IX: "Acercamientos"

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Ese día no fue el mejor, hasta que cayó la noche y los únio a ambos, transformándose en una de las mejores noches que ellos han vívido en su vida, se conocieron más, decidieron confiar en el otro y aceptar su ayuda.

Seungmin tenía un pensamiento que lo atormento casi toda la noche, pensó en que el no fue del todo sincero con Eun-ji, sentía que le había mentido, sabía que no lo había hecho pero se sentía un mentiroso.

La noche cayó muy pesada en ellos, sus ojos comenzaron a irritarse y cerrarse por su cuenta, Eun-ji se acomodó en el lugar dándole la espalda a Seungmin para después cerrar sus ojos y relajar su cuerpo después de un día tan intenso, el momento que más esperaban del día cerrar los ojos y poder descansar, antes de que sus párpados cubrieran sus ojos por horas y descansar, ese momento que tanto esperaba fue interrumpido por la voz de Seungmin y el movimiento ligero que el hacía para que se mantuviera despierta.

Eun-ji soltó un jadeo molesta y se volteo quedando en frente de Seungmin, quien la veía sin despegar su mirada regia y oscura de sus ojos marrones.

— ¿Que quieres? —Pregunto Eun-ji medio dormida e irritada por lo molesto que puede ser Seungmin.

Seungmin estaba apunto de hablar con esa sonrisa tímida en sus rostro, pero esta despareció al instante, su mirada perdida y preocupada, el se veía muy nervioso y asustado, por esos sentimientos que lo sofocaban se sentó en el piso cubierto de tierra, respiró y exhalo variadas veces, mientras tenía ambas manos en su pecho, su respiración empezó a acelerarse, después lentamente respirar le fue una dificultad en ese momento de desesperación para el, esta acción de parte de Seungmin le preocupo demasiado a Eun-ji. Ella al ver a Seungmin tan agitado se sentó de inmediato, ambos sentados en frente del otro. Los ojos de Seungmin se abrieron quedado como sólo un punto de pintura negra en un lienzo blanco, la mirada de el cambiaba de lugar muy rápido, tan desesperado y asustado por tener que vivir esto nuevamente.

Eun-ji más que asustada, ella se acercó más el, viendo como el cuerpo de se amigo tiritaba por el frío que el decía que había, sin más ella juntó su cuerpo al de el con la finalidad de acabar con el frío que apoderaba el cuerpo de ambos, pero a Eun-ji no lo importo sentir que se estaba congelando, lo que ella logró deducir de esa situación es que Seungmin parecía tener una ataque de pánico, y el frío no lo ayudaba del todo, o eso creía ella, Eun-ji nunca supo como debía reaccionar cuándo alguien que estaba cerca de ella sufría algo así, solo le pasó por su mente contenerlo hasta que pasara.

Por más que Seungmin tratara de concentrarse en otra cosa que no sea en el ataque de pánico, no lo conseguía, su mirada nublada, el no poder respirar, las nauseas, los mareos, los escalofríos recorriendo todos su cuerpo, el hormigueo en sus manos y la intensidad de calor que el sentía no ayudaba, lo volvían más débil. Si el calor que sentía Seungmin era insoportable, pero estar así de cerca de Eun-ji lo calmaba un poco más, no quería soltar su cuerpo por más que su temperatura lo pidiera, el se negaba a no sentir su olor así de cerca o escuchar sus latidos de su corazón.
Seungmin sentado de rodillas con sus brazos que envolvían la cintura de Eun-ji, y ella hincada sobre su rodillas, los brazos de esta cubría con cariño la cabeza y cuello del joven, quien tenía sus ojos llenos de lágrimas, tenía su rostro oculto en el pecho de Eun-ji, sollozando sin parar pidiendo por favor que esto ya pasara.
Y sin darse cuenta el estaba mucho más plácido. El roce que tenía los dedos de Eun-ji con el cabello de Seungmin lo había tranquilizado, y no solo eso, su olor, los latidos de su corazón y su voz, las palabras que ella decía en voz alta, que ya iba a pasar, que dejara soltar todo y que no contuviera nada, pero lo que más lo cautivo fue esa frase de cuatro palabras. "Estoy aquí para ti" Frase que el nunca tuvo la suerte de poder oír.
Ese episodio de pánico ya pasó, Seungmin tratando de controlar su respiración y Eun-ji ayudándolo con eso.

