No quise adentrarme más y volví a mi bote encaminándome a otro destino.
Volví a perder la noción del tiempo. Esta vez no tenía provisiones y estaba hambriento.
Encontré otra isla, donde no dudé en acercarme para recoger provisiones. Pero di con la peor isla de todas, la isla de los Cíclopes.Estos eran pastores salvajes, caníbales y fuera de la ley que no temían a los dioses ni a los hombres. Aquí seguramente encontraría comida que no fuese loto. Y así fue, con toda la sutileza del mundo pude llevarme otras cuantas manzanas. No era mi plan quedarme en esta isla, así que volví a mi bote para encontrar de nuevo un destino.
Mi siguiente parada fue la isla de Eolo, gran señor de los vientos que llevaba instalado en la isla controlando las idas y venidas de todos los vientos desde el principio de los tiempos.Decidí quedarme un largo tiempo hasta recuperarme de todo lo vivido por el momento.
A los pocos días de llegar, un señor me vio y me ofreció un hogar. Allí estuve unos 5 años de mi vida, los cuales sobreviví gracias al señor que se convirtió en mi maestro, al que le agradezco por ayudarme y darme de comer para salir adelante. Me recomendó que llegara a Ítaca, y así haré.
Me fui en bote, encontrándome tras unos días con la isla de los Lestrigones.Vi al gigantesco rey Antífates comerse a un hombre. Este me vio y dio un grito, haciendo que miles de enormes lestrigones me persiguieran lanzándome rocas. Sin saber cómo, salí ileso de allí deseando nunca volver.
Llegué a la isla de Circe, hechicera que habitaba en esas tierras.Entré a su palacio, encontrándome con que estaba convirtiendo en animales a unos hombres. Ella me vio indefenso y me quiso ayudar para llegar a Ítaca por dos rutas alternativas después de bordear la isla de las sirenas, podía dirigirme hacia las rocas errantes o pasar entre la peligrosa Escila y el remolino de Caribdis:
-Navegarás cerca del islote de las Sirenas, las que hechizan a todo aquel hombre que se acerque a ellas. Todo aquel que escuche su voz será afectado por la locura y morirá ahogado en las aguas que rodean la isla.
Con aquella advertencia me dirigí hacia la isla de las sirenas con tapones en los oídos para no morir ahogado. Circe me aconsejó pasar junto a Escila de manera sigilosa, y así lo hice, sin que Escila me devorase.
Estaba agotado y necesitaba un descanso, encontré la isla de Helios en la que me quedé solo un par de días para recomponerme y volví rumbo a Ítaca.
ESTÁS LEYENDO
𝔩𝔦𝔱𝔱𝔩𝔢 𝔰𝔱𝔬𝔯𝔦𝔢𝔰
Randomᴘᴇǫᴜᴇñᴀs ʜɪsᴛᴏʀɪᴀs sᴏʙʀᴇ ɪᴅᴇᴀs ǫᴜᴇ sᴜʀɢᴇɴ ᴇɴ ᴍɪ ᴄᴀʙᴇᴢᴀ ᴇᴍᴘᴇᴢᴀᴅᴀ: 14/11/21 ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴀ: ??/??/??