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Déjame adivinar. Yo era ese chico del que tanto pensaste aquel día. — Yunho sostuvo la mano del más bajo para que esté que iba jugando en un escalón más grande no perdiera el equilibrio y cayera. — No se me ocurre otra persona más que yo

Eres un narcisista. — su dulce sonrisa apareció en sus labios deformando, al igual que sus ojitos se hacían más pequeños. Yunho era más que un narcisista, era perfecto en cualquier lado que quería buscar un defecto para terminar la idea que un día se podrían separar.

Su madre siempre había sido tan ella, tan estrictamente sería en cuestión del amor. No había dos caminos, solo uno; un hombre y una mujer juntos, no existía más.

Pero probablemente sea la respuesta a tu pregunta. El chico que me encontré fue bastante lindo y pensé en él desde entonces — Ambos se detuvieron cuando el escalón que subía de altura llegó a su fin.

Su estómago de tenso al igual que cada músculo que tenía, su corazón y todo dio un pequeño brinco, ahora se arrepentía de haber subido y caminar hasta ese punto. Su mano que sostenía la del mayor se apretó ligeramente dando un aviso de miedo que le producía las alturas al pequeño Kang.

Te dije que no subieras. Un día lo intente y por poco caía. Dame tus manos — el mayor se detuvo a mirar cada gesto de temor que el rostro de Yeosang podría comunicar. Estiró ambas manos para que el más bajo lo sostuviera y así poder ayudarle a brincar.

Kang tomó de ambas manos a Jeong, quien solo hizo que sus brazos se envolvieran en su cuello, juntó sus cuerpos y cargo el menor para poder alejarlo de las alturas. Había funcionado, ahora Yeosang estaba abrazado en el cuerpo del robusto, no había ningún otra intención de caminar con él en brazos.

Inconscientemente las piernas de Kang envolvieron el cuerpo ajeno, entonces un deja vu vino a él. Aquel momento donde sus alientos habían dejado de estar en sus bocas, una extraña mezcla de sabores, una extraña mezcla de sensaciones; sin duda era perfecto cada microsegundo con Yunho.

Mamá menciono a una amiga por el mismo apellido que tú mamá. Se escuchaba que era igual de estricta que la tuya —. Un suspiro salió de los labios del más bajo quien solo se limito a pensar más allá, sería mucha coincidencia si eso llegase a pasar. La mamá de Yunho solía ser tan energética que él, tan linda. Mientras que la suya era sensible como él, pero de una cierta forma que ponía límites.

Estás siendo paranoico. Mi mamá no podría tener una amistad con tu madre, son polos opuestos

Los polos opuestos siempre están cerca, mírame y mírate. Eres lindo cuando te lo propones. — la melodiosa carcajada de Yeosang resultó ser como una canción para Yunho, había llegado directo a su sistema nervioso.

Yeosang era lindo, sin dudarlo. Pero su madre era más linda cuando quería dejar en claro algunas limitaciones para el chico.

El menor seguía abrazado al cuerpo del más grande, sería pedir un deseo y hacer que aquel pedido que su mamá le había encargado fuera eterno y así poder estar con Jeong todo el tiempo que fuera necesario.

Cuando su madre lo mando por un encargo de flores, este decidió desviar su camino en busca de Jeong — quién siempre estaba disponible para el más bajo —. Y juntos fueron por aquel pedido, había sido una buena decisión al final de todo.

¿Deberíamos huir ahora mismo? ¿Debería no dejarte ir nunca? Yeosang debes dejar de temerle a tu madre. — Yunho tenía toda la razón. No debía hacer aquello, una mujer tan dulce, tan bella en cualquier forma, su comportamiento, todo en ella era un sueño para un hombre; pero su forma de obsesionarse en una norma social la hacia perder todo el brillo.

No creo poder hacerlo, soy su único hijo. Y me quedaré con ella hasta que deje de necesitarme

Yeosang. Tu madre no te necesita, solo le haces compañía. Creo que también deberías dejarla volar

En ese preciso momento el mencionado le dio un ligero golpe a Jeong, después uno más, y otro hasta que esté procedió a bajarlo. No buscaba hacer enojar al menor, quería, anhelaba pasar cualquier microsegundo con él, cuidar de él, adorarlo e incluso molestarlo con los millones de cumplidos que podían existir pero este volvía todo complicado.

No podía existir una relación donde ambos morían por el otro, donde la atracción sexual era la que predominaba. Era casi imposible esconder su amor como era el tapar el sol con un dedo. Yunho no merecía tener una relación secreta con Kang, lo amaba y era la persona que más adoraba, pero era decepcionante esconderse de todos.

Ambos caminaron alejados del otro. Manteniendo máximo un metro de distancia, Jeong no se había apartado del más bajo, temía que desviará su camino. Un par de metros antes de llegar a la casa del chico que iba delante de él, un auto llamó su atención, tenía el mismo aspecto que el que tenía su madre; plateado.

Entonces tomo la muñeca del más bajo y lo atrajo a su cuerpo en un solo movimiento, las manos del más delgado se posaron en el pecho del alto; quien solo trato de entender la situación, su madre estaba ahí, en aquella casa. Era extraño saber quiénes eran las amistades de su madre, no tenía nada de importante, pero está vez lo era.

Bajo su mirada encontrándose con los ojos de un pequeño cachorro, tan lindo, un delicado ser. Yeosang era un hermoso ángel en donde lo quería ver,  su corazón explotaba cada que recibía aquella mirada inocente.

El color rojizo de las flores, aquello que era pasión, era un cuento de hadas vuelto un sueño real. Los minutos habían parado su camino, no había brisa más cálida que la que se sentía en aquel momento, la mirada de Yeosang con la mirada de Yunho habían detenido el tiempo.

bitter sweet | YUNSANGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora