5.

1.1K 220 74
                                    

La lluvia siempre era algo densa en Deco, Doyoung estaba bastante acostumbrado, después de todo había pasado toda su vida en el pueblo pero pudo notar que Johnny no parecía muy cómodo con ella, mientras conducía tuvo que ajustar varias veces la velocidad porque el vehículo amenazaba con irse del carril.

—deberás tener cuidado en invierno—murmuró—además, este bebé no está hecho para un pueblo como éste—señaló Doyoung, acariciando el suave vehículo.

Johnny rio—no sé si llegaré a el invierno pero lo tomaré en cuenta.

—¿qué quieres decir? Compraste la casa ¿no?

—lo hice, sí pero también tengo otras propiedades y podría irme cuando deba hacerlo.

No pudo evitar mirarle con intriga, el perfil de Johnny era afilado, su mirada podía ser demasiado fría o demasiado cálida, y sus labios deberían ser pecado, eran simplemente maravillosos.

—¿eres rico?—la pregunta hizo reír a el hombre.

—¿crees que soy rico?—Johnny estacionó y Doyoung vio que estaba en frente de su casa, el viaje se le había hecho corto.

—pues sí, mi mamá dice que irradias clase, y solo la gente adinerada suele tener ese lujo.

—ya veo.

—gracias por traerme, yo... nos vemos por ahí, supongo—murmuró antes de salir.

Sintió la mirada de Johnny todo el camino hasta que entró a su casa. El hombre era tan misterioso que lo volvía tentador.

Ah, ¿qué cosas estaba pensando? Como si fuera a mirarlo de ese modo también.

Los días pasaron sin inconvenientes, de vez en cuando se cruzaba con Johnny pero ya no le veía tanto como pensó que lo haría, a veces cuando miraba por la ventana se daba cuenta de que su vecino estaba fumando en el jardín pero más allá de eso no tenía ninguna otra interacción.

Su día a día iba normal, ayudando a su madre a poner los platos en la mesa, turnándose para lavarlos, ventilando las habitaciones y yendo a la tienda más cercana a comprar lo que sea que falte.

Pero algo extraño ocurrió la noche antes de ir a quedarse a la casa de Kun.

—no es la primera vez que vas a dormir en la casa de Kun pero aún así tienes que ser educado—dijo su madre, dándole un pijama limpio y recién planchado.

—mamá, la madre de Kun casi y ni esta en casa los fin de semana.

—¿y eso por qué? Las mujeres de ciudad no respetan sus hogares o qué—ella puso las manos en sus caderas, luciendo ligeramente disconforme.

—no es eso, tiene pareja y se va con él esos días—rodó los ojos—de cualquier manera, estaremos bien, solo acompañaremos a Joy y luego la llevaremos a casa.

—mientras no se metan en problemas.

Doyoung no era una persona de secretos, simplemente no sabía cómo serlo, así que siempre era muy transparente con su familia, él fue honesto, no había sido invitado a la fiesta pero Joy tenía miedo de ir sola así que igual se infiltrarian para hacerle compañía. Su padre lo halago por ser un hombre de buenos modales, acompañando a una damisela en apuros, Gong Myung solo le cargó el celular para que llamaran ante cualquier emergencia y su madre solo le pidió que que no se metiera en problemas.

Al siguiente día se iría a clases y luego se quedaría con Kun hasta que fuera la hora de la fiesta, Doyoung ya tenía todo preparado, solo le quedaba dormir.

Pero esa noche, luego de cubrirse bien con las mantas y abrazar la almohada, tuvo un sueño extraño.

Había un hombre en su habitación, no era muy alto y tampoco se veía muy grande, podría deducir que era del mismo tamaño que Kun pero que sin dudas, no era Kun.

Art Deco JohnDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora