𝔩𝔦𝔱𝔱𝔩𝔢 𝔰𝔱𝔬𝔯𝔦𝔢𝔰

El último abrazo

Cuando pierdo algo, mi madre siempre dice que piense en dónde lo dejé la última vez. Y eso es lo que voy a hacer: intentaré recordar dónde dejé aquel abrazo.
Ese cálido abrazo que hacía que me olvidase de todo, cerrara los ojos y todo lo de alrededor de mi desapareciera haciendo que solo existiera aquel abrazo.
Ese abrazo que solo mi hermano sabe darme para olvidarme de todo, lo echo mucho de menos.
Os voy a contar la historia de mi deseo de poder volver a abrazar a mi hermano.

Hace muchos años, mi hermano, mi familia y yo íbamos en nuestro coche de camino a comprar, en un descuido de mi padre, que iba conduciendo, tuvimos un accidente. Mis padres salieron ilesos, obviamente con heridas, pero mi hermano y yo estábamos graves.
Nos trasladaron al hospital y empezaron a conectarnos en máquinas, controlando nuestro pulso y mirando que no nos quedáramos sin aire.
Miré la máquina donde decía el pulso de mi hermano, estaba normal, tampoco perdía aire, al
menos él está bien.
Escuché a los enfermeros decir que yo estaba perdiendo aire, notaba como se me empezaban
a cerrar los ojos, puede ser que muera, pero siempre recordaré el último abrazo de mi hermano. Pasó un tiempo y yo no sentía nada, ¿había muerto?, no lo sabía.
De repente me encontraba en el cielo, estaba apoyada en unas nubes, vestida de blanco y descalza. Comencé a llorar, había muerto y no pude darle a mi hermano el último abrazo, lo había perdido, había perdido a la persona a la que más quiero en este mundo.