Me di la vuelta y me encontré con una horrible imagen, los soldados habían matado a mi madre.
Con lágrimas en los ojos, tratando de procesar lo que había ocurrido, corrí con todas mis fuerzas hacia fuera de la muralla. Conseguí salir sin ser visto por un pequeño hueco que se había hecho por la gran cantidad de fuego. No podía creer lo que acababa de pasar, había sido todo muy rápido.
Me alejé todo lo posible de allí, dándome cuenta de que no sabía volver, aunque tampoco es que quisiera. Todo lo que quería en este mundo era a mi querida madre, que había sido asesinada.
Después de unos días caminando llegué a una nueva ciudad. Vi que había un cartel donde indicaba que estaba en la isla de los Cícones.Me adentré hacia la ciudad y encontré un puesto donde vendían frutas y verduras, pero no tenía dinero con el que pagar. Cuando la señora que atendía el puesto se distrajo un momento, aproveché y robé unas cuantas manzanas.
Seguí investigando la ciudad observando cada rincón hasta que vi una tienda en la que vendían juguetes de madera. El señor a cargo de la tienda me habló:-Buenos días muchacho, ¿qué te trae por aquí?
-Buenos días señor, solo estoy observando los juguetes.
-Jamás te vi por la ciudad, ¿nunca has venido a mi tienda? ¿O acaso no eres de aquí?Esto último me lo dijo de forma acusadora, seguramente en esta ciudad no aceptaban a gente que no fuera de aquí. Con todo el nerviosismo del mundo le contesté:
-Por supuesto que soy de aquí, solo que nunca me pasé por su tienda, cosa que debería haber hecho antes. ¡Estos juguetes son hermosos!
-No te creo muchacho, conozco a todas las personas que viven aquí. No te muevas, llamaré a los soldados para que te lleven.No pensaba quedarme y morir por no pertenecer a la tribu de los Cícones. Salí corriendo de la tienda para salir de la ciudad. Los soldados no lograron alcanzarme. Encontré un bote para ir navegando hacia mi nuevo destino con mis manzanas como provisiones.
Estuve mucho tiempo navegando, quizá unos días, quizá un mes, quizá dos, o quizá un año. Había perdido la noción del tiempo, y hace mucho que me había quedado sin las provisiones que robé en la isla de Cícones.
Por fin vi tierra, me acerqué a ella y vi una ciudad. No me hizo falta buscar ningún cartel para saber que me encontraba en la isla de los Lotófagos, lugar del que mi madre me había hablado, donde los frutos y flores de loto eran el principal alimento de la isla y eran un narcótico que hacía que los habitantes se durmieran en una pacífica apatía.Después de comer el loto, se olvidaban de su hogar y de sus seres queridos, deseando quedarse con aquellos que comían loto. No quise adentrarme más y volví a mi bote encaminándome a otro destino.
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𝔩𝔦𝔱𝔱𝔩𝔢 𝔰𝔱𝔬𝔯𝔦𝔢𝔰
Randomᴘᴇǫᴜᴇñᴀs ʜɪsᴛᴏʀɪᴀs sᴏʙʀᴇ ɪᴅᴇᴀs ǫᴜᴇ sᴜʀɢᴇɴ ᴇɴ ᴍɪ ᴄᴀʙᴇᴢᴀ ᴇᴍᴘᴇᴢᴀᴅᴀ: 14/11/21 ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴀ: ??/??/??