III: "Infierno N°1"

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— ¿Estas loca?. —Le pregunto alterado a Eun-ji.

— ¿Si o no?.

— Claro que no, ni te conozco. —Extrañado por su propuesta respondió a Eun-ji.

— ¿Y eso que tiene? —Lo volteo a ver confundida.

— ¿Como que tiene que ver? Serían muchos problemas en uno.

Balbuceo cosas sin sentido y volvió a hablarle a Seungmin.
— Sabes, estar despejado de todo lo que te hace mierda nunca está de más. —Se paro de ahí para irse pero sin antes volver a hablarle.— Pero ya da igual, tu decides si vienes conmigo, o no.

Después de decir eso Eun-ji se fue sin decir otra palabra, déjando a Seungmin muy confundido por su propuesta tan inesperada.

Se acababan de conocer, ¿por qué ella sin conocerlo le propusiera escaparse? ¿tan desesperaba estaba Eun-ji?.

Eun-ji se dirijo a su casa, en el camino ella se encontraba hablandose a si misma todo lo pensaba de seungmin, si podría irse con ella o no, solo si el accedía a su propuesta.
Llegó a su casa, y en el interior del lugar se lograban escuchar gritos y ruidos fuerte como era de costumbre, este era el peor momento del día, tener que lidiar con peleas y golpes provenientes de sus padres.

Con agallas abrio la puerta y entró a su casa para después irse directo a su habitacion. Como ella esperaba, escuchaba pasos pesados que la seguían, ¿habrá de ser su padre o su madre? no importaba, de todos modos terminaría en golpes y peleas.

Un paso antes de entrar a su habitacion su padre la tomó de la muñeca y la estampó contra la pared, Eun-ji calló al suelo adolorida y cansada por lo repetitivo que era esto, ya hasta parecía rutina de la tarde.

— ¿¡Por qué llegaste tan tarde!? —Le preguntó su padre furioso y alcoholizado.

— Me castigaron en la escuela. —Dijo Eun-ji entre lágrimas que intentaba ocultar.

Sus intentos de ocultar sus lágrimas eran en vano, lágrimas salían de sus ojos sin parar, el nudo que sentía en su garganta era cada vez más grande.

— No sirves para nada. —Le comentó su madre a Eun-ji mirándola enojada y también alcoholizada.

Su padre empezó a golpearla en el estomago, su madre con una sonrisa se acercó a ella para después acercarle un vaso con una bebida alcohólica y unas pastillas en el, era droga.

— Espero que lo disfrutes, cariño. —Dijo su madre que la miraba con una sonrisa y una mirada intimidante.

— No...¡No! ¡Por favor! ¡No me des eso de nuevo! —Chillo Eun-ji más desesperada que antes.—

— Shhhh, calladita. —Le dijo su madre con una sonrisa que la hacía ver como una loca.

— ¡Por favor! ¡Ya déjenme en paz! —Grito Eun-ji entre sollozos.— ¡¡Ya sueltenme!! —Soltó un grito más fuerte causando que su padre aumentara la intensidad de sus golpes.

Eun-ji lloraba de dolor y asco, hacia muchos movimientos al aire para zafar de los golpes y sustancias que sus padres le daban, logró separase de esas personas, corrió y se encerró en el primer lugar que estaba más a su alcance, el baño, desesperada cerró la puerta con llave para posteriormente apoyarse en la puerta y deslizarse hacia bajo quedado sentada en el piso sucio y helado.
Sus padres no tenían piedad, le hacían el daño que querían a su inocente hija, le hacían lo que se les antojaba, le gritaban, la golpeaban, le hacían beber alcohol obligada y la drogaban, era su infierno.

Golpes se escuchaban del otro lado, patadas, gritos de furia y golpes en la puerta del baño.

Eun-ji estaba llorando desconsoladamente cuando se dio cuenta que la bebida y las patillas que le dio su madre empezaron a hacer efecto de la peor manera, el cuerpo de Eun-ji se empezó a debilitar, su cerebro retumbaba en la cabeza de Eun-ji provocándole un gran e insoportable dolor, los colores que estaban a su alrededor se distorsionaban de una manera intensa, sentía la sangre correr por sus venas, escuchaba más de lo normal su corazón latir y bombear sangre a todo su cuerpo ya débil, veía sus manos moverse de una manera brusca. Ella con lagrimas en los ojos no lograba comprender porque las personas que le dieron la vida la torturaba de esta manera.

Eun-ji se paro de inmediato y se dirijo hacia el lavamanos, tomó su cepillo de dientes y introdujo la punta en su garganta, empezó a causarle arcadas para ayudar a su cuerpo expulsar todo lo que le habían dado, Eun-ji vómito las pastillas, posiblemente el alcohol no lo pudo vomitar, pero lo que más le hacía daño ya no estaba en su cuerpo. Los efectos de la droga disminuian de una manera lenta, fue un gran alivio poder vomitado todo eso que le ingirieron y no desmayarse como la vez pasada.

Cada persona vivía un infierno, y cada quien lidiaba con el como podía o habían quienes no hacían nada para acabar con el, solo dejaban que su infierno los consumiera hasta el punto de entrar en locura y hacer cualquier cosa para alejarse de quien les hacían daño. Eun-ji no hacía nada, solo escapaba, no hacía nada para detener todo su sufrimiento, no tenía la valentía suficiente para demandar a sus padres, después de todo eran sus padres, por más que los odiaba los seguía queriendo y era inevitable.

Pero al final, Eun-ji daría lo que fuera para deshacerse de ellos, de los responsables del infierno que vivía día a día, el sufrimiento que le hacían vivir todos los días, ellos causaban que más maquillaje cubrieran su piel, ellos le provocaban esos pensamientos suicidas que tenía todos los dias y el mal estado en el que estaba físicamente su cuerpo era culpa de ellos, sus padres eran los responsables del sufrimiento que sentía todos los días y que trataba de ocultarlo para no verse débil, porque o si no muchas personas abusarian del sufrimiento e inocencia de Eun-ji.

"Bienvenido a mi infierno."

Seo Eun-ji.

"Let's scape from the hell" || SEUNGMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora