10.

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Él y Joy no fueron a clases al siguiente día, se despertaron demasiado tarde para alcanzar el tren y aunque lo alcanzaran todavía llegarían muy tarde.

Su madre miró con tristeza a Joy, la jovencita estaría sola en su casa hasta en tres días más porque sus padres estaban en un viaje de negocios.

—podemos simplemente dejar que se quede— murmuró Doyoung, comiendo sus hotcakes—ella no molesta, la llevaré a clases y la traeré.

—si eso está bien para ella—su madre susurró—ay, Doyoung, por eso te digo que me da miedo que te vayas a vivir a la ciudad, aquí con nosotros estás bien, Gong Myung se quedó también.

—lo sé, lo sé, no iré a ninguna parte—Doyoung le sostuvo la mano a Joy que aún parecía abrumada por la situación—hey, todo está bien aquí.

—gracias, no sé qué habría hecho sin ti.

Llevó a Joy a dar una vuelta alrededor de Deco, no había mucho que mostrar pero era emocionante traer a una amiga de la ciudad a su pequeño pueblo desconocido, ella se asombraba con todo aunque fuera insignificante y cuando estaban yendo hacia la plantación de frutillas, Johnny se detuvo en su vehículo junto a ellos.

—dame un segundo de tu tiempo—pidió, mirando a Joy por encima—dile que se adelante.

—pero puede ser peligroso...—susurró inseguro.

—entonces dile que se aleje lo suficiente para no oír.

Doyoung rodó los ojos y miró a su amiga que estaba a su lado, ella asintió y se distanció unos metros.

—quiero hablar contigo hoy, te esperaré luego de la media noche.

—suena como una cita clandestina—se burló Doyoung y Johnny no pudo evitar reír.

—llámalo como quieras pero sé discreto, conseguiré unos amuletos para tu amiga y para ti pero tengo que ser cuidadoso así que tenemos que ser cautelosos.

—mis padres no notaran la diferencia entre amuletos raros y amuletos ordinarios.—murmuró pensativo.

—tus padres no pero otros sí, bien, te veo luego.

—adiós ¡luces bien hoy Johnny!

Doyoung regresó con Joy y ella lo miró curiosa—¿está todo bien?

—sí, Johnny está intentando cuidar de nosotros, o algo así.

Ella frunció el ceño desconfiada—¿crees que nos este ayudando?

—esperemos que sí.

Caminaron por la plantación de frutillas y el anciano dueño les convidó algunas, preguntándole a Doyoung si ella era su novia elegante de la ciudad, aquello le causó risas a ambos, porque ciertamente Joy se veía demasiado delicada para andar por el pueblo así, llevaba un vestido bordó que le quedaba sobre las rodillas y unos zapatos de charol que se les ensuciaron todos por la tierra.

Comieron algunas frutillas sentados en el césped, Doyoung tuvo que ser cortés y darle su abrigo para que ella pudiera cubrirse las piernas.

—debe haber sido genial crecer en un lugar así—susurró su amiga.

Doyoung tarareo pensativo—honestamente no pero todo el mundo debe vivir las experiencias de diferentes modos.

—seguro—sonrió Joy.

Cuando regresaron a la casa, su madre ya había preparado la merienda, Gong Myung justo había llegado del trabajo así que ya estaba tomando su café, estuvieron hablando un rato al azar, Joy le explicaba sobre su carrera a Gong Myung que la escuchó atentamente y fue extrañamente educado.

Art Deco JohnDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora