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El golpe de los vasos de cristal cuando se encontraron hicieron un click en todo alrededor, el ambiente era muy cálido y cómodo para cada mujer

Las tres dejaron escapar una risa después que brindaron por la juventud

La mirada de Lee fue directo a las acciones de su vieja amiga Sora, quién había bebido la copa hasta el fondo sin parecer arrepentida

   — ¡Sora! parece que no has dejado el hábito de beber — Yuri, la mayor río mientras bebía poco a poco aquel líquido amargo. — Lee, puedes tomar sin cuidado recuerda que perdí la apuesta y ahora debo manejar

   — Oh no descuida, nunca me sobrepasó del límite — sus hombros se levantaron un poco mientras que su boca dejaba mostrar un poco sus dientes blancos. Un ligero golpe hizo que girará su cabeza encontrándose con una animada Sora

   — ¡Hey! Estás en una ciudad diferente a la de Seúl debes aprovechar y divertirte, deja ese manto que tu madre ponía en tu cabeza cada que asistían a una reunión en la capilla —. Sus labios se movían sin parar mientras que su dedo índice señalaba algo sin especificar. Lee era una chica reservada y demasiado amable hasta donde recordaba, no tenía ningún recuerdo negativo en ella y no entendía el porque ambas se habían separado tan de repente, o tal vez no lo recordaba

   — No, no es correcto debo cuidar de ustedes. Sobre todo de ti, eres muy descuidada cuando tomas alcohol

Sora hizo un puchero volviendo a su postura inicial, tomó una vez más la lata de cerveza y lleno su vaso

   — Nunca cambiarán al parecer, iré a fumar al estacionamiento siento que algo me falta y probablemente sea eso. No hagan nada malo — la mujer se puso de pie tomando su bolso y sacando un cigarrillo acompañado con un encendedor, desapareció entre la multitud dejando solas a ambas damas

   — ¿Te divierte la vida? Me refiero a que no tengo noticias de ti desde la fiesta de despedida de Yuri — Sora trato de no mirar a la chica a la que se dirigía, al no recibir una respuesta la miró analizando su postura, tenía su espalda encorvada y su rostro totalmente serio. — Lee

   — La vida se divierte de mi — su sonrisa apareció dándole un poco de tranquilidad a Sora. — Tu sabes, nos casamos, tuvimos hijos ¿qué más se puede pedir?

   — ¿Tu marido fue bueno contigo?

Lee no recordaba momentos con aquel hombre, había encontrado a un chico amable y educado —tal como su mamá lo deseaba— y se casó después de dos años de relación, muy pronto para aceptar que su vida amorosa había acabado sin siquiera comenzar.

Dos años más vivieron bajo el mismo techo, aquello era definitivo para la sexualidad de Lee, una chica independiente y fría no estaba interesada en él, ni en cualquier otro chico, después de varios meses pensando la separación un retraso hizo que alertara a la mujer que estaba embarazada, había acabado su vida por completo

El pequeño rostro del pequeño Yeosang cuando lo tuvo en brazos curo todos sus errores en el pasado, no amaba al sujeto pero amaba al pequeño ser que tenía en brazos, era lo único que podía defender ante todos

   — Si, digamos que si. Hasta que encontró a una chica dulce, joven y sexy en su trabajo, la misma basura barata de siempre — entonces tomó la postura correcta que conocía y se sirvió un poco más de cerveza. — ¿Tu esposo fue bueno contigo?

   — Lo único bueno fue Yunho — sus ojos se hicieron un poco más pequeños cuando río de forma avergonzada por su situación. — Tenemos la misma historia al parecer, no me perdí de nada

bitter sweet | YUNSANGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora