Hoja en Blanco -KookV- [omegaverse]

07

El pasado cuenta una historia.

La noche había llegado con mucha rapidez, acompañada de un frio muchísimo mas intenso. Las estrellas brillaban en el cielo nocturno mientras que la enorme luna se encargaba de alumbrar la ciudad con una luz blanquecina que generaba en la nieve cierto brillo radiante.

La brisa era suave, pero suficientemente fría como para irritar la piel de las personas.

Los pies del omega tocaron el suelo frio de su habitación, o la que solía utilizar cuando se quedaban en la casa del alfa. Cerró sus ojos y relamió sus labios. Se puso de pie por un corto tiempo, pues un intenso mareo provocó que volviera a sentarse sobre el cómodo, suave y esponjoso colchón de la cama. Llevó una de sus manos a su frente y luego la dirigió a su pecho. Se supone que allí debería de estar esa cadenita de oro que rodeaba y decoraba su cuello, pero a causa de un problema se la había entregado a Beomgyu, prometiéndole que con esa cadenita no estaría solo, pues era muy especial.

Refregó su rostro con ambas manos y mordió su labio inferior con delicadeza. Se colocó sus pantuflas, se puso de pie y caminó hacia la puerta de salida.

Una vez en el pasillo, no dudó en dirigirse hacia el cuarto en donde dormían sus pequeños cachorros.

- Hola niños..

La luz de la habitación aún estaba encendida. Hana estaba jugando con un peluche que recientemente había sido regalo de Jimin para ella, un tierno y regordete perrito con traje amarillo, al cual, se le podía quitar su capucha. Por otro lado, Beomgyu estaba con un libro de cuento en sus manos, y con la espalda pegada al respaldar de su cama.

- ¡papi! -gritó la niña con una sonrisa, haciendo que Beomgyu quitara la vista del libro y mirara a su padre.

- Hola hermosa.. -le contestó él peli gris con una sonrisa. Luego caminó entre medio de las camas y se sentó en la azul de su cachorro- ¿que lees amor? -con cuidado acarició con una mano la mejilla de su hijo.

Realmente su niño de tan solo cinco años sabía leer a la perfección ya que una vez le había pedido a él mismo que le enseñara. Aún recordaba la primera vez que le pidió tal cosa, no iba a mentir, eso le había sorprendido bastante pero aún así no se molestó en enseñarle, y aunque creía que sería algo complicado, pues el cachorro solo tenía cuatro años cuando se lo pidió, claramente no fue como se lo imaginó. Beomgyu era un niño bastante inteligente por lo que no le costó mucho comprender el método de lectura. Por otro lado, a Hana no le importaba en lo absoluto aprender tal cosa por el momento, por lo que Taehyung imaginó que eso sucedería cuando la niña entrara a la escuela primaria, algo que ocurriría el siguiente año entrante.

- un cuento que me regaló Jimin hyung. -contestó.

- eso es lindo Beomie, pero es hora de dormir -el niño elevó su rostro y conectó sus ojitos negros con los, ahora celestes, de su padre- eso va para ti también Hana.