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—¡llegué! Y estoy vivo y no perdí mi virginidad—Doyoung llegó a su casa reluciente, su padre hizo una mueca y su hermano le tiró con un almohadón por la cabeza.

—¿todavía eres virgen? Yo a tu edad ya te estaba teniendo—dijo su madre entre risitas.

—bueno, Johnny es un caballero, no como otros hombres—se burló Doyoung, subiendo a su habitación.

—¿qué? ¿Vas a empezar a salir con ese tipo?—su padre preguntó, mirándolo mientras subía las escaleras.

Se detuvo y pensó en qué responderle, se giró y lo miró desde allí—¿tal vez? No lo sé.

—¡ten cuidado! No vaya a ser que sea un depredador de esos raros.

—sí, sí.

Doyoung pasó al baño antes de ir a su cuarto, allí bajó el cuello de su polera y vio la marca de los colmillos de Johnny en su piel, tragó saliva y deslizó la yema de los dedos por las marcas, parecía un sueño, pero había sentido la manera en que Johnny drenó su sangre por un instante.

Había sentido muchas cosas cuando lo hizo, excitación, placer y desesperación, pero su cuerpo también se había adormecido ligeramente.

En fin ¿cómo se mataba un vampiro? Debería tenerlo en cuenta por si las dudas.

Cuando fue a su habitación, abrió las cortinas y vio a Johnny en el patio, estaba tomando una copa de vino mientras lo miraba, lo sabía, había estado mirándolo todo el tiempo, desde que se mudó él había estado viéndolo, pero no parecía ser el tipo que se metía en sus sueños, entonces ¿quién era? Sabía que no solo eran pesadillas, algo más grande estaba sucediendo y empezó desde que Johnny llegó, como si él hubiese detonado una bomba que estaba dormida.

Doyoung abrió las ventanas y el aire fresco de la noche le golpeó directo en el rostro—Johnny—dijo apenas modulando.

Pero el vampiro lo escuchó—¿qué?—respondió.

—nada—Doyoung río y volvió a cerrar las ventanas, cerrando las cortinas también.

Se cambió de ropas y luego observó la piedra en su pulsera, no pudo evitar suspirar, sentía que las cosas se estaban saliendo de control, quería refugiarse en Johnny si era posible, no conocía a nadie más que pudiera protegerlo, pero tal vez era demasiado arriesgado confiar tanto en él.

Pensó en Joy y en su familia, quería protegerlos también, pero si algo le pasaba ¿cómo lo haría?

Tenía la esperanza de que Johnny se enamore de él, si lo hacía entonces quizás no fuera a comportarse tan cruel.

Agotado, se tiró a la cama, ojeando vagamente su Twitter, no llegó a leer nada de lo que habían escrito en el hilo, pero tuvo un sueño interesante que no fue una pesadilla.

Soñó con dos niños pequeños, una niña y un niño, ambos tenían ojos marrones claros, parecían hechos de caramelo, el cabello castaño brillante y sonrisas traviesas, parecían jugar en un jardín lleno de flores.

Si él fuera mujer, habría pensado que era un sueño premonitorio de que tendría hijos pronto, pero luego se dio cuenta de algo.

El niño tenía una marca en la muñeca, parecía un tatuaje, así que Doyoung le prestó atención y descubrió que era Johnny, estaba viendo a Johnny cuando era pequeño.

¿Hace cuántos años sería eso? Posiblemente sus abuelos ni siquiera hubieran nacido.

A pesar de que fue un sueño raro, Doyoung pudo dormir bien toda la noche, nada extraño lo visitó y ninguna pesadilla lo atormentó.

Art Deco JohnDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora