Entre Demonios & Ángeles } KookV

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El día era cálido, tal y como a Taehyung le gustaba pues por otro lado aborrecía el invierno, pensaba que eran días demasiado tristes y nublados como para hacer algo. Por suerte, faltaba bastante para esa época del año.

Continuó moviendo la tierra y acomodándola para poder poner las semillas, tal y como Jungkook le había enseñado y visualizó en su cabeza sus grandes y a la vez finas manos sobre las suyas guiándolo en el proceso, pensaba a menudo en ello, en él ¿Por qué? 

Luego comenzó a pensar en el peligro que correría Jungkook si era descubierto por los demonios, lo asesinarían, sin dudarlo, cualquiera que supiera de ello así que solo sabia que su misión era protegerlo. 

Si el estaba ahí, podría hacerlo.

—¿Qué haces? —escuchó.

Elevó su vista, Yeri estaba ahí mirándole con aquella cara de desagrado que solo ponía cuando estaban solos.

—Oh, hola, cuido la cosecha y planto algunas semillas —respondió tranquilo.

—Si, que lindo —dijo mirando lo que hacia con los brazos cruzados—, Taehyung, por cierto, ¿Puedo pedirte algo?

—Claro —respondió— ¿Qué es?

—No te metas entre Jungkook y yo —dijo corto.

Taehyung se detuvo en lo que estaba haciendo, notó como la chica intentó sonar amable pero no funcionó, a cambio casi escupe sus palabras pues él sabia muy bien que Yeri lo odiaba. 

—¿A qué te refieres? —preguntó confundido.

—Amo a Jungkook, y tu solo, lo distraes —hizo una pausa y continuó—, ¿Te gusta?

—¿Q-qué? No... yo solo, no he hecho nada para entrometerme o algo así. 

—Eso espero, Tae.

Y después de esas palabras la chica se marchó.

¿Había sido una amenaza?

El no tenia nada que ver con Jungkook en esos ámbitos, ¿Cierto? Al menos, no había hecho nada para entrometerse en lo que sea que Yeri piense. 

"Creo que coquetearé más contigo" Recordó las palabras de Jungkook el día anterior y sus mejillas se coloraron como tomates enseguida.

Yeri era una chica linda, cabello largo, cuerpo lindo, rostro angelical ¿Por qué no se fijaba en ella y le decía esas cosas a ella? Quizás Jungkook sentía las mismas malas vibras que él y por eso no lo hacia. No lo sabía, sin embargo el hecho de imaginarlo con ella le molestó un poco.

—Concéntrate Taehyung, tienes solo un objetivo —se dijo así mismo continuando lo que hacía.

Hasta que de pronto comenzó a escuchar un tarareo suave proveniente desde sus espaldas. Reconoció enseguida la voz de Jungkook y sonrió dejando los guantes y los materiales que estaba ocupando regados sobre el suelo, salió del pequeño huerto y rodeó la casa siguiendo su voz, una vez le encontró estaba de espaldas hacia el menor por lo que no le había visto aún. Quedó por algunos segundos embelesado en su tarareo dándose cuenta que tenia una voz muy suave y dulce. 

Así que se acercó sigilosamente por su espalda y cuando estuvo lo suficientemente cerca tapó sus ojos con las palmas de sus manos tratando de contener una pequeña risita que quería escapar de sus labios.

Jungkook puso sus manos sobre las suyas, sintiéndolas y lo supo de inmediato.

—Taehyung —pronunció con una sonrisa.