que se veía perfectamente cómo la madera estaba desgastada y alguna ventana rota.
Inseguro, me adentré en el lugar. Tenía la esperanza de que la mujer de mis sueños estuviera sentada tocando el piano con sus delicadas manos y con sus azules ojos como el mar mirando las teclas. Abrí la puerta y me encontré a una chica, que al ver que estaba en la puerta dejó de tocar y me miró. Aún con la poca luz se podían apreciar esos ojos azules de los que me enamoré nada más verlos.

-¿Quién es usted, qué hace aquí?, -preguntó la mujer.
-Escuché el sonido del piano y me gustó cómo sonaba, ¿Y qué hace usted aquí, en una casa abandonada tocando un piano?, -le respondí.
-Simplemente me relajaba, -respondió. Y siguió tocando el piano.

Cada vez sentía más cómo me adentraba en la canción con cada nota y sentía cómo inconscientemente me estaba acercando a la mujer. Ella sonrió ladinamente y me preguntó:

-¿No le dijeron que no viniera aquí?, -preguntó sonriente.
-Sí, pero me dejé guiar por la música y por mi sueño de conocer a la mujer de mis sueños, con unos ojos azules como el mar, justo como..
-Los míos, -dijo sin dejarme acabar.
-Sí, -respondí, embobado. Ella dejó de tocar, se levantó y se dirigió a mí.
-¿Y qué insinúa?, -dijo con las manos en la cintura.
-Que me he enamorado tan solo de ver sus preciosos ojos, -añadí
-¡Qué bonito! ¡Qué bonito es el piano! ¡Qué bonito es tocarlo! ¡Y qué bonita es su melodía!, -exclamó ella con una leve risilla.

En ese momento empecé a escuchar mal y a ver borroso. La leyenda de la melodía del piano era cierta y había caído en su hechizo por mi amor a la música y a las mujeres de ojos azules.