Tic... Tac... Tic... Tac. El sonido del reloj colgado en la pared era el unico sonido en la habitación que se escuchaba más fuerte, despues del sonido del lápiz contra la hoja se unió a uno de los sonidos que la chica Eun-ji lograba escuchar, después los suspiros de las pocas personas que también estaban en la habitación de castigo.
El profesor veía a todos de re ojo mientras escribía quien sabe que en la hoja sobre su escritorio, mientras que todos los estudiantes que estaban ahí soltaba suspiros pesados. No eran muchos los que estaban ahí, solo eran cinco estudiantes y seis contándola a ella, cada uno sentados en una mesa y con una mesa de distancia, castigados por cada problema que causaron, pero sin dudas la mayoría eran peleas, ¿por qué?, porque cuatro de ellos tenían marcas de golpes en su cara, y quizás el otro estudiante estaba ahí por copiar en examen o "faltarle el respeto" al profesor, no se sabe quizás solo hizo una travesura pero ella estaba ahí a por eso, hubo un malentendido que la hizo terminar ahí, le "falto el respeto" al profesor por que la estaban acusando de copiar en un examen cuando no era así, eso había pasado hace cuarenta minutos, enojada e impaciente aquella chica esperaba la hora de salida.
- ¿Podemos irnos ya? -Dijo Eun-ji ya desesperada por la situación.
- No señorita, faltan veinte minutos más. -Dijo el profesor mientras seguía escribiendo lo aun desconocido en la hoja.
- El tiempo pasa volando, creo que ya deberíamos irnos. -Dijo Eun-ji aún debatiendo a el profesor.
- El castigo dura una hora, deben cumplir. -Dijo el profesor con una voz autoritaria.
- No fue mucho lo que hicimos, yo solo... -Fue interrumpida por el profesor que ahora la veía enojado y sin paciencia.
- Cada uno sabe porque está aquí.
Después de lo que le dijo el profesor Eun-ji se quedó callada, enfurecida, enfurecida por estar ahí por una razón totalmente injusta. A ella le iba bien en la escuela, sus notas eran bastantes buenas, sin embargo su conducta era una de las peores de la escuela, pero todo se debía a las conductas injustas que pasaban en esa escuela. ¿Por qué habría de hacer trampa? Se preguntó Eun-ji a si misma aún enojada. Pasaron trece minutos, ya iban a ser las 03:00 pm, el fin del castigo y también para poder retirarse de la escuela, hasta que unos ruidos muy fuerte que la desconcentraba de las maldiciones que decía Eun-ji hacia su profesor, ruidos como alguien se quejaba de dolor y como alguien gritaba con furia, a alguien estaban golpeando. Ella volteo a ver a los demás alumnos y a su profesor pero nadie hacía nada, como si no escucharan nada, y para ella era obvio que no escucharan, desde pequeña ella le prestaban atención hasta el más mínimo ruido que estaba a su alrededor, desde ahí ella cree que su oído es bastante bueno. Tomo su mochila que estaba a su lado en el suelo, teniendo su mochila colgando de un hombro, se paró de su silla y se fue, pero la voz del profesor la detuvo.
- ¿A dónde va? -Preguntó el profesor.
- Al baño. -Le respondió Eun-ji al profesor nerviosa por miedo a que el profesor no cayera en su mentira.
- No se preocupe, ya faltaba diez minutos, no demorará mucho. -Le respondió a su alumna, al parecer no cayó en la mentira, porque tampoco se dio cuenta que había mentido.
- Es urgente. -Insistió Eun-ji.
- No saldra de acá. -Volvió a decir el profesor negándole la salida a Eun-ji.
- Lo siento, profe. -Dijo Eun-ji preocupada por la manera en la que el profesor podría reaccionar.
Eun-ji salió de la sala de castigo, detrás de ella se escuchaban los gritos del profesor. Eun-ji buscaba por cada rincón de la escuela, quería saber de dónde provenían todos esos gritos de furia y dolor. Llegó a los contenedores de basura y ahí encontró a dos chicos sujetando de los brazos a un chico que era golpeando en em estómago y rostro por otro. Eun-ji hacía allá muy enojada y le grito.
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"Let's scape from the hell" || SEUNGMIN
Fanfiction- Escapemos. - ¿Que? - Los dos juntos... ¿Que sucedería si dos jóvenes que tienen una vida en la que no dejan de sufrir se conocen? En las paredes de sus casas se esconden secretos que no alcanzan de salir de la puerta, por las mismas razones, ell...