Ema Charles no suele meterse en problemas, con mucha frecuencia al menos. Pero da la casualidad que su curiosidad la llevo a un lugar complicado, en un momento inoportuno.
Asher James no es de involucrarse mucho con las personas, además tiene un sec...
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—No yo...— Yo no quiero nada, puede quedarme callada y ya, pero, si había algo que quería. Y quizás Asher podría ser la solución. —Asher ¿Y si sales conmigo?
La sorpresa que invadió las expresiones de su rostro, bueno, creo que fue un poco divertido. Y me hubiera permitido soltar una carcajada, sino es porque el castaño ante mi parece estar a punto de llamar a la policía.
—Oye, Ema... Me siento halagado, pero yo realmente...
—Se que no te gusto Asher, y para ser sincera tampoco estoy muy interesada en ti...
—Y entonces... ¿Por qué? No entiendo
—Sal conmigo, y a cambio no diré nada—. Sujeto su brazo cuando se levanta, sé que me está tomando por loca. —Seria como un trato, has esto por mí. Y hare algo por ti.
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Nota de autora: Y es esta, la primera parte de "Las canciones que somos" titulada "El encuentro entre canciones"