Amor más puro e inocente no hay
En ellos la lujuria y lo perverso está
Pequeño e inteligente no sabe en qué se mete
Junto con ellos, su amor merecen.
｡♡💛♡💙♡❤️♡｡ ≈ 💖
Pasen y disfruten de estos pequeños momentos junto con estos tres seres.
Lüi 🔥🍰...
Su aliento caliente y un olor a alcohol lo inundaban, teniendo el deseo del placer, lujuria, su instinto más animal se hacía presente.
Su víctima estaba atada de manos y piernas, con una mordaza y una corbata morada cubriéndole los ojos. Eso hacia que cualquier tacto lo lleve al éxtasis, anhelando más.
Forcejeaba para soltarse de aquel amarré y golpear a su agresor que conocía de hace dos años. Entonces solo oyó una risita y unos pasos acercarse a él, le quitó la mordaza besando sus labios carnosos con la esperanza que le responda, pero una mordida a uno de sus labios le dio la clara señal de que no lo quería.
Esto no le quitó el impulso que sentía su cuerpo, entonces desabrochó los botones dejando al descubierto su pecho y torso bien formado, con la punta de sus dedos acarició aquella piel blanca y musculatura de su presa.
— No te atrevas a ¡Tocarme!—
Su voz profunda y algo ronca le dio una precaución que su agresor tomo con encantó, le gustaba eso de él, siguió acariciando aquella piel y depositando besos y una que otra mordida; escuchando suspiros y jadeos provenientes de su víctima, tomo entonces una vela que estaba en la mesita de noche y derramó la cera caliente sobre él escuchando ahora un gemido pero de dolor, la cera caía sobre su piel derramándose y quemando lo.
Dejo la vela a devuelta en su sitio y acarició el cabello celeste de su víctima depositando le un beso en la frente y besando nuevamente sus labios. Separándose y viendo tal escena enfrente suyo, abrió un cajón y saco una navaja, no era para cortarlo, era para deshacerce de esas telas que le impedían apreciar esa piel desnuda y tersa. Rasgó la tela y aventó los trozos lejos de su vista, ahora su víctima no tenía nada solo su piel, tal y como llego a ente mundo.
— ¿Listo, Lui?~—
Solo obtuvo un resoplo como respuesta, se posicionó entre sus piernas similando embestidas inquietando y molestando al celeste, con sus manos acarició sus pectorales y con su boca chupo los pezones para darle otra sensación en su cuerpo.
El celeste negaba mentalmente esos tactos que lo estaban volviendo loco, profundamente estaba enamorado de su agresor y nunca imagino que él llegará a este extremo para obtener su piel y corazón.
Por más que su mente negaba lo que estaba sintiendo su cuerpo deseaba tenerlo dentro, empezando a mover su cadera indicándole que podía proseguir con el juego, muy gustoso atendió la petición.
— Tienes que lamer mis dedos, hasta que estén lubricados. Entendido—
Hizo lo que le pidió empezando a lubricar sus dedos, su saliva brotaba de su boca ayudándose con su lengua pasando entre los dedos lubricando los bien, chupando y pidiéndole ayuda para que atienda su problema, el de pelo rosa noto está señal y su vista se posó sobre aquel "problema", rió bajo y con su mano libre le ofreció ayuda, chupando y lamiendo más gustoso sus dedos. Al estar lo suficientemente húmedos se separó un poco e introdujo uno de sus dedos empezando a hacer círculos para dilatar su entrada.
Gemidos empezaron a oírse en la habitación un sonido precoz también podía oírse, introdujo un segundo dedo comenzando hacer movimientos de tijeras y también simulando embestidas, el placer producido por aquel hombre lo hacía delirar, quería más, se retorcía por el placer creciente en su cuerpo quería atenderse solo, pero las ataduras no lo dejaban hacer esa acción quería cerrar sus piernas e impedirle que siguiera también inútil, no podía hacer nada; solo podía ahogarse de placer y lujuria que su agresor le brindaba y lo mejor aún no empieza.
Al introducir su tercer dedo empezó a simular estocadas fuertes y continuas preparando su entrada para lo que seguía, gemidos y jadeos eran la música que se oía en la habitación, palabras de súplica pidiendo más de aquella sensación.
— Lean! más~ dame más- aaahh~! Justo aaah-hí~!—
El ojos amarillos no pudo contenerse más hacer o su rostro al pene erecto y duro de su celeste empezando a lamerlo de la base a la punta, dejo en paz su entrada y empezó a darle atención aquel problema, leves mordidas y caricias en él miembro del celeste su lengua subía y bajaba, introdujo el trozo de carne a su cavidad bocal y empezó a chuparlo. Subiendo y bajando en un vaivén lento produciendo placer y desesperación a su acompañante, chupando su glande y acariciando sus testículos con suavidad. Logro llevarlo a su límite viniendo se en su boca, tragando la blanquecina esencia con su lengua sin desperdiciar nada.
Alzó su cabeza y vio lo agitado que estaba rozo sus piernas dándoles unos golpes cerca de sus glúteos, gruñidos obtuvo como respuesta mientras una sonrisa arrogante se dibujaba en el rostro del celeste.
— ¿Eso es todo?~, creí que me darías ma- Aaaahhss!~ Kyaaa~ aah~ ah~ más!~—
Fue interrumpido bruscamente porqué Lean entró sin previo aviso en él causando le dolor y placer casi de inmediato dándole estocadas que tocaban su punto dulce, entrando al mundo de la lujuria, el paraíso~, en pocas palabras.
Estocadas fuertes, profundas y continuas le daban el placer que buscaba, moviendo su cadera con rapidez entrando y saliendo rápido produciendo aquel sonido precoz muy conocido de esa acción que ambos hacían. Besos y chupetones esparcidos por todo su cuerpo incrementando el placer; el anhelo en ese momento era grande lo único en lo que pensaban era saciar su instinto animal. Dándole al contrario lujuria y placer, un cóctel de sensaciones y emociones se derramaba sobre ellos, el deseo que sus pieles se rozen, el calor producido por el acto, todo eso los volvían locos y los llevaba al éxtasis.
Las embestidas era fuertes, se podía escuchar como la cama chocaba con la pared y también el rechinido de está, las ataduras ya no estaban y podía unirse aún más en el acto solo su vista estaba bloqueada, pero no le importaba así era mejor, un beso calló a ambos amantes en el proceso cambiaron de posición. Lean había levantado uno de las piernas de Lui y la había puesto sobre su hombro haciendo que el celeste lo abrazara del cuello con uno de brazos mientras que con el otro se apoyaba en la cama, siendo sostenido por Lean sin parar su acto dándole aún más rápido y fuerte. No duraron mucho en esa posición porque ambos terminaron viniendo se, Lui en su abdomen y Lean dentro de este, pero eso no detuvo a ambos para volver hacerlo nuevamente hasta que sus cuerpos no pudieran más.
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