06

200 23 2
                                    

La noche fría se hacía presente en la gran metrópolis que era Tokyo.

En un mustang convertible rojo iban abordó la ya pública pareja. Salir por la noche en aquel auto era una de las cosas que más amaba Takemichi según el peliblanco.
Manjiro quería y amaba ayudar al menor a recobrar sus preciadas memorias y re vivirlas junto a él, junto a su salvador.

Clocks de Coldplay sonaba a un buen volumen por la carretera. El oscuro cabello de Takemichi se movía por el viento al mismo tiempo que aquel alegre chico cantaba a todo pulmón su preciada canción favorita.
Para Mikey escuchar y ver de reojo cuán feliz iba el contrario era lo más bello y curador que existía, el simple hecho de tenerlo a su lado y por ende poder aprender y seguir a amando era su mayor razón de existencia. Quizá el universo logró arrebatarle en tantas líneas alternas a sus mayores pilares, pero el pelinegro a su lado le había regresado a sus grandes razones y junto a ellos le había entregado su corazón, un corazón que tenía que sanar y cuidar. El chico había sacrificado todo por él y tenía que agradecerlo de ser posible, se lo agradecería eternamente.
No habían ni existían suficientes palabras con el mejor significado para poder expresarle a Takemichi cuán agradecido estaba y estaría con él.

...

-And nothing else compare. Oh, no, nothing else compares~- Cantaba a los cuatro vientos el pelinegro.

Era verdad aquello de que cantar a toda voz tu canción favorita era terapéutico, él lo había confirmado aquella noche de otoño.

-And nothing else compare~- Continuó Manjiro la canción soltandose de una mano del volante para entrelazar sus dedos con los de Takemichi.

-You...- Siguió, aferrándose del tacto contrario.

-Are~

Si existía algo de lo que Takemichi pudiese arrepentir sería de haber negado por tanto tiempo sus sentimientos hacia el peliblanco. De haberse perdido tantas noches como aquella en el pasado, de haber caído en los prejuicios.
Sin embargo, agradecía estar ahí, en ese momento junto al mayor. Agradecía haber podido conocerlo, salvarlo y finalmente amarlo.

No cabía duda alguna de que tenerlo junto a él fue una de las mejores cosas que el futuro pudo haberle regalado. Verlo tan feliz como aquella noche eran una de tantas razones por las que Hanagaki regresaría una y mil veces al pasado, solo para poder tener en el futuro a un Mikey tan feliz, tan lleno de vida.

-Llegamos Micchi- dijo sacando de sus pensamientos al contrario.- Crearemos nuevos recuerdos mientras recuperas los pasados.

-Mikey...

-¡Ven rápido! el amanecer está por venir, miremoslo juntos, Takemicchi- El peliblanco tomó al mencionado de la mano haciendo correr por la arena semivisible.

Ambos corrieron hacia la orilla más alta que había en la playa a la que había llegado. Se sentaron frente al mar oscuro esperando a que los primeros rayos de luz chocarán contra él para hacerlo brillar.

-Takemicchi~ aferrate a este amanecer- dijo el mayor abriendo la palma de su mano frente a la naciente estrella- Aferrate a este futuro a mi lado- mirando al pelinegro cerró lentamente su mano rodeando su mejilla- Y conquistemos al país entero, juntos.

Takemichi juro haber visto chispas brillado en las oscuras pupilas del peliblanco. Takemichi miró el bonito destello de vida en ambos ojos onix, Takemichi simplemente olvidó que un bello amanecer se creaba frente a sus ojos para solo dedicarse a admirar al vivo y aún más bello que un amanecer Manjiro.

-Te amo- le dijo regalandole una pura sonrisa.

Mikey acercó su rostro al del contrario dejando pocos centímetros de separación y sonrió.

-Te amo más que el amor. - Y junto aquellas últimas palabras, Mikey finalmente rompió la distancia entre ambos juntado suavemente sus labios contra los del pelinegro.

Ambos sellaron el último rayo de Sol naciente con un dulce beso. Beso que dejó en segundo plano la maravillosa vista de un cielo pintado del conjunto de colores azules, rojos, naranjas y rosas; junto a un mar azul brillante.
Un beso finalmente celebrado por el hombre y cada una de las deidades que pudo hacer de aquello posible.
Aquel beso que selló la última y definitiva línea del tiempo.

Un beso que selló el lazo rojo entre Manjiro y Takemichi.

.
.
.
.
.
.
.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Shelle- cortito pero bonito jajajssja.
Aaaah no saben las mariposas ficticias que sentí en el estómago al escribir este capítulo, entre todas las canciones de inspiración, la imaginación y cada diálogo que escuchaba mentalmente. Pasa de media noche en mi país cuando escribí esto y estoy hecha lágrimas AJAJAJAJJA
Ame muchísimo escribir esto después de casi una semana sin inspiración. Bendita seas Clocks de Coldplay y todo el soundtrack de "call me be your name".

Y sin nada más que decir, espero que les haya gustado y nos leemos la próxima~ <33

Si encuentran errores ortográficos no duden en escribirlos.

𝕆𝕪𝕒𝕤𝕦𝕞𝕚, 𝕄𝕚𝕜𝕖𝕪-𝕜𝕦𝕟||𝐓𝐚𝐤𝐞𝐌𝐢𝐤𝐞𝐲 Where stories live. Discover now