Grandes cambios, distintos amores

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Vale, me he decidido, se lo voy a decir. Eso pensaba mientras iba de camino a la puerta de una academia que más que enseñarme asignaturas, parece enseñarme a enamorarme. No entiendo que es lo que le veo a ese estúpido pero que se le va a hacer, ya no voy a dar marcha atrás. Intento parecer la misma de siempre para que no se me note el nerviosismo, voy corriendo a hablar con Adela. Es la única solución, le dije a Adela, es la única manera de olvidarme de él. Esto último lo dije más para convencerme a mí misma en vez de para intentar convencer a Adela. Aún así, ella me dijo que como se lo dijera iba a ir contándoselo a todos los de la academia, y le di la razón. El estúpido con tal de llamar la atención era capaz de delatar hasta a su madre. Al final, me eche atrás. Adela me había convencido, no podía confiar tanto en él. Después de bajar las escaleras corriendo para que el retrasado del chico que logra derretirme no me de con su bicicleta, salimos y se despidió de mí con el típico saludo con el que se dirige hacia mí. Su típico , adiós morena. Es el saludo más tonto que escuchado en mi vida, pero aún así esas palabras resuenan en mi cabeza todas las noches que paso pensando en él. Entonces hice algo que ni yo misma me esperaba. Fui corriendo tras él y le dije que parase. Él paro rápidamente, en parte porque estaba sorprendido de lo acababa de ocurrir y además porque es muy ágil, debido a que nunca para de entrenar, eso hay que admitirlo. Ni yo misma creía lo que estaba haciendo pero me acerqué a él y le dije que tenía que hablar con él.

-Javi, te tengo que decir una cosa importante.

-Dime morena- dijo, eso me irritó pero no por lo que pensáis, sino porque en el fondo me encantaba que me llamara así.

-Es en serio, no te lo tomes a broma.- no le dejé ver que me gustaba que me llamara así.

-¿Ha pasado algo?-dijo con cara de asustado.

-No, sólo que me gustas desde el primer día que te vi, y que por mucho que he intentado olvidarme de ti o buscar una explicación a el porque me gustas no lo he conseguido. 

Él no dijo nada, simplemente se acercó a mí poco a poco. Nuestros labios empezaron a tocarse y lentamente se convirtió en un beso que cada segundo se hacía más profundo. Entonces yo le dijé algo que le cambió la cara bruscamente. Algo que se ve que no comprendió.

La chica que amaba al chico al que no quería amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora