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-Gracias, Takemicchi...

Fue lo último que escuchó el rubio teñido luego de dar su último apretón de manos, el último tacto que tendría con Mikey de diecisiete años luego de saber que su misión había sido todo un éxito. Salvando tanto a Baji, Emma y Draken siendo ellos los detonantes de aquellos impulsos oscuros que el rubio tenía. Amenazandolo también con la terapia, y sin nada que hacer Manjiro tuvo que aceptarlo a regañadientes, no podía echar a perder el sacrificio que Takemichi había hecho por él.

Noviembre 2018...

Takemichi abrió sus ojos de nuevo, con lágrimas en ellos y una sonrisa llena de felicidad. Estaba vivo y por ende Mikey también.

El pelinegro de veintisiete años mirando el techo blanco del que pensó sería su departamento viejo soltó un chillido de felicidad, aún cuando sintió un abrazo aferrándose a su cintura.
"Ah... al fin lo logré..." pensó, hasta que recordó que dormía junto a alguien. "¡DUERMO JUNTO A ALGUIEN!"
Luego de que se dio cuenta, Takemichi se sentó atónito en la cama mirando que aquel lugar donde se encontraba ya no era más su viejo departamento. No, no, no, no era nada parecido. ¡Todo parecía lujoso!

Recorrió con la mirada aquel gran departamento, sin poder llegar a mirar a al persona que se encontraba a su lado pues una punzada en su espalda baja recorrió todo su cuerpo hasta que soltó un pequeño quejido haciendo despertar a aquella misteriosa persona.

-Mmh. Buenos días Takemicchi... -Dijo una voz somnolienta mientras se aferraba a la cadera desnuda del mencionado.

-Buenos días Mikey-kun- Contestó Takemichi al haber reconocido la voz contraria. - ¡MIKEY! -gritó y se giro a mirarlo al darse cuenta de lo que estaba sucediendo.

-Oi Takemicchi, ¿por qué demonios gritas tan temprano después de la noche agitada que tuvimos? Vuelve a dormir la alarma todavía no suena y sabes que tengo la agenda apretada durante todo el día- contestó tirando del cuerpo del pelinegro para que volverá a acurrucarse junto a él, sin embargo eso no sucedió.

-Mikey y yo... En la misma casa, en la misma cama y- Takemichi miró con miedo y con las mejillas sonrojada por debajo de las sábanas- ¡DESNUDOS! - volvió a gritar.

-¡Yah! ¿Qué te pasa Takemicchi? Deja de gritar- pidió Manjiro levantándose a mirar al chico. Dándose cuenta de lo que estaba pasando.- Oh... así que acabas de regresar, ¿no?- preguntó con calma mirándolo y sobando con delicadeza su espalda.

Takemichi afirmó con la cabeza, estaba confundido. Se suponía que debería estar con Hina, ellos deberían de, pero se encontraba con Mikey. Claro que estaba feliz de que el peliblanco de cabello corto estuviera vivo y una parte de él también rebosaba de felicidad al saber que se encontraba junto a Mikey no como un amigo, sino como algo más, como aquello que nublaba sus pensamientos cuando tenía quince años y había empezado a mirar y sentir a Manjiro de distinta forma.

-Tsk, si no fuera por que hoy la banda y yo tenemos algunas entrevistas, sesiones de fotos y todas estas mierdas me quedaría junto a ti para explicarte todo y estar a tu lado mientras recuperas tus recuerdos Micchi- contestó Mikey mientras tomaba despacio de la mandíbula del confundido Takemichi- Pero Chifuyu vendrá, después de todo hoy quedaron en ir a comprar las cosas que faltaban para el cumpleaños de Baji, así que seguramente él te podrá ayudar con esto, mientras tanto para que te sientas cómodo yo me iré a la otra habitación, ¿de acuerdo?

Dicho aquello Mikey se levantó no sin antes tomar su pijama que yacía en el suelo. Sin embargo una mano lo detuvo.

-Quédate- pidió apartando de vergüenza la mirada, algo que hizo reír a Mikey internamente- Yo estoy bien.

𝕆𝕪𝕒𝕤𝕦𝕞𝕚, 𝕄𝕚𝕜𝕖𝕪-𝕜𝕦𝕟||𝐓𝐚𝐤𝐞𝐌𝐢𝐤𝐞𝐲 Where stories live. Discover now