Del amor a la luz

43 6 2
                                    

El tan esperado día había llegado, tengo que confesar que pensé en cancelar todo por respeto a tu luto pero sabía que jamás me dejarías y tuve que ser fuerte, mis manos temblaban al ver que mi exposición estaba a punto de ser mostrada al mundo, esa noche ni siquiera pude dormir, tenía miedo de fracasar en el intento, muchas inseguridades me hundieron y me dejaron con insomnio, pero al saber que al fin hacía lo que me gustaba me tranquilizaba un poco.

Renjun y Chenle habían corrido la voz sobre mis obras, también lo hiciste tú y Jeno, de a poco empezaban a llegar las personas, se vestían de una manera muy especial, claro que yo también iba vestido acorde la ocasión, de vez en cuando me acercaba a las personas a explicarles mi concepto y las obras en sí, se veían muy interesados y al ver los frutos de mi propio trabajo me hacia sentir orgulloso, por primera vez después de mucjo tiempo.

De a poco las ventas crecían y había recuperado el doble del dinero que había invertido, reconozco que al ver como mis obras iban a tener un nuevo hogar me ponía triste, era como si viera a mis hijos dejar el nido, pero sabía que en algún momento había que decirle adiós a las cosas materiales.

Al pasar las horas vi que tú y los demás habían llegado, mi pecho se apretó y corrí a saludarlos, pero mi corazón se aceleró más cuando vi tu sonrisa a la distancia, nos quedamos un rato conversando y al parecer Renjun y Chenle se hicieron muy amigos de Jeno, cuchicheaban todo el tiempo y se reían mucho.

Cuando vi que más gente estaba llegando y los cuadros se vendían rápido me paré sobre un taburete con un micrófono barato que había comprado en la feria hace un tiempo, quería hacer un discurso pero no sabía como empezar, te busqué con la mirada y cuando nuestros ojos hicieron contacto me levantaste el pulgar como señal de apoyo y con los ojos me dijiste que podría hacerlo, después de eso las palabras salieron solas, casi como si mi mente estuviera en piloto automático.

- Emm, hola- Vi que no todos me prestaron atención pero seguí de todas formas- Quisiera dar las gracias a todos los que están aquí, sé que no es una exposición profesional pero por algo se empieza ¿no?- de a poco empezaba a llamar la atención de los visitantes y me puse un poco más nervioso- Bueno como pueden ver mi idea fue hacer obras sobre gatitos en cualquier situación cotidiana, ya saben, dormir, comer, jugar y muchas cosas más, creo que de verdad me inspiran- algunas personas rieron, me sonrojé y fui a buscar mi última obra- los gatitos me ayudaron a seguir adelante en mis momentos más difíciles... Bueno, la última obra que mostraré es una que la hice con mucho cariño y está dedicada a mi querido amigo que se encuentra aquí- Cuando la destapé se pudo ver una pintura de la foto que hace poco nos habíamos tomado con León en brazos, vi a lo lejos que tu expresión de felicidad había cambiado a una de tristeza, pero que transmitía una calma y amor profundo- Somos nosotros con su gato llamado León, cuando nos tomamos esta foto estábamos realmente felices y eso fue lo que quise retratar... Esta obra se titula "Mark, el gato y yo" y espero la puedan apreciar tanto como yo lo hago, muchas gracias por su atención- Me bajé y todos empezaron a aplaudir, mis manos sudaban.

En esos momentos me sentí dichoso y alegre, algunas personas que estaban cerca mío me daban la mano y me felicitaban, lo agradecía pero lo que más quería en ese momento era encontrarte y sentir tus cálidos brazos rodeando mi cuerpo, así que caminé rápido hacia donde ustedes estaban y cuando llegué Renjun y Chenle me detuvieron para abrazarme, lloraban mientras me decían que estaban muy orgullosos de mí, la verdad lograron hacerme llorar al escuchar sus palabras de apoyo.

- Amigo, eso fue hermoso... No conocía esa parte de ti, ay me haces llorar- Dijo Renjun en mis brazos secándose sus mocos en mi camisa, a lo que yo lo empujé.

- Creo que hay que agradecer a Mark por eso, viejo, el pobre tipo se puso a llorar apenas empezaste a hablar- Cuando escuché a Chenle decir eso empecé a sudar frío- Lo perdí de vista ahora pero yo que tú voy a buscarlo y tranquilizarlo, bueno y quizás darle unos besitos- Vi como se miraron juguetonamente y los traté de ignorar, ambos se secaban las lágrimas y empezaban a reír.

- Ya no empiecen, dejen de imaginar cosas, iré a buscarlo y volveré enseguida, quédense aquí- Me fuí corriendo tratando de buscarte, después de un rato caminando te encontré en la entrada del local sentado en una escala, me senté a tu lado y jugué con mis cordones esperando a que hablaras primero.

- Perdón por haber escapado así, es sólo que... me puse muy sentimental y ya no quiero que me vuelvas a ver así, ja... aunque tengo que decirlo, no me lo esperaba, fue un hermoso detalle de tu parte, muy... muy lindo- Me sonrojé y traté de evitar tu mirada, tomaste mi mano y entralzaste tus dedos con los míos.

- Estoy feliz de que te haya gustado, fue hecho especialmente para ti y León, le puse todo mi empeño para hacerles honor a ambos- los dos reímos y apoyaste tu cabeza en mi hombro.

- Pues claro que me gustó, me gustó tanto que quisiera verla toda mi vida ¿sabes?- reímos nuevamente pero mucho más nerviosos, hicimos contacto visual por unos momentos y te acercaste lentamente, sentí que volvía a la vida pero también que me moría, luego te detuviste- Te esperaré aquí cuando termines todo ¿ya? saldremos a celebrar tu triunfo como pintor de gatos- me ayudaste a levantarme y te sonreí afirmando.

Al vover apenas podía comprender todo lo que había pasado y de repente quería que todo terminara para poder caminar contigo por las calles hablando y cantando cualquier cosa que se nos pasara por la mente.

Después de dos horas que se hicieron eternas, toda la gente se había retirado, hasta mis amigos se habían ido, estaba guardando en cajas las obras que no se habían vendido y ordenando un poco el lugar, después de haber despejado todo quedo vacío y había vuelto a ser como era, una galería vacía y blanca, me quedé un momento contemplando las murallas y respiré hondo, aún no podía creer que lo había logrado, todo había salido bien y ahora ya estaba terminado, sentí mucha felicidad.

Dejé mis cajas dentro para ir a buscarlas al otro día y dejé todo cerrado, me puse mi chaqueta y me paré a esperarte, no te veía por ninguna parte hasta que de pronto llegas por detrás y me asustas.

- ¡Ah! ¡¿Qué te pasa Mark?! Pude haber muerto del susto, no vuelvas a hacer eso- te golpeé el brazo suavemente mientras tu reías, yo también sonreí, era de noche y nos fuimos caminando hacia mi casa- Entonces Mark... ¿que opinas? ¿Lo hice bien?- pregunté esperando tu respuesta.

- Hmm, creo que no mucho porque me hiciste llorar como un niño pequeño- te volví a dar un golpecito- Pues claro que sí, me sentí orgulloso, después de haberte visto trabajar día y noche fue genial ver como todo valió la pena ¿Viste como pudiste hacerlo? Sabía que lo harías- Todas esas palabras fueron un alivio para mí y sólo pude sonreír de una manera muy pura por tu apoyo, me hiciste una señal para que nos fueramos a sentar a una banca que apenas tenía iluminación.

- Gracias por confiar en mi- dije mientras me sentaba- La verdad... es que fuiste mi mayor apoyo y me inspiraste mucho, también gracias por cocinarme en esas tardes en las que sólo trabajé- recuerdo que tomé tus manos y bajo esa tenue luz nos miramos, a pesar de no ver bien tu rostro sentía que observaba más dentro de ti y mientras más te apreciaba todo dolía más- Mark... ya no aguanto más- no aguantaba tener que seguir confundido ¿Qué erq lo que de verdad sentía por ti? Te abracé con mucha fuerza.

- ¿Qué sucede Hyuck? ¿Estás bien?- dijiste preocupado, pero aún así correspondiste mi abrazo- Estás frío amigo ¿no quieres ir a tu casa?- "amigo" ¿De verdad eso era lo que éramos? esa palabra me dolió tanto rompí el abrazo y me quedé en frente de ti y me acerqué, tragaste saliva pero no te alejaste.

Y luego sólo me dejé llevar, mis labios sobre los tuyos se sentían reales y con vida, tu les diste vida, estabas muy sorprendido como para hacer algún movimiento, después dejaste el beso fluir y el deseo nos ganó.

En ese beso hubo palabras que no podíamos decirnos y sentimientos que aún no eran claros y por fin sentía que mis labios servían para algo después de tanto tiempo.

Al separarnos explotamos de la risa y de los nervios, no nos atrevimos a decir algo y tampoco a repetir otro beso, terminamos de caminar y me dejaste en las afueras del condominio, nos despedimos de un abrazo y un beso en la frente.

Ese día fue muy especial, cuando llegué a mi casa y me acosté en mi cama no sentí ese frío que usualmente me perseguía cuando estaba solo en mi hogar, al contrario, me sentí tibio, en ese momento no sabía si había sido porque me sentía orgulloso de mi mismo o por la esencia que habías dejado en mi después del beso, ahora que lo pienso fueron ambas las que me dieron calor y cobijo esa noche. Te lo agradezco.

"Mark, el gato y yo" [Markhyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora