Amantes

Capítulo XVI Lazos Rotos Parte I

**HORAS ANTES**

Madara se encontraba en su oficina leyendo minuciosamente la información que se tenía hasta el momento sobre los sujetos que Itachi había asesinado cuando, en medio de la lectura, oyó unas pisadas bastante fuertes y veloces que se acercaban en dirección suya.

No le dio importancia ni mucho menos se molestó en alzar la mirada cuando segundos después la puerta se abrió de golpe sin previo toque.

-Sabía que en cuanto confirmarás que todo lo que te dije era cierto, vendrías corriendo hasta mí.- Dijo mirando con una sonrisa socarrona al recién llegado.

-Solo has tenido razón en algunas cosas, lo demás todavía está por comprobarse.- Respondió él con expresión seria.

-Eres tan inteligente y al mismo tiempo tan ingenuo. Tienes la verdad ante tus ojos pero aun así continuas aferrándote a la mentira.- Habló tranquilamente apoyando su mano en la mejilla.- Es impresionante la manera en la que esa mujer logra manipularte.

-¡A mí nadie está manipulándome!- Elevó la voz enojado. Harto de toda esa habladuría sin sentido.

Si bien, era cierto que antes le había dado demasiada importancia por el detalle de la cercanía que tenían Hinata y su hermano, ahora que había reflexionado mejor sobre ello, la simple idea de que su novia estuviese sentimentalmente involucrada con él le parecía absurda. Además, conocía perfectamente a Itachi.

No era alguien tan débil como para no poder escapar con una herida de bala, ni mucho menos tan frío como para hacerse el de la vista gorda al ver que unos tipos estuviesen por hacerle daño a Hinata.

-¡Hmph! Muy bien.- Dijo restándole importancia a su insistente negación.- Continua aferrándote tanto como quieras a esa venda que tienes en los ojos, pero cuando llegue el momento en el que se te caiga, no digas que no te lo advertí.

-Si tanto te preocupas por mí, ¿Por qué no me incluyes en la investigación?- Cuestionó.

-Así qué a eso has venido.- Dijo recostándose en el respaldo de su silla.

-¡Por supuesto!- De inmediato respondió.- Yo más que nadie tengo derecho a estar en esta investigación y tú lo sabes bien.

-Aun así, mi respuesta sigue siendo no.

-¡Maldita sea!- se quejó enfurecido.

-Te diré esto solo una vez más, y espero que te quede muy claro porque no volveré a repetírtelo.- Lo miró impasible.- ¡No estás apto para manejar este caso! Por una parte está la ceguera que tienes por esa mujer y por la otra, la sed de venganza hacia tu hermano. Si permito que te encargues de esto, cuando descubras la verdad, te dejarás llevar por la rabia y lo echarás todo a perder.

-No lo haré, dame una oportu...

-¡Lo harás!- Afirmó sin dejarlo terminar de hablar.- Siempre has sido un mocoso revoltoso e impulsivo. Permites que las emociones te dominen con facilidad, y en situaciones como estas, esa debilidad representa un serio problema y no pienso arriesgarme. Si esa mocosa funciona como cebo para atrapar a Itachi, la usaré. Por lo tanto, no voy a permitir que te involucres en el caso.

Sasuke le dedicó una dura mirada a su tío apretando fuertemente la mandíbula y los puños. La impotencia lo estaba volviendo loco. Ansiaba tanto partirle la cara y dejarle claro que no tenía ningún derecho de tomar custodia de su novia ni mucho menos de capturar a Itachi. El era su presa personal, nadie más que él iba a ser el que lo atrapara.

-Si es eso todo lo que has venido a decirme, ya puedes volverte a tu trabajo.- Dijo indiferente retomando su labor de antes.

-Tsk.- Sasuke se dio la vuelta y salió de la oficina azotando la puerta con fuerza, cosa que Madara ignoró. Decirle algo sería inútil. Ya tenía dieciocho años pero no había cambiado en lo absoluto. Aun continuaba siendo el mismo niño berrinchudo y caprichoso que actuaba sin pensar, dejándose llevar por la rabia.