Seguridad

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Era extraño, doloroso y claro está había llegado a un punto que también incómodo pero sinceramente no podía quejarse sabía que sus quejas lo harían ver débil,— Solo dilo... — rogó Atsushi pero era imposible para a alguien como Akutagawa pedir algo,— No... — alcanzó a gruñir antes de sentir otro tirón por esa estúpida correa,— No es tan difícil... — intento razonar Atsushi pero el mafioso miro a otro lado antes de sentir como el detective daba otro tirón, había pasado de estar sentado en el suelo a estar con la cara al suelo, para luego sentir como Atsushi lo tomaba de la cara para verlo de cerca,— ¿Por qué eres tan cruel? — intento darle una oportunidad a Ryunosuke que ya había llegado a un punto en que despreciaba la lencería con encaje color vino que llevaba, se pegaba a todo su cuerpo pero dejaba su espalda descubierta pero que no era visible por la gabardina que usaba, las medias negras que llegaban a medio muslo con ligaduras eran ya una molestia pero para Nakajima toda su incomodidad era fascinante, era un sueño,— No es no... — reclamo antes de ver cómo Atsushi sacaba un control,— Creí que ya nos llevamos bien... — sinceramente lo creía, suponía que Akutagawa comprendería que lo que menos quería Atsushi era extender el sufrimiento por el que pasaba el mafioso, vestido de esa forma,con las manos esposadas atrás de la espalda, sin poder hace nada,— Y yo pensé que no eras un idiota... — reclamo antes de que Atsushi soltará su rostro haciendo que cayera, “¿Está mal que me guste que este así?” se cuestionó internamente Nakajima, porque tener tan sumido al mafioso le provocaba tantos deseos que sentía que explotaría,— Perdón... — se disculpo el detective antes de encender el vibrador,— ¡Ah! — gimió Akutagawa, se movió incómodo buscando soltarse y así poder tocarse o hacer cualquier cosa para detener su dolor que poco a poco se acrecentaba, sus manos ya dolían al igual que sus rodillas que rozaban segundo a segundo contra la alfombra de su sala,— ¿Ahora sí? — pregunto con amabilidad Atsushi pero Ryunosuke negó otra vez intentando ocultar su sonrojo pero Nakajima lo veía fascinando,— Solo te lastimas a ti mismo... — luego de eso aumento la velocidad del objeto,— Duele... Ah... — alcanzó a decir, la «ropa» por así llamarla, mantenía su miembro atrapado, sufriendo de dolor por no poder liberarse además que su entrada pedía a gritos algo real, no ese objeto de plástico el cual no cubría sus necesidades pero a menos que dijera lo que Atsushi quería oír seguiría en esa posición,— Solo dilo... — volvió a pedir el detective, era una situación de castigo, Akutagawa tenía el poder de detener el sufrimiento solo tenía que someterse de verdad, decir «Por favor...» entonces cualquier petición que hiciera sería cumplida por Nakajima pero se negaba a hacerlo, quería seguir luchando contra la situación aunque fuera insufrible hasta el punto en se vería como idiota pero era crueldad lo que hacía Nakajima, poniendo todo la culpa en Ryunosuke.

“ Me encanta...” pensó el mafioso, aún quería más dolor ya que por muy incómodo que fuera todo, era el mejor infierno por el que había pasado,— Ven conmigo — llamo Atsushi pero Akutagawa no quería,— Es muy difícil tratar contigo — se quejo Nakajima antes de aumentar la velocidad,— ¡No!... Duele... — se quejo pero Atsushi solo lo tomo con cuidado su rostro obligándolo a sentarse otra vez sentía como el objeto entraba más en su cuerpo,— Eres difícil... — dijo con algo de molestia Atsushi, era complicado para él, ver a Akutagawa en esa posición y no poder hacer nada para darle el placer que su cuerpo tanto deseaba,— Pero eso es lo que me encanta... — agrego en un susurro a su oído antes de morder su oreja, Ryunosuke se movió molesto mas porque Atsushi se puso cerca suyo y empezó a tocarlo, acarició sus piernas para luego subir por su espalda al mismo tiempo que le daba besos en el cuello, Akutagawa se mordía los labios para evitar gemir además que busca la forma de quitarse de encima a Atsushi,— Se bueno, solo un momento — rogó Atsushi pero Akutagawa solo se resistió más en algún momento sintió una fuerte nalgada,— Idio... — no pudo gritarle antes de sentir como la velocidad del objeto aumentaba,— ¡Ah! — terminó por gemir y luego sentir otra nalgada,— Necesito que seas bueno, ya sea por las buenas o por las malas— un golpe más fuerte llegó, no podía hacer nada antes de sentir como nuevamente manoseado,— Solo dilo, seré bueno como lo fui la última vez... —.
— ¡Cállate! — reclamo antes de sentir como lo lanzaban al suelo, estaba tan indefenso ante las manos de su enemigo,— No me gusta ser así contigo pero parece que es la única forma de hablar contigo — luego de decir eso dió un jalón más fuerte al collar,— Jin... Jinko... — llamo al detective que lo vio esperando algo mas pero no llego así que se acercó a su cuello y sin pedir permiso mordió el cuello del perro de la mafia, sería imposible quitar esa marca,— No... Lo hagas... —si quería detener la producción de marcas en su piel que decirlo y eso era pedirlo por favor pero no lo hizo, su collar bajo un poco dejando espacio para otra mordida en su manzana de Adán, esa marca daría de que hablar mañana,— Jinko... — pensó que si lo llamaba se detendría cosa que hizo,— ¿Qué pasa? — cuestionó algo preocupado,— Las marcas... Alguien podría verlas... — intento razonar pero los ojos de Nakajima en dónde normalmente predominaba el morado ahora habían pasado a ser completamente dorados, “ Eso no es bueno... ” pensó Ryunosuke, eso solo significaba que los tratos amables se habían acabado, antes de darse cuenta el detective jalo a Rashomon dejando ver su hombro derecho para luego morder con fuerza, podía sentir hasta sangre resbalar por su piel, — ¡Jinko!... ¡Ah!... — el dolor creció antes de sentir como sus piernas eran puertas una a cada costado de Atsushi que luego subió a su cuello dejando más marcas,— ¡Jinko...! — suspiros salían de su boca al sentir como el otro era cruel contra el antes de soltarlo,— ¡¿Quién vera en este lugar?! — pregunto irritado,— ¿Qué? — Ryunosuke no comprendía que era lo que pasaba en la cabeza de Atsushi,— ¡¿Por qué te ven tanto para darse cuenta de esto?! —.
— Estás loco... — mencionó irritado antes de ver cómo Atsushi se soltaba la corbata,— Soy bueno contigo pero tú no quieres, entonces seré malo y cruel, tal vez así me hagas caso... — esa era la lógica del menor que no se sentía cien por ciento seguro de que eso era lo mejor además que se avergonzaba de sus palabras, es más no lo haría si Ryunosuke mostraba algo de respeto por su persona,— Cierra la boca — fue la última cosa que dijo antes de que Atsushi le pusiera la corbata, no lo dejaba hablar más,— Eres malo... — se quejo Atsushi antes ir tras los pezones de Akutagawa que se quejó, sus piernas estaban atrapadas por las manos de Atsushi que le daban caricias antes de apretar con fuerza casi incrustado sus uñas que ya casi eran garras pero ahora mismo lo malo eran sus pezones, la manera en que los dientes afilados de Atsushi los mordían antes de jalarlos antes de pasar su lengua, era una recompensa pero en cuanto escuchaba un quejido por parte de Akutagawa mordía con más fuerza,— Mng... Glmck... — no podía hablar por la corbata del detective que dejó de morder antes de bajar lentamente hasta la entrepierna del mafioso,— ¿Cuántas veces te corriste está noche y aún así no te satisface? — pregunto Atsushi realmente preocupado por la situación de su compañero de equipo,— Han sido tres veces pero no quieres ayuda... — no comprendía las razones para no pedir ayuda,— Pero yo me encargaré... — dijo con ese tono tan amable que lo caracterizaba antes de morder esa parte del mafioso que gritó pero la corbata impedía que pudiera ser escuchado, no podía hacer más que gemir antes de sentir una pequeña lamida, luego otra mordida, bajo la mirada un segundo para ver lo que hacía Nakajima. Como su erección estaba atrapada entre esa lencería incómoda y Atsushi solo gozaba la situación, mordiendo su pobre miembro atrapado para luego lamer o fingir que lo haría ya que parecía que cambiaba de último momento antes de morder, “ ¡Maldita sea!” se quejó mentalmente, su espalda se arqueaba ante la combinación de placer y dolor, no podía decir nada, solo sentía como su pene necesitaba atención real, lo mismo con su entrada quería algo real, no un juguete,— Te ves tan tierno — comento el detective que sentía el mismo dolor que Akutagawa, tenía tantos deseos de entrar dentro de Ryunosuke pero quería jugar solo un poco más, acarició sus piernas un momento antes de darle la vuelta, terminó otra vez con la cara un tanto levantada pero era casi estaba besando el suelo, escucho el sonido del pantalón del detective abrirse, “ Al fin” agradeció pero no sintió nada,— Está es tu última oportunidad... — alegó Atsushi antes de quitarle la corbata un segundo,— Solo di una vez por favor... —.
— Vete a la mierda... — su orgullo le impedía pedirle algo a su miembro de una organización enemiga,— Por algún motivo eso me pone muy feliz... — susurro Atsushi para luego ponerle nuevamente la corbata y finalmente abrir la prenda, se unía con botones en la parte de la entrepierna, quito la tela que estorba antes de acercarse y meter sus dedos buscando el vibrador dentro del mafioso que gimió pero nadie lo escucharía, se sentía tan indefenso ante el detective que podría hacer lo que quisiera con su cuerpo,— Ya casi saco a nuestro amiguito... — si era sincero consigo mismo no lo estaba buscando bien, fingir tenerlo lejos para aún juguetear un poco con Akutagawa que temblaba bajo suyo el cual sabía el poco esfuerzo para buscar el objeto de plástico, solo podía esperar que sus suspiros y hasta gemidos no delataran lo mucho que disfrutaba la situación pero al final salio el objeto,— Lo tengo... — había algo de orgullo en Atsushi que tomo con fuerza las caderas de Ryunosuke y entro sin previo aviso, fue una estocada fuerte,— ¡MNG! — si no tuviera la boca cubierta era posible que todo Yokohama hubiera escuchado ese gemido tan agudo por lo que era imposible que alguien pudiera reconocer su voz, “ Tranquilo... Solo debo... Acostumbrarme...” intento relajarse pero el miembro de Atsushi salió antes de entrar nuevamente con igual fuerza, sentía como las paredes de Akutagawa se contraían por la estimulación que estaba recibiendo mientras el mafioso solo pudo gritar, dolía, “ Aún... No... Necesito... ” quería pedir tiempo pero otra vez un señal de debilidad que no se podía permitir antes de sentir otra embestida, cada una era más fuerte que la anterior parecía estar entrando más profundo dentro de su ser
eran fuertes, certeras a ese punto que lo volvía loco, dolorosas, crueles, sentía como el dolor aumentaban al igual que el placer.

Estúpido Y Sensual AkutagawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora