Significado

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Kris miró fijamente a su amigo, cuya mirada se desmoronaba poco a poco por las lágrimas. Lentamente se acercó a él y lo atrajo a sí, para darle un abrazo: el primero dado con toda sinceridad. Luego, como en su sueño, acercó la mejilla a la de su amigo, para con un susurro solo lograr decir: - Pero si yo te amo.

Ralsei se estremeció y su respiración se hizo entrecortada. Sintió como un fuego lo consumía desde adentro y miles de mariposas revoloteaban fuera de su cuerpo, aunque no sabía darle nombre a lo que pasaba.

-K-kris, y-yo no sé lo que eso significa...-dijo un tanto apenado con la situación.

-Eso significa... que no puedo dejar de recordarte, de soñarte. Nunca tuve un amigo así de paciente y cariñoso como tú. No quiero estar nunca más lejos de ti. Eres la luz de mi vida, por completo.

El pequeño mago empezó a temblar. Nunca había escuchado de parte de Kris todas esas palabras. Se asía fuertemente a sus brazos, como si no se quisiera soltar nunca más. Lloró suavemente y dejó que su alma liberara todo cuanto sentía, hasta estar vacía.

Eso quería decir que ambos sentían lo mismo:

-Entonces te he amado toda mi vida- contestó Ralsei con un pequeño suspiro.

La timidez de ambos los detuvo por varios segundos, inmóviles, hasta que se soltaron del todo, desviando la mirada, sin saber que hacer.

Ralsei acomodó sus manos tras la espalda, pero de un momento a otro, por impulso, una de ellas se acercó al cabello del humano, acariciándole y enredando mechones entre sus dedos con sumo cuidado, despejando la frente de Kris y dejando sus enigmáticos ojos al descubierto.

-¿S-sabes? Una de las cosas más bonitas que recuerdo del mundo de la Luz, son tus ojos. Me ponía triste ver como poco a poco los ocultaste, por miedo al rechazo- dijo con una voz tan suave como la brisa de un día de primavera. Se acercó un poco más para apreciarlos, mientras Kris desviaba la mirada con sonrojo evidente.

- Soy feliz si solo tú lo crees así. Cuando estemos a solas, prometo que siempre los verás. Es el único regalo que tengo para tí por ahora- respondió, tratando de fijar su vista de nuevo, solo para comprobar la dulzura y sinceridad del otro.

Ralsei acercó lentamente su cara y besó tímidamente la frente de Kris, a quien pareció el tiempo detenerse ese instante. El pequeño pronto se consumió por el rubor. Nunca había hecho algo como eso, y sintió un dolor ansioso en el pecho, que lo obligó a retroceder, buscando salir de aquel salón, pero no podía moverse.

-¡Ya bésense de una maldita vez! ¡Dios, que ansiedad, arrrghhhh!

Susie surgió desde la escalera con la cara algo colorada. Había escuchado todo, pero no los quería interrumpir, aunque como siempre le ganó su impaciencia.

-¿S-susie? ¿Volviste aquí?

-Claro, ahora que ya le confesaste que eres un Darkner único y especial, y puedes mantenerte igual en nuestro mundo, lo justo es que nuestro amigo tenga el agrado de verte hacerlo ¿no lo crees, mi rarito favorito?

Kris parecía emocionado con la idea, tanto que por un momento olvidó reacomodarse el cabello, por lo que Susie lo vio extrañada, abriendo los ojos de par en par. Con el tiempo había olvidado como lucía su amigo sin las sombras de su cabello cubriendo su rostro. Algo incómodo, ordenó su cabello en silencio, aunque seguía teniendo una sensación agradable que recorría todo su cuerpo.

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