— Solo sígueme, ¿bien? —Despues de decir eso Eun-ji comenzó a inhalar y exhalar, Seungmin siguiéndo su respiración para poder controlar la suya después de que su pánico terminará el estaba muy agitado.— Lo haces bien... —Susurro con una leve sonrisa en su rostro y su mentón apoyado en la cabeza de Seungmin mientras le acariciaba con delicadeza su cabello.

Seungmin quedó tan atrapado en las palabras tan hermosas y alentadoras de Eun-ji que se aferró mucho más a su cuerpo, el no quería soltarla, no pasaba por su cabeza esa idea al que el claramente se negaba.
Hace mucho el no sentía tanto apoyo y consuelo de otra persona y ver que Eun-ji se vio realmente preocupada en ese momento lo emocionó mucho, no dejaría pasar a una persona que no lo ignoró en ese momento tan horrible para el, esos momentos que vive desde que su madre lo abandonó.
Una gran sonrisa se formó en el rostro de Kim al notar que Eun-ji tampoco lo soltaba, seguía acariciándole su cabello, ese tacto que el nunca podría olvidar, la forma en la que la mano izquierda Eun-ji recorría la espalda de Seungmin y su mano derecha jugaba con el pelo de este.
Con tanto frío ellos consiguieron el calor entre caricias y palabras inolvidables.

Eun-ji se apartó de Seungmin despacio y deslizando sus manos hasta dejarlas sobre su cuello y con su mirada sin despegar de la de Seungmin y el aún con sus brazos abrazando la cintura de Eun-ji.
Eun-ji veía a Seungmin con una sonrisa dulce, sus ojos parecían brillar junto a los de Seungmin, a él ante esa imagen tan linda de Eun-ji no pudo evitar perderse en la mirada de esta.
Se quedó contemplando la hermosa vista de ver por primera vez a Seo Eun-ji siendo tierna, o eso era para el.
Eun-ji sonreirá inconscientemente al verlo mejor y al igual que Seungmin, ella quedó completamente perdida en sus ojos, marrones como la madera de nogal y la gran luna se reflejaba en ellos, para Eun-ji los ojos de Seungmin eran los más hermosos que vio en su vida.

— ¿Te sientes mejor? —Preguntó sin despegar la mirada de él.

Seungmin tardó en responder, el estaba realmente sumergido en los ojo, faciones, tacto y en la voz de Eun-ji.

— S-Si. —Respondio tratamudenando y nervioso al darse cuenta de lo cerca que estaba de Eun-ji.— ¿Y tú? —Preguntó sin pensarlo.

Eun-ji soltó una pequeña risita, volteo su mirada para un lado por un segundo y la devolvió a la mirada de Seungmin.

— Estoy bien, ¿por qué no lo estaría?

Seungmin rio tímido por el comentario que salió de su boca sin pensarlo, había quedado como un tonto, eso lo avergonzaba.

Con ese estar de incomodidad el soltó la cintura de Eun-ji y se alejo de esta. Eun-ji copio su acción y sacó sus manos sobre el cuello de Seungmin y se alejo de el como el de ella.

Eun-ji se sentó en el suelo y cruzo sus piernas, Seungmin también se sentó con sus piernas estiradas y se apoyaba en sus manos detrás de su espalda.

— ¿Seguro de que estas bien? —Preguntó Eun-ji preocupada.

— Si, lo estoy, gracias por ayudarme.

— No hay de qué. —Dijo Eun-ji con una pequeña sonrisa mientras veía como sus manos jugaban entre sí.

Seungmin estaba más que agradecido, estaba agradecido con cada toque que rozaba los dedos de Eun-ji con la piel del cuello de Seungmin, cada palabra que salía de su boca que iba dirigida a él con consuelo y cariño, la forma en la que acariciaba su cabello, como jugaba con el, como se enredaba ente sus dedos, cada toque de parte de Eun-ji lo llevaba a otro mundo, se sentía en paz, después de tanto tiempo, el se pudo sentir en paz...junto a ella y solo junto a Seo Eun-ji.

"Let's scape from the hell" || SEUNGMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora