Hoja en Blanco -KookV- [omegaverse]

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Herederos.

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"Prométeme que en otra vida, en otro mundo, en otro universo, haremos todas las cosas que no pudimos hacer juntos ahora".

"Te lo prometo".

- V and I

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"Fui condenado a quererte sin razón".
- Jk.

Para cuando regresó a la casa, el sol ya se había escondido.

Estuvo al menos diez minutos dentro del vehículo; aun estaba confundido y demasiado aturdido. Cada vez que lo pensaba descubría nuevas facetas en ese asunto.

Bajó del auto cuando lo vio necesario y permitió que el empleado subiera para guardarlo con el resto. Suspiró cuando vio la puerta de entrada; sabía que debía enfrentar ese problema tarde o temprano. No podía huir para siempre. Subió los escalones conteniendo la respiración; se suponía que irse lo ayudaría a calmarse, pero no fue así,  sino todo lo contrario. El estar sólo avivó los pensamientos intrusivos en su cabeza. No pudo estar tranquilo un solo segundo.

Abrió la puerta de entrada con su propia mano, primero hubo silencio. Caminó por un pasillo hasta llegar a una habitación. Se quedó en el marco de la puerta observando a nadie mas que al pequeño que descansaba plenamente en su mundo. Había una sola enfermera, quien estaba seguro, notó su presencia pero luchó por pasar desapercibida.

Jeon esta vez no tuvo el valor de acercarse a Beomgyu, simplemente se conformó con mirarlo de lejos y comprobar con sus ojos que estaba, dentro de todo, bien.

¿Cómo podría enfocarse en Taehyung, cuando su prioridad debería ser el niño?. Y también Hana. No era momento de discutir, sin embargo, un asunto tan delicado como la salud de un lobo, la vida de un omega y la mera existencia de un cachorro, pendían de un mismo hilo.

Era un caos. Y en ese mismo agujero, estaba Beomgyu luchando contra su lobo en medio de una incertidumbre que no daba lugar a la certeza de saber cuando despertaría. Apenas se sabía si lo haría. Todos trabajaban con posibilidades o probabilidades; la idea de.. ahora era la base de las teorías que manejaban en cuanto a la vida de su cachorro.

Y por otro lado estaba HaNeul, una pequeña lucecita a la cual se le debía cuidar su brillo, pues en el primer descuido podría apagarse e invadirse por una tristeza que no era propio de ella.

Jungkook en ese momento solo tenía la certeza de una sola cosa y no importaba cuan egoísta fuese, no podía aceptar a ese cachorro, no si eso significaba perder a Taehyung.