Capítulo 6

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Bella

Al día siguiente me levanto, me doy una ducha y me cambio de ropa. Hoy decido hacerme unas trenzas, eran de boxeadora, mis favoritas.

Cuando termino cojo mis cosas y salgo de la habitación. Al entrar en la cocina me siento y empiezo a desayunar.

Mi madre me sonríe— Buenos días hija.

—Buenos días.

—¿Cómo has dormido?

Me encojo de hombros— Bien— murmuro, mientras sigo desayunando.

—Me ha dicho Cameron que ayer estuviste hablando con Tyler— dice, puedo notar la emoción en su voz.

Pongo los ojos en blanco, siempre era lo mismo. Mis padres sabían de sobra lo mucho que nos odiábamos y que jamás nos llevaríamos bien. Pero mi madre tenia la esperanza de que nos volviéramos a llevar bien como cuando éramos pequeños. Lo que ella no quería aceptar era que jamás volveríamos a ser los de antes.

—Yo lo llamaría discusión, más bien— murmuro.

La escucho suspirar— También me dijo que estuvo jugando con él al fútbol. Recuerdo que a ti te gustaba mucho jugar con él al fútbol, pero sobretodo al tenis. Se os daba bien, ¿Por qué no volvéis a jugar juntos?

Era verdad, cuando éramos pequeños nos encantaba practicar deporte juntos, sobretodo al tenis, era el que más nos gustaba. Solíamos hacer equipo y éramos bastante buenos. Pero ahora todo era diferente y esos momentos jamás volverían.

—Preferiría suspender un examen a volver a jugar con él— musito, girando los ojos.

Y ella sabia que decía la verdad, me conocía demasiado bien como para saber que ni en un millón de años seria capaz de suspender un examen.

—Hija, él...

—Me voy al instituto— digo, levantándome, sin querer seguir escuchando.

Gruño al salir de casa, justo de la casa de al lado también acababa de salir él. Al verme sonríe como tanto odiaba. Lo ignoro y me dirijo hacia el coche.

Justo cuando abro la puerta y estoy a punto de subirme lo escucho.

—Buena suerte en el trabajo con tu compañero, la vas a necesitar— me dice burlón.

Me giro y lo fulmino con la mirada— No la necesito y menos de ti, puedo ganarte con quien sea.

—Eso ya lo veremos— se dirige hacia su coche.

—Estúpido Evans— murmuro—, te vas a arrepentir.

Subo al coche y me pongo en marcha hacia el instituto.

Nada más bajar del coche y cerrar la puerta unos brazos me rodean con fuerza. Sonrío al saber quien es.

—¡Bella!

—Hola Ellie.

—¿Qué tal estas? ¿Ha pasado algo interesante?

En ese momento el recuerdo de ayer por la tarde llega a mi mente. Suspiro.

—Si yo te contara lo que paso ayer...

—¿Qué paso?— me pregunta preocupada.

—Luego te lo cuento, pero ya te puedes imaginar de quien se trata.

De pronto me doy cuenta de que Ellie no me estaba prestando atención, sino que estaba mirando algo detrás de mí. Me doy la vuelta y entonces lo veo. Sonrío, sin duda mi amiga era un caso perdido.

Hunter se encontraba hablando animadamente con el estúpido Evans, junto al coche de este último. La verdad es que Ellie tenia buen gusto, Hunter era un chico alto, fuerte, con varios tatuajes y muy muy guapo.

Agito la mano delante de su cara haciendo que parpadeara volviendo a la realidad.

—Tierra llamando a Ellie, ¿estas aquí?

—Ehh— se sonroja— si sí, lo siento.

—Tranquila, entiendo lo que sientes— sonrío.

—Es que...— suspira—, tu sabes lo que siento por él. Puede que nunca hayamos hablado, pero no puedo evitar lo que siento, no puedo evitar que mi corazón lata a toda velocidad cuando lo veo.

La abrazo con fuerza— Tranquila, te entiendo perfectamente. Eres una chica estupenda Ellie y si él no puede verlo es que es idiota. Pero puedo apostar lo que sea a que él esta igual de loquito por ti.

—¿Estas segura?

Asiento con una sonrisa— Completamente.

Sonríe— Gracias.

—Para eso estamos las amigas. Venga, vamos a clase.

Asiente, nos abrazamos por última vez y nos dirigimos a clase.

Al llegar nos dirigimos a nuestro sitio y nos sentamos. El resto de nuestras amigas nos sonrieron y empezamos a hablar. Cuando llega la profesora nos callamos y la miramos confusos. Esa no era nuestra profesora de siempre, ¿Dónde estaba?

—Hola, vuestra profesora no va a poder venir durante unos días por un problema así que yo la sustituiré mientras tanto.

¿Qué le habría pasado?

—¿Entonces tendremos hora libre?— le pregunta un chico.

—De eso nada, su profesora me ha dado instrucciones por lo que daremos clase, además tengo entendido que os iba a mandar un trabajo en pareja para hoy, por lo que la clase de hoy os dedicareis a hacer el trabajo. Vuestra profesora me ha dado una lista con las parejas para el trabajo— dice leyendo una hoja— pero, las elegiré yo.

¿Qué? ¿Cómo que las elegirá ella? Pero si no nos conoce de nada, ¿Cómo iba a saber con quien ponernos? Es más...¿Cómo iba a saber con quien NO emparejarnos? Tenía miedo de lo que podía salir de ahí.

Escuche varias quejas por el aula.

—Y no quiero quejas— dice seria—, bueno, empecemos...

Empieza a decir parejas, cuando llega a nosotras.

—Sofía y David.

Sofía se encoje de hombros.

—Aria y Ezra.

Aria pone los ojos en blanco.

—Liv y Ben.

Liv sonríe. A ella le caía bien todo el mundo.

—Ellie y Hunter.

No puedo evitar mirarla, decir que estaba sorprendida se quedaba corto. Tenia las mejillas sonrojadas. Río disimuladamente, me alegraba mucho por ella.

Entonces en ese momento me doy cuenta de algo.

A mi aun no me había nombrado...

Y... creo que solo quedaba una persona a parte de mi...

No, no, no, que no sea lo que estoy pensando...

—Y finalmente, Bella y Tyler.

Esto tenía que ser una broma, tenia que serlo, entre todas las personas que había, ¿Por qué?

Mis amigas me miraban con una mezcla entre preocupadas y precavidas, ya que sabían perfectamente lo que se vendría a continuación y sin duda era la única vez en la que él y yo estaríamos de acuerdo en algo.

Por lo que poniéndome de pie, con un fuerte golpe en la mesa, me lleno de ira.

—¡¿Qué?!

¡ESTÚPIDO EVANS! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora